Empresas & Management

Los 3 errores empresariales más estúpidos y frecuentes

No seas superficial. No persigas demasiadas oportunidades. Y deja pasar las cosas sin importancia. Muchos nuevos emprendedores cometen errores terriblemente tontos que destruyen sus negocios incluso antes de que arranquen.

2018-05-28

Por Entrepreneur

Cometen estos graves errores no porque no sean inteligentes o tengan un IQ muy bajo o les falte experiencia… Los nuevos emprendedores se permiten estos errores porque no los consideran un error desde el principio. Por lo tanto, no invierten sus recursos en resolver estos problemas hasta que los problemas terminan por comérselos.

En este artículo encontrará los 3 errores más tontos que cometen los nuevos emprendedores y les daré una solución a largo pazo para cada uno.

1. Superficialidad

Vivimos en mundo superficial: falta de atención al detalle, trivialidades, no enfocarte en satisfacer a tus clientes…

En un mundo de 140 caracteres, muchos de nosotros construimos productos rápidamente buscando dinero fácil. El enfoque está más en "construir y vender rápido" que en la calidad o la originalidad de los productos o servicios. Muchos emprendedores, especialmente los novatos, caen en la trampa de la superficialidad.

éstos son los emprendedores que se rehusan a mejorar sus habilidades, que envían productos en mal estado y que ofrecen una terrible experiencia de usuario. Con estas condiciones, es fácil entender por qué hay startups que no ven la luz del sol. ¿Cuál es la solución?

  • Obsesiónate con tus clientes. Tu startup existe para servir a tus clientes. Obsesiónate con complacerlos a través de tu producto.
  • Atención al detalle que raye en la obsesión. Antes de construir o enviar cualquier producto, revisa cada pequeño detalle con muchísimo cuidado. No te conformes. No dejes que tu equipo descanse hasta que tengas un proyecto que esté por encima de tus expectativas de calidad.
  • Aprendizaje constante. El conocimiento es el antídoto de la superficialidad. Sigue aprendiendo para que puedas satisfacer a tus clientes con un valor inagotable… Así te convertirás en la referencia con mayor credibilidad de la industria.
Al final, deshacerte del hábito de la superficialidad requiere de un cambio en tu mentalidad. Puedes deshacerte de esto con la práctica constante y obsesionándote con la calidad. Esto significa enfocarte en hacer algo muy bien antes de pasar al próximo producto.

Hablemos de esto ahora.

2. Perseguir dos conejos a la vez

Los fundadores amateurs suelen tener muchas ideas a la vez, llenando sus tiendas en línea con una gran cantidad de productos y re-escribiendo su misión constantemente para ajustarla a sus ofertas. Pero, ¿esto funciona tan bien como ellos creen? La verdad es que no.

Un amigo mío que es diseñador web freelance me dijo que acababa de agregar el servicio de creación de contenido a la oferta de servicios que ya tenía. "Quiero aumentar mis ingresos" me contó emocionado.

Foto: Estrategia y Negocios



Le dije que no lo hiciera. Le dije que se enfocara en convertirse en el mejor diseñador web que hubiera en el mercado. Pero no siguió mi consejo. La última vez que hablé con él ya había renunciado a su carrera como freelance.

Obviamente se sentía frustrado porque estaba persiguiendo más de un conejo a la vez. Como dijo Confucio, "Un hombre que persigue a dos conejos no alcanza a ninguno". No ofrezcas dos servicios o productos a la vez.

Lo que necesitas como emprendedor es credibilidad, no dinero. Y la única forma de convertirte en esa persona confiable es enfocándote en refinar y mejorar tus habilidades, tu producto y lo que ofreces. Sólo así conseguirás que tus clientes hablen de ti como el mejor proveedor de ese servicio o producto en particular.

3. Ignorar pequeños detalles

Los nuevos emprendedores no se preocupan por una coma fuera de lugar en su página web. "Es un problema pequeño" dicen. Un link roto en su página de Facebook no es algo grave. "Es un detalle sin importancia" dicen. ¿Un comentario negativo de sus clientes? "Es un cliente con mal carácter" dicen. "Es un detalle sin importancia".

Pero, ¿no tiene importancia? La realidad es que no hay detalles pequeños. Estos son problemas serios. Recuerda que todos los problemas son pequeños antes de convertirse en situaciones incontrolables.

Por cosas como éstas es que Friendster no tuvo éxito. Era la red social más popular en 2003 y Google quería comprarla por 30 millones de dólares. Pero perdió su empuje en 2006 por problemas técnicos "sin importancia", abriendo el camino para que Facebook revolucionara la industria.

Esa pequeña coma fuera de lugar en tu página web puede convertirse en un tsunami de problemas de credibilidad. Un error de ortografía puede hacerte parecer una compañía falsa o poco confiable. Protege tu marca. Resuelve los pequeños detalles. Corrígelos… rápido.

Conclusión
Cuando estás empezando en el mundo de los emprendedores, lo primero que debes hacer es evitar estos errores garrafales en los negocios, sin importar qué tan insignificantes parezcan.

No seas superficial a la hora de responder a las dudas de tus clientes. Date el tiempo de informarles bien lo que necesitan saber. No persigas demasiadas oportunidades a la vez porque terminarás sobrecargado. Mejor enfócate en proveer un producto y asegúrate de que sea el mejor del mercado.

No ignores los detalles porque pueden convertirse en problemas serios. Atácalos desde el principio para que no destruyan tu compañía. Todos cometemos errores, incluso los emprendedores más experimentados, pero aprender a solucionar estos 3 puede salvar tu pequeña startup desde el inicio.

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