El Gobierno debe ampliar su enfoque acerca del combate a la extorsión y no solo centrarse en ciertos espacios y canales para cometer el delito, partir de más estudios y encuestas de victimización, entre otras estrategias.
Un estudio presentado hoy desvirtuó la idea generalizada, sobre todo por el Gobierno y que solo se ha fundamentado en percepciones, que todas las extorsiones de grupo delictivos, especialmente pandillas criminales, provengan del interior de las cárceles y sean hechas por medio de teléfonos celulares.
De acuerdo con los datos más relevantes del estudio, la participación de pandillas en extorsiones se da en 76% de los casos y el contacto inicial del delito, en asocio con pandillas, en el 54%.
Además, la extorsión se da en un 50% de los casos, de forma personal y el contacto por teléfono celular "ni siquiera figura en las variables de alta frecuencia" del estudio, precisó el consultor salvadoreño para la investigación, el economista y criminólogo Carlos Ponce.
El estudio de SolucionES incluye a 3.977 micro y pequeñas empresas (MYPE), repartidas por todo el país, con el 43% en el área Metropolitana de San Salvador, y con un total reportado, en ese mismo universo, de casi 900 extorsiones.
"Solo tres de cada 10 contactos fue por medio de celular; en el 76% de las extorsiones no hubo acciones de presión y dos de cada 10 fue hecha desde centros penales", explicó Ponce, quien detalló que el estudio se basó en la técnica de investigación criminal conocida como Escalonado Multidimensional, la cual por primera vez se aplica a este delito, pues se usa, sobre todo, en casos de violación, por ejemplo.
Esta técnica agrupa variables de acuerdo con su ocurrencia: de baja, media o alta, las cuales a su vez se agrupan en círculos concéntricos.
En ese sentido del análisis, Ponce resaltó que el problema está más cerca o relacionado con el contacto personal y la presencia territorial de las pandillas.
Aparte que al clasificar las extorsiones en dos tipos: sistemáticas y oportunistas, las primeras se dan en el 60% de los casos, mientras las segundas en solo un 13%.
Además, los resultados del estudio confirman la elevada "cifra negra" o "cifra oculta" presente en la extorsión, la cual se traduce en falta de denuncias, en gran parte por miedo a represalias, con el 54%; por la percepción de que no sirve de nada denunciar, con el 24% y en algunos casos por falta de confianza en las autoridades, con el 9,2%.
Entre las recomendaciones del estudio se desprende que se debe ampliar el actual enfoque de la estrategia del Gobierno en el combate a las extorsiones y disminuir su incidencia en la MYPE, pues solo se habla que el canal son los teléfonos celulares y se ejecuta desde el interior de las cárceles.
También, que se incluya en la estrategia qué condiciones del entorno de las comunidades favorecen al delito de extorsión.
Por último, SolucionES realizó un pequeño conversatorio, tras la presentación del estudio este jueves, y el abogado Mario Posas, uno de los panelistas en el mismo, recomendó, entre otros puntos, que la investigación sería una excelente herramienta para la Policía y sería de gran utilidad elaborar un manual para víctimas a partir de los resultados, ya que se pueden aplicar técnicas para eludir la extorsión.
"Donde hay extorsión, el Estado ha perdido su poder de influencia… no podemos dejar entrar un elefante a la sala, algunas gremiales cuantifican que se extorsiona un promedio de US$10 millones cada mes y hasta US$120 millones al año, ¿dónde se va todo ese dinero?; mientras que el Banco Central de Reserva dijo recientemente que en 2014 el costo económico de las extorsiones ascendió a US$756 millones, cerca del 3% del PIB (Producto Interno Bruto)", agregó.
El estudio fue realizado de enero a abril en El Salvador por SolucionES, formado por la Fundación Empresarial para el Desarrollo Educativo (Fepade), la Fundación Nacional para el Desarrollo (Funde), la Fundación Salvadoreña para la Salud y el Desarrollo Humano (Fusal), Glasswing International y la Fundación Salvadoreña para el Desarrollo Económico y Social (Fusades); con el apoyo de USAID.
