Luego, pusieron a la venta del Hospital Central Managua al Instituto Nicaragüense de Seguridad Social. Hoy son un conglomerado de empresas en diversos sectores económicos, que brindan empleo directo a 1.500 colaboradores. En reconocimiento a su éxito y trayectoria, ha recibido numerosos galardones.
Raúl Amador Torres, presidente y CEO del Grupo Invercasa, es un empresario nicaragüense optimista y visionario. De cara al 2033, percibe el futuro del conglomerado de sus empresas con expansión, diversificación, aporte al desarrollo de las comunidades y orgullo. "En 17 años, en el 2033, Grupo Invercasa será un grupo regional diversificado en áreas de finanzas, bienes raíces, telecomunicaciones, entretenimiento, servicios de alimentación, agroindustria, tercerización de servicios y será un referente en los mercados regionales y globales, como grupo innovador y tecnológico, pero sobre todo, como un grupo empresarial cuyos objetivos empresariales van a coincidir con el propósito de miles de familias centroamericanas que buscan la felicidad y la satisfacción de las necesidades familiares. Va a ser, como hoy, un orgullo trabajar en Grupo Invercasa", afirma.
Y hay que tomar sus palabras muy en serio, ya que 17 años atrás no existía el Grupo Invercasa, sino solamente el Puesto de Bolsa Invercasa, la empresa pionera del grupo empresarial que reunía a unos diez colaboradores. Hoy, es un conglomerado de empresas que emplea a 1.500 colaboradores directos y que incluye fincas cafetaleras, de yuca, el puesto de bolsa líder en Nicaragua, una firma desarrolladora inmobiliaria, de seguros y de software, entre otras. Además, el Grupo Invercasa ha desarrollado tres torres de edificios de oficinas, que albergan las oficinas de multinacionales, sedes diplomáticas, call centers, institutos de idiomas, etc.
Y una cafetería, Papa Otto, que ha incursionado en el negocio del catering exitosamente. "Lo más significativo que ha ocurrido en el Grupo Invercasa (en los últimos 17 años) es que hemos aprendido a medir el riesgo, hemos desarrollado una estrategia competitiva ganadora, hemos agregado ventajas competitivas importantes al grupo, ofrecemos al mercado soluciones de empresas grandes en un ambiente de empresa familiar, aquí todo cliente se vuelve un amigo del grupo, el servicio al cliente lo hemos convertido en un eje fundamental de toda la ejecución empresarial", define.
"Somos un grupo con una cultura de cambio orientada a resultados, eso aprendimos en todos estos años, si no cambias no sobrevives", refiere Amador Torres. El presidente y CEO recuerda que en 1999 desarrollaban las líneas de negocio de forma bastante empírica, sin embargo hoy cada empresa del grupo tiene una misión clara dentro de la comunidad donde operan, una visión de adónde quieren llegar, presupuestos claros y detallados con centros de costo y centros de utilidad bien definidos, tienen KPI (indicador clave de rendimiento) y KRI (indicador clave de riesgos), balance score card (BSC).
En fin, asegura que hoy cada gerente puede ver en su celular los resultados de su operación diaria, un elemento que hace 16 años resultaba impensable, pero que hoy la tecnología y la Unidad de Inteligencia de Negocios han sido cruciales en este logro. "Hoy estar a la altura de los procesos gerenciales modernos, e identificar las lí-neas de negocios vinculadas a los mercados globales y a la tecnología, es parte integral de nuestra estrategia, estamos pegándole mejor al blanco, estamos más claros de la importancia que ha tenido una filosofía empresarial apegada a las necesidades de la comunidad, las condiciones de las ventajas que nos ofrece Nicaragua y la necesidad de establecer operaciones que duren para siempre", insiste Amador Torres.Para el presidente del grupo nicaragüense, el tema de la sucesión no es una amenaza, ya que es un tema que ha venido abordando y trabajando el Grupo Invercasa.
De acuerdo con Amador si se analiza la historia de Nicaragua, puede observarse que desde 1914, año en que se produjo la primera invasión militar de Estados Unidos al país, el país no ha gozado de 25 años de paz continua, ya que han predominado golpes militares, dictaduras y conflictos armados en el territorio. Sin embargo, desde 1990, año que finalizó la guerra en Nicaragua, el país ha experimentado más de 25 años de paz social, lo que ha generado resultados positivos a la nación.
Por tanto, en un mundo globalizado, los desafíos son otros."El gran reto que tenemos en Nicaragua es cómo agregamos ventajas competitivas al país (electricidad barata, infraestructura, puertos, salud, transporte, crédito barato, insumos competitivos, educación y transferencia tecnológica) para que la inversión privada pueda ser atractiva", advierte el empresario.
Se trata, destaca, de lograr que como país "podamos competir en los mercados globales y con el surgimiento de nuevas tecnologías que están revolucionando la forma de hacer negocios y la manera de generar un producto, un bien o un servicio", refiere Amador.
El empresario insiste que en Nicaragua hay miles de manzanas de tierra en manos de miles de micro y pequeños campesinos, que la trabajan para su propia subsistencia, por tanto si no se les resuelve el problema de tecnología, de mercado, de financiamiento y de organización, jamás podrán salir de pobres, por ende considera que esta es una responsabilidad de todos.
"¿Cuántos puntos del PIB podríamos crecer, cuántos pobres podrían salir de la pobreza, si esas casi 500.000 manzanas de tierras poco productivas, pudiesen elevar su productividad de generar 150 dólares al año a generar 2.000 dólares promedio al año, como en El Salvador o en Costa Rica?", concluye Raúl Amador Torres, presidente y CEO del Grupo Invercasa.
