Claves del día

Economía mundial azotada por el ébola y una alicaída eurozona

'No sugerimos que la zona se dirige hacia una recesión pero decimos que hay un riesgo serio de que eso suceda si no se hace nada', dijo la directora gerente del FMI, Christine Lagarde. En el mismo foro, las autoridades sanitarias estadounidenses hicieron un llamado para evitar un 'nuevo sida' que podría costar hasta US$32.000 millones en África occidental.

2014-10-10

Por: Agencias

Las tribulaciones de la zona euro nuevamente están en el foco de atención de los organismos financieros mundiales, reunidos el jueves en Washington, en un ambiente ya enrarecido por los miedos de propagación de la epidemia de ébola.

'No sugerimos que la zona se dirige hacia una recesión pero decimos que hay un riesgo serio de que eso suceda si no se hace nada', dijo la directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde.

Seis años después de la crisis financiera en EE.UU., la economía global no se ve afectada por una nueva recesión generalizada, pero un nuevo vaivén europeo caería como balde de agua fría a los ministros de finanzas y presidentes de bancos centrales de los países del G20, reunidos hasta el viernes en la capital estadounidense.

'No hay duda de que es mucho mejor para Estados Unidos cuando el resto del mundo crece de manera rápida y estable', comentó por su lado el número dos de la Reserva Federal estadounidense, Stanley Fischer, durante uno de los incontables foros organizados al margen de la asamblea general del FMI y el Banco Mundial.

Luego de haber hecho temblar al globo en 2011 con la crisis de la deuda, la zona euro suscita esta vez miedos por su apagado crecimiento y su débil inflación.

Incluso la primera economía de la región, Alemania, ha comenzado a mostrar señales de debilidad que su ministro de Economía, Wolfgang Schäuble, intentó relativizar en Washington.

'No tenemos una recesión en Alemania, tenemos un debilitamiento del crecimiento', dijo, agregando que su país seguía siendo el 'motor del crecimiento de la zona euro'.

El presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, también rechazó la idea de que el viejo continente sea fuente de turbulencias económicas en el mundo, considerando la noción de 'bien pesimista'.

En búsqueda de un nuevo impulso

Esas afirmaciones no parecieron convencer a los mercados. El euro registró una baja frente al dólar el jueves mientras las bolsas mundiales terminaron en rojo.

Más allá de la zona euro, la coyuntura económica mundial no da señales para un optimismo desbocado.

Según el FMI, que redujo el martes sus previsiones de crecimiento mundial, se debe encontrar un 'nuevo impulso' para evitar una estancamiento en los países desarrollados.

Esa preocupación refleja el objetivo de las grandes potencias industrializadas y emergentes del G20, que buscan impulsar su Producto Interno Bruto pero no hallan las medios para lograrlo.

El FMI y el BM parecen llamar en coro a aumentar las inversiones públicas en infraestructura, como transporte o electricidad.

Pero no existe consenso para esa política de recuperación. El crecimiento no se puede obtener 'firmando cheques', declaró Schäuble.

Evitar un 'nuevo sida'

Divididos sobre las recetas para el crecimiento, los dirigentes económicos del planeta en contrapartida acordaron este jueves intensificar la acción contra la epidemia de ébola y evitar que sus estragos sobre seres humanos y los daños económicos se extiendan fuera de áfrica.

La respuesta internacional 'ha sido más lenta que el ritmo de transmisión de la enfermedad', lamentó Ernest Bai Koroma, presidente de Sierra Leona, uno de los tres países más duramente afectados junto a Liberia y Guinea.

En el mismo foro, las autoridades sanitarias estadounidenses hicieron un llamado para evitar un 'nuevo sida' que podría costar hasta 32.000 millones de dólares en áfrica occidental.

Más allá de estos asuntos coyunturales, las dos instituciones de Breton Woods, que celebran 70 años, enfrentan esta semana desafíos internos, luego que los grandes países emergentes (Brasil, China, Sudáfrica, India y Rusia) crearon sus propias instituciones financieras.

Volteando la mirada a Brasil, que escogerá un nuevo presidente en dos semanas, el FMI recomendó mantener los programas de apoyo a familias pobres ya sea que resulte vencedora la actual mandataria Dilma Rousseff o el opositor Aecio Neves.

'El programa 'Bolsa Familia' (nombre del principal programa social, en portugués), que ayuda a familias pobres, debe continuar, ya sea en la forma actual o en otra forma', dijo la directora gerente del Fondo.

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