Por El Nuevo Herald/Computer Hoy
La demanda presentada ante un tribunal de Nueva York por la empresa francesa Kering SA y varias de sus marcas es un revés para los esfuerzos de Alibaba de asegurar a empresas y reguladores de que toma medidas para mantener los productos falsos fuera de sus plataformas de venta.
Alibaba afirmó que la demanda 'no tiene base' y anunció que lucharía contra las acusaciones. En un comunicado, la empresa asiática indicó que tiene un 'sólido historial' de cooperación con las marcas para proteger su propiedad intelectual. Al parecer, Kering ya trató en julio del año pasado llegar a un acuerdo con Alibaba para que impusiese estrictas medidas y llevase un severo control sobre la venta de falsificaciones de sus productos en su ecommerce. Pero, a la vista de los resultados, parece que las medidas tomadas por Alibaba para frenar la venta de falsificaciones han sido pocas o nulas, con lo que Kering ha vuelto a la carga.
Según Kering, el gigante del ecommerce es perfectamente consciente de que en su web se venden falsificaciones, pero no hace nada al respecto. La opinión del gigante de la venta online sobre todo este tema es que se trata de un 'litigio desperdiciado' y que bien podría Kering emplear todos estos esfuerzos en acabar con la venta ambulante de sus productos falsificados, más que en Alibaba.
Alibaba es la compañía de venta online más grande del mundo. Para hacernos una idea, logró vender en 2013 tanto como Amazon y eBay juntas. Jack Ma, quien fundó la compañía en 1999, es el hombre más rico de China y se estima que su fortuna está valorada en US$26.500 millones.
Ahora, el gigante del ecommerce se enfrenta a una demanda que le conviene ganar, pues de lo contrario se enfrentaría al pago de US$2 por cada producto falsificado que se venda en su tienda online. Esta cifra que a priori puede pasar un tanto desapercibida si la vemos de manera aislada, se convierte en una auténtica fortuna si tenemos en cuenta la cantidad de transacciones que se llevan a cabo en la tienda online
La demanda presentada ante un tribunal de Nueva York por la empresa francesa Kering SA y varias de sus marcas es un revés para los esfuerzos de Alibaba de asegurar a empresas y reguladores de que toma medidas para mantener los productos falsos fuera de sus plataformas de venta.
Alibaba afirmó que la demanda 'no tiene base' y anunció que lucharía contra las acusaciones. En un comunicado, la empresa asiática indicó que tiene un 'sólido historial' de cooperación con las marcas para proteger su propiedad intelectual. Al parecer, Kering ya trató en julio del año pasado llegar a un acuerdo con Alibaba para que impusiese estrictas medidas y llevase un severo control sobre la venta de falsificaciones de sus productos en su ecommerce. Pero, a la vista de los resultados, parece que las medidas tomadas por Alibaba para frenar la venta de falsificaciones han sido pocas o nulas, con lo que Kering ha vuelto a la carga.
Según Kering, el gigante del ecommerce es perfectamente consciente de que en su web se venden falsificaciones, pero no hace nada al respecto. La opinión del gigante de la venta online sobre todo este tema es que se trata de un 'litigio desperdiciado' y que bien podría Kering emplear todos estos esfuerzos en acabar con la venta ambulante de sus productos falsificados, más que en Alibaba.
Alibaba es la compañía de venta online más grande del mundo. Para hacernos una idea, logró vender en 2013 tanto como Amazon y eBay juntas. Jack Ma, quien fundó la compañía en 1999, es el hombre más rico de China y se estima que su fortuna está valorada en US$26.500 millones.
Ahora, el gigante del ecommerce se enfrenta a una demanda que le conviene ganar, pues de lo contrario se enfrentaría al pago de US$2 por cada producto falsificado que se venda en su tienda online. Esta cifra que a priori puede pasar un tanto desapercibida si la vemos de manera aislada, se convierte en una auténtica fortuna si tenemos en cuenta la cantidad de transacciones que se llevan a cabo en la tienda online
