Empresas & Management

Empresas chinas acelera su independencia económica de EEUU

Este domingo entrará en vigor, en principio, una nueva tanda de aranceles en Estados Unidos contra productos chinos, principalmente electrónica y ropa deportiva.

2019-12-12



Por AFP

Tras 19 meses de guerra comercial, las empresas chinas redoblan esfuerzos para reducir su dependencia de Estados Unidos, una tendencia llamada a prolongarse incluso en caso de un acuerdo bilateral, advierten los analistas.

El diferendo entre ambas potencias, que penaliza a las compañías chinas que exportan, se traduce en la imposición mutua de aranceles por valor de cientos de miles de millones de dólares al año.

Este domingo entrará en vigor, en principio, una nueva tanda de aranceles en Estados Unidos contra productos chinos, principalmente electrónica y ropa deportiva.

'Los efectos de la guerra comercial se hacen sentir cada vez más en el conjunto de la economía china', destaca Max Zenglein, del Instituto Mercator para los Estudios Chinos (Merics) de Alemania.

Las exportaciones de China registraron en noviembre su cuarto mes consecutivo a la baja (-1,1% interanual), en particular las destinadas a Estados Unidos (-23%).

'Estamos en las primeras fases del desenganche' que haría que las economías china y estadounidense fueran menos interdependientes, según Zenglein.

El analista apunta que este fenómeno va para largo. 'La salida de las negociaciones solo tendrá impacto en la rapidez y el alcance del proceso [...] pero no lo revertirá', cuatro décadas después de que se iniciara un acercamiento entre las economías de ambos países, que permitió que China se convirtiera en la segunda potencia mundial.

Otros mercados

'Tenemos un desenganche por ambas partes', considera el presidente de la Cámara de Comercio de la Unión Europea (UE) en China, Jörg Wuttke.

'China se dio cuenta de que no puede contar con ciertos proveedores extranjeros' tras la prohibición de Washington a las empresas estadounidenses de vender ciertos componentes clave a los gigantes chinos de las telecomunicaciones Huawei y ZTE.

Esta última compañía llegó a estar al borde de la quiebra antes de que el presidente Donald Trump diera marcha atrás en su decisión y salvara 'in extremis' al grupo de 75.000 empleados.

La guerra comercial encareció además el coste de los productos chinos a ambos lados del pacífico.

'Asumimos cerca del 70% de los aranceles suplementarios estadounidenses y nuestros clientes estadounidenses el 30%', explicó Liu, director de una empresa de confitería de la provincia de Shanxi (norte), que no deseó dar su nombre completo.

Además, el enfrentamiento Pekín-Washington es un factor de incertidumbre para las empresas chinas, que buscan nuevos mercados para protegerse de eventuales subidas de aranceles en Estados Unidos.

'Mantenerse invencible'

'Este año, nuestras exportaciones a Estados Unidos se redujeron a la mitad', indicó a la AFP una vendedora del sector textil de la provincia de Zhejiang (este), que se vuelca ahora en sus clientes en Europa y áfrica.

'En el primer semestre, no tuvimos ningún pedido en Estados Unidos. Así que ahora nos concentramos en India y en el sureste asiático', precisó Liang, un fabricante de ordenadores y tabletas de Shenzhen (sur), la capital china de la electrónica.

Además diversificó sus cadenas de suministro para reducir su dependencia de los componentes estadounidenses.

En un contexto de tensiones con Washington -una 'nueva Guerra Fría', según algunos analistas-, China trata de salir adelante sin los productos 'made in USA'.

'Tan solo poseyendo una tecnología independiente', el país podrá 'mantenerse invencible', declaró en mayo el presidente chino, Xi Jinping.

En este sentido, Pekín trata de desarrollar un sistema operativo que sustituya en sus ordenadores al ultradominante Windows de Microsoft.

Pero progresar sin la tecnología estadounidense quizá sea tan fácil.

'Cuando uno abre un celular ZTE, y esto también vale para Huawei, uno ve que los componentes vienen de todo el mundo', considera Samm Sacks, analista del centro de reflexión New America.

'En muchos sentidos, esta retórica nacionalista no concuerda con la realidad, pues la interdependencia es muy grande' en el ámbito de la tecnología.

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