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Siria: Asad podría aspirar a la reelección

El presidente sirio, Bashar Al Asad, afirmó que existen 'muchas posibilidades' de que aspire a la reelección en junio, en una entrevista concedida a la AFP en vísperas de la conferencia de paz Ginebra II, en la cual la oposición pretende que se aleje del poder.

    2014-03-12

    Jefe de Estado dijo que la oposición es una 'creación' de los servicios de inteligencia extranjeros.

    Por: AFP

    El presidente sirio, Bashar Al Asad, afirmó que existen 'muchas posibilidades' de que aspire a la reelección en junio, en una entrevista concedida a la AFP en vísperas de la conferencia de paz Ginebra II, en la cual la oposición pretende que se aleje del poder.

    El mandatario sostuvo que la guerra contra los rebeldes será aún larga y advirtió de que una derrota de su régimen sembraría 'el caos' en Oriente Medio.

    La conferencia internacional sobre Siria, que se abrirá el miércoles en Ginebra, reunirá por primera vez a los representantes del poder y la oposición con el fin de buscar una salida política a un conflicto que desde marzo de 2011 ha dejado más de 130.000 muertos.

    'Considero que nada me impide presentar mi candidatura […] y si la opinión pública lo pide, no dudaré un segundo en hacerlo', dijo Asad, alejando la perspectiva de ceder el poder, como reclama la oposición, que aceptó ir a Ginebra a condición de que se abra una transición política en el país.

    'En resumen, podemos decir que hay muchas posibilidades de que presente mi candidatura', subrayó.

    Asad, de 48 años, llegó al poder en julio del año 2000, como sucesor de su padre, Hafez Al Asad, fallecido un mes antes, tras haber dirigido el país durante tres décadas. Fue reelegido en 2007, por un mandato de siete años.

    El jefe de Estado negó cualquier posibilidad de admitir en su gobierno a representantes de la oposición, a la que acusó de ser una 'creación' de los servicios de inteligencia extranjeros.

    'Todos saben ahora que algunas de las partes [de la oposición] surgieron durante la crisis a través de los servicios de inteligencia extranjeros, en Catar, en Arabia Saudí, en Francia, en Estados Unidos o en otros países. Si me siento con esa gente, eso significa que negocio con esos países', recalcó.

    Ironizó sobre los dirigentes de la oposición en el exilio, que aseguran 'controlar el 70% de Siria pero no se atreven a venir a ese 70% de zonas supuestamente liberadas'.

    Los opositores 'vienen hasta la frontera media hora y luego huyen ¿Cómo pueden entonces ser miembros del gobierno? ¿Acaso un ministro puede ejercer sus funciones desde el exterior? Son ideas irrealistas, podemos considerarlas como una broma', declaró.

    'La guerra aún será larga'

    Asad reivindicó los avances de sus tropas en la guerra contra los 'terroristas', un término con el que descalifica a todos los insurgentes.

    'Podemos decir que realizamos progresos en la lucha antiterrorista, pero eso no significa que la victoria sea inminente. Este tipo de batalla es complicado, no es fácil y exige mucho tiempo', admitió'.

    'Pero cuando uno defiende a su país, sólo tiene una alternativa: vencer', sentenció Asad, que nunca ha reconocido la existencia de una oposición a su régimen.

    La rebelión empezó de forma pacífica, pero se enfrentó a una represión violenta y fue tomando un cariz militar. El conflicto se hizo más complejo con los enfrentamientos entre rebeldes y yihadistas, hasta hace poco unidos en la lucha contra el régimen.

    Según Asad, 'no se trata de una revuelta popular contra un régimen que oprime a su pueblo ni de una revolución por la democracia y la libertad, como los medios occidentales lo han presentado'. 'Una revolución popular no podría durar tres años y fracasar, una revolución no puede responder a agendas externas', declaró.

    El jefe de Estado se negó a efectuar cualquier distinción entre grupos rebeldes y yihadistas. 'Nos hallamos frente a un solo bando, a saber, el de las organizaciones terroristas extremistas, independientemente de los nombres que les den los medios occidentales', afirmó.

