La sequía de dos años consecutivos por efectos del fenómeno climatológico de El Niño, acabó con el veinte por ciento de los pozos en la zona rural y como consecuencia se espera que el período seco de Nicaragua en 2016 sea duro en cuanto a la disponibilidad de agua en ciertas zonas del país, donde la recarga del manto acuífero fue somera en 2015.
Sergio Gámez, especialista en recursos hídricos explica que la zona rural se ha visto afectada porque la mayoría de los pozos son excavado de forma artesanal sobre el nivel freático, a menos de treinta metros de profundidad.
"Estamos hablando que son acuíferos de poco espesor o usan por bomba de mecate que no son muy eficientes, que no están en el nivel freático y en la zona rural la mayoría usa este sistema, por eso la afectación en esta zona ha sido fuerte", comentó Gámez.
Pero la sequía no solo afectó la zona rural: en la zona urbana hubo un descenso en los niveles del manto freático producto de la sequía, de tal manera que los horarios de racionamientos de agua potable podrían extenderse el año próximo, explicó el especialista.
Luis ángel Montenegro, director de la Autoridad Nacional del Agua (Ana) ha explicado que efectivamente los reservorios de agua a nivel nacional han sido afectado seriamente por la escasez de lluvias de mayo a noviembre, pero se desconoce la magnitud del año porque el país no cuenta con un inventario de recursos hídricos.
No obstante Katherine Vammen especialista en recursos hídricos, en una investigación realizada por Centro para la Investigación en Recursos Acuáticos de Nicaragua (Cira/Unan) ve un panorama difícil para el próximo año, pues los efectos del cambio climático han causado estragos en los últimos años.
Vammen revela que producto de la sequía se esperan condiciones de escasez que impacten en el bienestar de la población, sumando a esto el incremento de la población, podría "causar un desequilibrio en la oferta y demanda de agua potable como producto del cambio de clima, afectando a grupos más vulnerables".
