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Shell, otra vez en la mira del gobierno argentino

La petrolera anglo-holandesa Shell vuelve a estar en la mira del gobierno argentino que la acusó de especular contra el peso y ahora le reprocha el aumento este lunes de 12% en las gasolinas, cuando busca frenar la inflación.

    2014-04-30

    La petrolera anglo-holandesa Shell vuelve a estar en la mira del gobierno argentino que la acusó de especular contra el peso y ahora le reprocha el aumento este lunes de 12% en las gasolinas, cuando busca frenar la inflación.

    Por: AFP

    El jefe de Gabinete (coordinador de ministros), Jorge Capitanich, acusó este lunes a la petrolera de tomar 'una actitud unilateral, contraria a los intereses de Argentina, para perjudicar'.

    'Estábamos en una estrategia de diálogo entre las partes, de trabajar la cadena de valor para generar condiciones de abastecimiento y se adoptó una actitud contraria al interés de la Argentina; es una decisión unilateral para perjudicar', dijo en su cotidiana conferencia de prensa.

    Diez días atrás, el ministro de Economía, Axel Kicillof, había acusado a la empresa de realizar ataques especulativos contra el peso argentino, volviendo a encender una antigua disputa con la petrolera.

    Shell, en cambio atribuyó en un comunicado el aumento del 12% a 'la evolución de distintas variables que afectan el mercado de los combustibles en la Argentina'.

    'Estamos haciendo un traslado parcial del fuerte incremento en pesos que se está produciendo en el costo del petróleo crudo, nuestro principal insumo', dijo Shell.

    El peso argentino acumula una caída de 38,7% en los últimos 13 meses y de 18% en lo que va del año, mientras la inflación, según estimaciones privadas, se ubica en torno a 30% anual.

    Se trata del segundo incremento que aplica esta empresa en 2014, ya que a principios de año había aumentado sus productos un promedio de 7%, al igual que la petrolera estatal argentina YPF.

    Shell llevó este lunes el precio de la nafta 'premium', la más cara, a 11,86 pesos (1,47 dólares) por litro, mientras que la estatal YPF, principal actor en el mercado hidrocarburífero argentino, la ofrece a 9,99 pesos (1,24 dólares).

    El presidente de Shell Argentina, Juan José Aranguren, rechazó las acusaciones de Capitanich, en declaraciones formuladas el lunes a radio Mitre y consideró que 'cuando se utilizan palabras como conspiración se está abusando'.

    El roce es un nuevo capítulo de una larga disputa entre el gobierno y la petrolera anglo-holandesa, que cuenta con unas 700 estaciones de gasolina en todo el país y una refinería, con alrededor de 20% del mercado.

    En 2005, el gobierno de Néstor Kirchner (2003-2007), el fallecido esposo de la actual mandataria, Cristina Kirchner, llamó públicamente a boicotear las ventas de la petrolera, tras un aumento de precios y tres años más tarde la empresa fue multada, acusada de provocar desabastecimiento, aunque luego la justicia la exculpó.

    El gobierno, que viene denunciando 'ataques especulativos' e intentos de 'golpes de mercado' para desestabilizarlo, pretende retrotraer los precios a los niveles previos a la devaluación.

    En los últimos diez días, tras la depreciación del peso, se produjo un fuerte remarque de precios en supermercados y otros sectores como la construcción, que superó ampliamente las fluctuaciones del dólar.

    Una iniciativa lanzada por las redes sociales llama a los argentinos a dejar de comprar por un día en los supermercados, el próximo 7 de febrero con el fin de 'parar esta especulación perversa', según el texto de la convocatoria.

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