Claves del día

La crisis de Nicaragua tiene en riesgo a unos 100.000 empleos

La crisis no solo socava a la economia nicaragüese, también impacta ala región. Hasta la semana pasada, en las fronteras nicaragüenses había parados cerca de 20.000 contenedores de todas partes de Centroamérica.

2018-07-09

Por estrategiaynegocios.net

Nicaragua atraviesa la peor crisis sociopolítica de su historia reciente, que a la fecha ha sumado cientos de violaciones y arbitrariedades a los derechos humanos y pérdidas en la economía.

Hasta la semana pasada, en las fronteras nicaragüenses había parados cerca de 20.000 contenedores de todas partes de Centroamérica.

Unos 16.000 contenedores van con ruta del norte al sur de Centroamérica y 6.000 más vienen del sur que van al norte o a Puerto Cortés, que es el canal principal de transporte de carga pesada en la región.

"Tenemos 40 conductores de nacionalidad hondureña detenidos en algún punto de Nicaragua y que desde hace semanas no han podido regresar a sus casas", dijo Santiago Herrera, gerente del Centro de Investigaciones Económicas y Sociales del Consejo Hondreño de la EmpresaPrivada (Cohep).

Medios del vecino país reportaron ayer un ataque de policías y paramilitares a Diriamba y Jinotepe, adonde estaban quedadas decenas de transportistas hondureños.

Analistas de Nicaragua han calculado que los casi 90 días de crisis han ocasionado una caída del producto interno bruto (PIB) real de 0,8%, con impactos graves en producción de las actividades agrícola, pecuaria, industria manufacturera y comercio, hoteles y restaurantes.

Además, de una tasa de desempleo abierto de 13% y una tasa de desempleo equivalente relacionada con el subempleo de 13,1%, en total 26,1% de la población económicamente activa (PEA). Hay riesgo de destruir más de 98.900 puestos de trabajo y, tomando en cuenta el ejército de desempleados, 928.000 personas no generarían ingresos en este año.

Otro temor es el efecto en la tasa de inflación, cercana a 10%, que no solo está afectada por el mayor precio del barril de petróleo (US$73 en promedio), sino también por la escasez de productos y la especulación.

Antes de la crisis, en la frontera de Las Manos transitaban 130 contenedores y ahora cerca de cinco. En la frontera de Guasaule circulaban 330 y en estos días entre 30 y 35.

La semana pasada, el Banco Central de Nicaragua redujo de un 4,5 al 1% su previsión de crecimiento de la economía este año como resultado de los "disturbios que se han venido presentando".

Foto: Estrategia y Negocios

Domingo violento

Al menos 14 muertos dejó un enfrentamiento entre antimotines y paramilitares con manifestantes en el suroeste de Nicaragua, en un agravamiento de la violencia que amenaza un diálogo nacional, un día después de que el presidente Daniel Ortega descartara adelantar elecciones.

Hombres de civil, con capuchas negras y fuertemente armados, entraron con la policía a las seis de la mañana en Jinotepe y Diriamba, en el departamento de Carazo, derribando barricadas que habían levantado opositores, produciéndose un fuerte tiroteo, denunciaron testigos y grupos de derechos humanos.

'Esto ha sido un horror. Tenemos mínimo 14 muertos, pero pueden ser más. Se incluyen al menos un antimotín, un paramilitar y dos policías. La peor parte la llevó la resistencia (oposición)', dijo a la AFP la presidenta del Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh), Vilma Núñez.

La Policía atribuyó la muerte de sus dos efectivos a 'terroristas con armas de fuego' que estaban en las barricadas.

Ante la agudización de la violencia, que deja unos 250 muertes en casi tres meses de protestas contra el gobierno, la Conferencia Episcopal anunció que valora 'seriamente la continuación en el diálogo', del que es mediador.

'No podemos seguir sentándonos con los representantes de un gobierno que miente, que no acepta su responsabilidad y continúa atacando y masacrando a la población', dijo el obispo auxiliar de Managua, Silvio Báez, en la homilía de la misa dominical.

as incursiones en Diriamba, a 45 km de Managua, y Jinotepe, a 40 km, dejan también decenas de heridos y una veintena de detenidos, y sus hospitales estaban asediados por paramilitares y antimotines, según los grupos locales humanitarios.


Una decena de personas se resguardó en la basílica de San Sebastián de Diriamba, asediada por hombres armados, según testigos y religiosos. Los dos municipios fueron cercados por la policía, en tanto que quedaron incomunicados sin telefonía ni internet.

Palas mecánicas desmontaron las barricadas. Medios oficialistas celebraron que las vías de esa zona están despejadas y circulan ya más de 350 furgones de carga centroamericanos que estaban varados desde hacía más de un mes en el bloqueo de la carretera en Jinotepe.

'La represión de fuerzas combinadas es desproporcionada', declaró el secretario ejecutivo de la Asociación Nicaragüense Pro Derechos Humanos (ANPDH), álvaro Leiva.

El secretario ejecutivo de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), Paulo Abrao, aseguró en Managua que la 'situación sigue crítica' y su gravedad amerita una 'atención muy especial de parte de la comunidad internacional'

Abrao dijo que es urgente que cese 'la represión' y principalmente 'que se puedan desmantelar estos aparatos represivos progubernamentales que están actuando' impunemente en el país.

El sábado, en el acto en Managua, Ortega, exguerrillero de 72 años y quien gobierna desde 2007 por tercer periodo consecutivo, descartó un adelanto de los comicios.

'Las reglas no pueden venir a cambiarlas de la noche a la mañana simplemente porque se le ocurrió a un grupo de golpistas', aseguró el mandatario.

Báez advirtió que la Iglesia seguirá apostando por el diálogo, pero responsabilizó al gobierno 'si se rompe' por 'no haber querido encontrar una salida pacífica a esta crisis nacional que ellos mismos han provocado'.

'La historia los juzgará por intransigentes, mentirosos y soberbios', aseguró el prelado.

Las protestas iniciaron el 18 de abril contra una reforma a la seguridad social, pero ante la fuerte represión policial se ampliaron para exigir la salida de Ortega, a quien acusan de instaurar con su esposa Rosario Murillo una dictadura marcada por la corrupción y el nepotismo.

Para aumentar la presión contra Ortega, la Alianza Cívica llamó a una marcha el próximo jueves y a un paro nacional el 13 de julio, el segundo convocado en la crisis, luego de uno el 14 de junio con gran acogida de empresarios y trabajadores.

Con información de La Prensa y AFP.

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