    Para Asad, la conferencia de Ginebra II tiene que fijarse como prioridad la lucha contra el 'terrorismo' en Siria. 'La conferencia de Ginebra tiene que alcanzar resultados claros en lo que respecta a la lucha contra el terrorismo (…), esa sería la decisión, el resultado más importante de la conferencia. Cualquier resultado político que no incluyera la lucha contra el terrorismo carecería de valor', afirmó.

    Aseguró, además, que una derrota de su régimen sembraría el caos en toda la región. 'Si Siria pierde la batalla, el caos se instalará en todo Oriente Medio', advirtió.

    La conferencia tiene como objetivo la aplicación de un acuerdo alcanzado en Ginebra en 2012, que prevé la formación de un gobierno de transición con plenos poderes, pero que no menciona el papel de Asad. El proceso se inició a iniciativa de Estados Unidos, que respalda a la oposición, y de Rusia, aliada del régimen sirio.

    'No hay guerra limpia'

    Asad destacó los acuerdos de alto el fuego 'localizados' que en estas últimas semanas alcanzaron los rebeldes y el régimen en la zona de Damasco. 'Esas iniciativas pueden ser más importantes que Ginebra II (...), esas reconciliaciones pueden limitar el derramamiento de sangre', aseguró.

    El mandatario, que vive en Damasco con su esposa y sus tres hijos, afirmó que en los tres años de conflicto nunca ha pensado en huir de su país. 'Huir no es una opción en estos casos. Debo estar en primera línea de los defensores de la patria. Este era el único escenario desde el primer día de la crisis', declaró.

    Y aseguró que sus tropas no han cometido 'ninguna masacre' desde el inicio de la guerra, al tiempo que acusó a los rebeldes de perpetrar matanzas indiscriminadas de civiles. 'El estado sirio siempre defiende a los civiles. Las fotos y los vídeos confirman que los autores de las masacres son los terroristas. No hay ningún documento que demuestre que el gobierno sirio haya cometido alguna desde el inicio de la crisis', sostuvo.

    La ONU y las organizaciones internacionales han acusado tanto al régimen como a fuerzas rebeldes de haber perpetrado todo tipo de atrocidades.

    Asad sostuvo que 'el ejército no bombardea regiones, sino los lugares donde se hallan los terroristas', aunque admitió que puede haber víctimas civiles. 'Desgraciadamente, eso ocurre en todas las guerras. No hay una guerra limpia, sin víctimas inocentes', declaró.

    Asad justificó, además, la participación de combatientes del Hezbolá libanés junto a sus tropas, como respuesta a la presencia de 'combatientes de decenas de países' alistados contra su régimen.

    Estimó, sin embargo, que 'la partida de todos [los combatientes] no sirios es uno de los elementos de la solución' del conflicto.

    Reveló, por otro lado, haber rechazado las peticiones de colaboración de servicios occidentales que pretendían cooperar con Damasco en materia de lucha antiterrorista. 'Nuestra respuesta ha sido que la colaboración en materia de seguridad es indisociable de la colaboración política y que esta no puede darse con países que adoptan posiciones políticas hostiles a Siria', declaró.

    Y calificó a Francia de país 'vasallo' de Catar y de Arabia Saudí, a cambio de sus 'petrodólares'.

    La entrevista, que duró unos 45 minutos, se llevó a cabo en la biblioteca del palacio del Pueblo. Las tres primeras preguntas y respuestas fueron grabadas por los servicios de la presidencia. El fotógrafo de la AFP fue autorizado a sacar fotografías.

    Al ser interrogado sobre lo que había cambiado en su vida desde el inicio del conflicto, Asad respondió: 'vivimos como antes'. Aunque contó que le cuesta hallar una buena respuesta cuando sus hijos, al igual que cualquier niño sirio, le preguntan '¿por qué hay tanta gente mala?' 'No es fácil explicar esas cosas a los niños', comentó.

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