Claves del día

Dólar superaría al euro antes de fin de 2015

Experto advierte que la moneda única europea se hundirá por debajo de la paridad (un euro, un dólar) antes de que acabe el año. Inversores extranjeros podrían aprovechar la coyuntura para entrar a fondo en la Zona Euro.

2015-02-02

Por: eleconomista.es - Matthew Lynn*

Viene lo divertido. Tras meses de especulaciones, el partido radical anti-austeridad se ha hecho con el poder en Atenas. Su programa de permanecer dentro del euro y revocar las condiciones de su membresía pondrá contra las cuerdas a los dirigentes de la UE. El euro ya se ha hundido a su mínimo plurianual frente al dólar, en parte por el potencial de caos que los resultados electorales arrojan pero seguirá abaratándose por las tensiones entre Bruselas y Atenas hasta que se llegue a un acuerdo. La victoria de Syriza animará a otros partidos anti-austeridad, sobre todo en España, y el BCE echará más flexibilización cuantitativa al asunto.

El euro se hundirá por debajo de la paridad antes de que acabe el año y, cuando lo haga, los activos de la eurozona, y los títulos en particular, se volverán una ganga para los inversores extranjeros.

Con Syriza viene lo divertido

El mandato logrado por el nuevo primer ministro griego Alexis Tsipras ha sido todo lo decisivo que podía ser, dadas las circunstancias. Derrotó con holgura a la centroderecha moderada en el poder y gobernará en coalición con un pequeño partido de extrema derecha que está más convencido aún que él de su postura contra el paquete de austeridad que aceptó Grecia a cambio de un rescate.

En las próximas semanas, tratará de renegociar los términos de ese rescate, posponer o replanificar la deuda nacional, y liberar espacio para que el gobierno suba los salarios y las prestaciones sociales. También espera levantar al país de la recesión más salvaje que ha sufrido ningún país desde los años treinta.

Tal vez sorprenda que el mercado se lo haya tomado con calma; será porque el resultado era tan esperado. Los rendimientos de los bonos griegos se han disparado pero en el resto de los países periféricos de la eurozona apenas se han movido. El propio euro casi ni se ha inmutado y los títulos se comerciaron como si fuera un día cualquiera. En los próximos tres meses, eso sí, el euro se va a llevar un buen golpe por las tres razones que siguen.

Así será el golpe del euro

Primero, por el juego del gallina entre Bruselas, Berlín y Atenas. No hay manera de arreglar este berenjenal sin mucho alarde de un poder inexistente por ambas partes. Lo que de verdad importa no va a ser la carga de la deuda griega. Las condiciones de pago ya se han ampliado y reducido el pago de los intereses, por lo que los pagos anuales no son muy onerosos. La batalla será por los planes de Syriza de reflotar la economía aumentando otra vez el gasto estatal y de una forma que los alemanes en especial no aprueban: aumentando los salarios del sector público, subiendo el salario mínimo y reforzando las prestaciones.

Dado que Grecia todavía necesita muchos préstamos nuevos del resto de la UE, parecerá que el resto del continente está subvencionando a sus habitantes. A Bruselas y Berlín no les queda otra que decir que no y Tsipras no tendrá más elección que desafiarles. Mientras eso siga así, habrá muchas amenazas de echar a Grecia del club y contra amenazas de marcharse. Y eso no puede más que desconcertar a los mercados de divisas. Al final, se llegará a un compromiso y Tsipras conseguirá lo que quiere.

Ignoren todo lo que lean sobre que no es posible llegar a un compromiso. La UE no puede permitir que un país se vaya del euro. La moneda única o es irreversible o se resquebrajará poco a poco y, si el euro fracasa, la credibilidad de la propia UE estará en juego. La mano griega es la más fuerte y en cuanto se ponga en evidencia el farol de la troika (la alianza de la UE, el BCE y el FMI), Tsipras ganará la partida. El precio de cualquier otra decisión es demasiado alto pero llegar hasta ese punto implicará mucho juego político.

Segundo, la victoria de Syriza animará a más partidos anti-austeridad en la periferia. El partido radical Podemos, una entidad muy similar a Syriza, ya sube en las encuestas de España ante las elecciones previstas en el país para final de año. Si el nuevo primer ministro italiano Matteo Renzi no consigue crear empleo en Italia enseguida (y hay pocos indicios de que lo haga), uno de los partidos anti-austeridad podría hacerse enseguida con el poder. ¿Y después? Francia u Holanda podrían ser las siguientes. En cuanto que un país revoque la austeridad y empiece a reflotar su economía, los demás países tendrán todos los incentivos para hacer lo mismo y no muchos factores en contra.

Por último, el programa de flexibilización cuantitativa del Banco Central Europeo no ha hecho más que empezar. Los 1,2 billones de euros anunciados hace una semana no alcanzan la cantidad desplegada por el Fed en EEUU ni el Banco de Inglaterra en el Reino Unido, en comparación con el tamaño de la economía. Además, la eurozona está en peor estado ahora que cualquiera de esos países entonces. Habrá mucho más dinero antes de que finalice y será una de las maneras de arreglar el desmadre griego.

Todo apunta a que el euro va a seguir cayendo. El tipo de cambio ya ha bajado hasta rondar 1,4 euros/dólar hace un año a 1,13 ahora. Ya se especula con que alcance la paridad 1/1 con el dólar, un nivel al que llegó brevemente poco después de su lanzamiento en el año 2000. Y ¿por qué iba a pararse ahí? Los fundamentos del dólar se refuerzan y los del euro se debilitan drásticamente. Allá en el año 2000, se sumergió fugazmente por debajo de 0,9/dólar. No se sorprendan si vuelve a hundirse en esas profundidades llegado el otoño.

En la eurozona hay muchos activos muy baratos, con cantidad de empresas de gran calidad en todas las grandes bolsas, con negocios globales sólidos que pueden prosperar pase lo que pase en su mercado interno. En un momento u otro, valdrá la pena comprarlas, especialmente para el que tenga dólares, pero ese momento será cuando la moneda se hunda por debajo de la paridad y, tras la victoria de Syriza, no está muy lejos.

* Director ejecutivo de Strategy Economics.

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