Mauricio Macri asumió ayer la Presidencia de Argentina en un traspaso de mando atípico, marcado por la ausencia de su antecesora, Cristina Fernández, y con un llamado a la unidad de los argentinos para dejar de lado la confrontación y aprender 'el arte del acuerdo'. 'Gracias por acompañarnos. Tenemos que seguir juntos, esta Argentina la construimos todos juntos', exclamó Macri, asomado a uno de los balcones de la Casa Rosada, sede del Ejecutivo, ante una multitud congregada en la Plaza de Mayo, con banderas argentinas. Con la banda presidencial cruzada, el bastón de mando en la mano y flanqueado por su tercera esposa, la diseñadora Juliana Awada, y la pequeña hija de ambos, Antonia, el flamante mandatario dijo a los miles de congregados ante la Casa de Gobierno que su equipo tiene 'mucha vocación por hacer para que los argentinos vivan mejor'. (Fuente: EFE)