Presidente electo de El Salvador rechaza desdolarizar la economía

El presidente electo salvadoreño, Salvador Sánchez Cerén, completó hoy el Gabinete que le acompañará en su gestión a partir del 1 de junio y descartó suprimir la dolarización de la economía del país vigente desde 2001.

"No vamos en ningún momento pensando desdolarizar la economía", aseguró el próximo presidente de El Salvador en una rueda de prensa, en la que anunció los ministros y viceministros que estaban pendientes desde el 31 de marzo pasado, cuando designó los primeros.

El gabinete de Sánchez Cerén refleja continuidad respecto al Gobierno saliente que preside su copartidario Mauricio Funes, con la ratificación de cuatro de los 13 ministros y con el ascenso de dos viceministras a ministras, entre otros.

Los otros ministros y viceministros son diputados del gobernante Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) y profesionales de sectores "amigos" del partido en el poder, según el mandatario electo.

El FMLN va con Sánchez Cerén a su segundo mandato consecutivo de cinco años (2014-2019).

Ante preguntas sobre vías para enfrentar la crisis económica del país, Sánchez Cerén lamentó que no se pueda recurrir a una política monetaria porque desapareció con la dolarización, y aunque criticó este mecanismo, no lo suprimirá porque se le puede sacar provecho.

Señaló que la dolarización "ha sido un factor que ha impedido el crecimiento económico de forma sostenida" en el país, indicador que alcanzó el 1,9 % el año pasado, según datos oficiales.

Sin embargo, el presidente electo argumentó que la dolarización tiene "algunos espacios" y "hay que analizarla en el sentido (de) cómo se puede aprovechar más ese mecanismo para fortalecer el crecimiento sostenido de la economía del país".

Este mecanismo fue implantado por el Gobierno de Francisco Flores (1999-2004), ahora prófugo por un proceso de presunta corrupción.

Sánchez Cerén explicó que se ha "adelantado" a nombrar todos los ministros porque les tiene que tomar juramento el 1 de junio tras su investidura, pero siguen pendientes de designación los titulares de instituciones autónomas y superintendencias, entre otros cargos.

Aseveró que los miembros de su Gabinete "son personas idóneas, con capacidad", experiencia y "compromiso con el país", y destacó "la importancia de la participación de la mujer", pues hay varias ministras y viceministras.

Los nuevos ministros deben "fortalecer la cultura de transparencia, de austeridad, de racionalidad en el gasto" público, y "también garantizar una administración con elevados niveles de eficiencia", subrayó.

Con los nombramientos anunciados este miércoles, el Gabinete de Sánchez Cerén lo integrarán los ratificados ministros de Defensa, David Munguía Payés; Turismo, José Napoleón Duarte; Obras Públicas, Gerson Martínez, y de Hacienda, Carlos Cáceres.

Se suman las ministras de Salud y de Medio Ambiente, Violeta Menjívar y Lina Pohl, respectivamente, ambas viceministras actuales.

Los diputados del FMLN Benito Lara y Orestes Ortez serán los ministros de Justicia y Seguridad Pública, y de Agricultura y Ganadería, respectivamente.

Otros nuevos ministros son los de Economía, Tharsis Salomón López; Educación, Carlos Canjura; de Gobernación, Ramón Valencia, y de Trabajo, Sandra Guevara.

El canciller será de nuevo Hugo Martínez, quien dejó el cargo en el Gobierno saliente para ocupar el de secretario general del Sistema de la Integración Centroamericana.

Sánchez Cerén comentó que al menos "13 jefes de Estado y de Gobierno" asistirán a su investidura, además de un centenar de delegaciones internacionales.

Anunció que, aunque trabajará y realizará sus actividades oficiales en la Casa Presidencial, no ocupará la residencia privada presidencial, sino que seguirá en su vivienda familiar.

El nuevo Gobierno salvadoreño tendrá entre sus principales retos cambiar las políticas de seguridad y economía porque no han logrado su propósito, según una encuesta presentada hoy por el Instituto Universitario de Opinión Pública, de la jesuita Universidad Centroamericana.

La encuesta ubicó a Funes como el mandatario mejor evaluado en la historia reciente de El Salvador, pero con una deuda en seguridad.