Ortega hizo publica una carta enviada a la mesa de diálogo mediado por la Conferencia Episcopal en la cual urge al gobierno a "desactivar" a los grupos parapoliciales y que la oposición levante los tranques (bloqueos) en las vías, "por muy justos que sean sus motivos".
El militar retirado también propuso anticipar las elecciones de 2021 a 2019 para alcanzar "una solución pacífica a la trágica crisis que sufrimos".
"Que el presidente Daniel Ortega orden a lo inmediato disponer todo el poder de orden del Estado y gobierno para desactivar las fuerzas parapoliciales y cualquier otra ilegal, y en correspondencia los obispos y la alianza cívica exhorten a los protestantes que levanten todos los tranques por muy justos que sean sus motivos porque son ilegales y lesionan los derechos humanos de compatriotas y extranjeros al impedir el libre tránsito", dice parte de la carta enviada al presidente nicaragüense.
El hermano del mandatario de ese país señala que esta acción contribuiría a la "pacificación" y potenciaría el diálogo nacional para buscar una salida a la crisis que impera en ese país.
"Hoy los nicaragüenses sufrimos el actuar impune de ilegales civiles armados encapuchados, parapoliciales que disparan a mansalva y ejercen controles solo permitidos por la ley a las autoridades policiales o paramiliares, situación agravada por la delincuencia común aprovechando que la policía está acuertelada", denuncia en la misiva.
Además, señala que se ha recurrido a "criminales pandilleros" para poner en marcha actividades en pro o en contra del gobierno y denuncia, también, intento de planificar atentados a personalidades como monseñor Silvio Báez y contra él mismo, situación que considera ha "impuesto un terrorífico estado de sitio no oficial en el país".
Con el anticipo de las elecciones, el presidente Ortega "dice sí a la paz", lo que permitirá recuperar la economía, la inversión y el turismo, expuso el hermano menor del gobernante.
El presidente, de 72 años, ha guardado silencio ante una propuesta de la jerarquía católica de anticipar las elecciones de 2021 a marzo de 2019.
Ortega enfrenta la peor crisis desde su retorno al poder en 2007, cuyo detonante fue una reforma a la seguridad social pero que luego se transformó en una demanda para su salida del gobierno por la represión, que en dos meses y medio ha dejado más de 220 muertos y 1.500 heridos, según organismos de derechos humanos.
El canciller Denis Moncada ha dicho en la mesa de diálogo que el gobierno está dispuesto a escuchar los planteamientos opositores, pero exige que primero se levanten los tranques de las vías.
Humberto Ortega fue jefe del ejército entre 1980 y 1994, cuando fue pasado a retiro por la entonces presidenta Violeta de Chamorro (1990-1997).
Tras el retorno al poder de su hermano, en 2007, ha adoptado posiciones críticas a su administración.