Por José Barrera - estrategiaynegocios.net
El Salvador aprovechará la luz del sol para producir energía eléctrica, sumando así una nueva fuente a su matriz energética, que se sustenta en fuentes hidroeléctricas, térmicas (a base de petroderivados), biomasa (a partir de desechos de la industria azucarera) y geotérmia.
El proyecto es el primero de su tipo en el mercado y está a cargo de la francesa Neoen y socios locales, quienes desarrollarán el parque en las cercanías del aeropuerto internacional monseñor óscar Arnulfo Romero, unos 50 km al sur de San Salvador.
La planta que entrará en operación en marzo de 2017 tendrá la capacidad de producir 101 MW y se desarrolla en un terreno de 120 manzanas de extensión, donde se instalarán alrededor de 300.000 páneles solares.
Emmanuel Pujol, gerente general de Neoen, dijo a E&N que el proyecto dará estabilidad a los precios, ya que buena parte de la producción se comercializará mediante el esquema de contratos de largo plazo.
'Nosotros, como Neoen, tenemos 800 MW de en construcción y operación, tenemos mucha experiencia en este tipo de energía', dijo Pujol, que añadió que la empresa decidió invertir en El Salvador con una visión de largo plazo.
Gustavo Simán, presidente de Providencia Solar -la firma que operará la planta- dijo que franceses y salvadoreños se fijaron como objetivo participar en la licitación de 2014, la cual ganaron, y por ello decidieron ampliar la capacidad y lograr un acuerdo adicional.
La central fotovoltaica es construida con fondos propios de Neoen ($33 millones) y financiada por el BID (US$88 millones) y el fondo canadiense para el cambio climático, Proparco ($30 millones), estos últimos fondos cedidos a un plazo de 18.5 años.
El proyecto consta de una planta de 76 MW (capacidad asignada mediante la licitación de 2014) y de otra de 25 MW.
'En la primera etapa hay 120 manzanas de terreno, tenemos más terreno colindante, otras 100 manzanas para futuros desarrollos', dijo Simán.
Neoen planea destinar el 3% de los ingresos por la generación de energía en financiar programas sociales de las zonas vecinas de la nueva generadora de energía.
El Salvador aprovechará la luz del sol para producir energía eléctrica, sumando así una nueva fuente a su matriz energética, que se sustenta en fuentes hidroeléctricas, térmicas (a base de petroderivados), biomasa (a partir de desechos de la industria azucarera) y geotérmia.
El proyecto es el primero de su tipo en el mercado y está a cargo de la francesa Neoen y socios locales, quienes desarrollarán el parque en las cercanías del aeropuerto internacional monseñor óscar Arnulfo Romero, unos 50 km al sur de San Salvador.
La planta que entrará en operación en marzo de 2017 tendrá la capacidad de producir 101 MW y se desarrolla en un terreno de 120 manzanas de extensión, donde se instalarán alrededor de 300.000 páneles solares.
Emmanuel Pujol, gerente general de Neoen, dijo a E&N que el proyecto dará estabilidad a los precios, ya que buena parte de la producción se comercializará mediante el esquema de contratos de largo plazo.
'Nosotros, como Neoen, tenemos 800 MW de en construcción y operación, tenemos mucha experiencia en este tipo de energía', dijo Pujol, que añadió que la empresa decidió invertir en El Salvador con una visión de largo plazo.
Gustavo Simán, presidente de Providencia Solar -la firma que operará la planta- dijo que franceses y salvadoreños se fijaron como objetivo participar en la licitación de 2014, la cual ganaron, y por ello decidieron ampliar la capacidad y lograr un acuerdo adicional.
La central fotovoltaica es construida con fondos propios de Neoen ($33 millones) y financiada por el BID (US$88 millones) y el fondo canadiense para el cambio climático, Proparco ($30 millones), estos últimos fondos cedidos a un plazo de 18.5 años.
El proyecto consta de una planta de 76 MW (capacidad asignada mediante la licitación de 2014) y de otra de 25 MW.
'En la primera etapa hay 120 manzanas de terreno, tenemos más terreno colindante, otras 100 manzanas para futuros desarrollos', dijo Simán.
Neoen planea destinar el 3% de los ingresos por la generación de energía en financiar programas sociales de las zonas vecinas de la nueva generadora de energía.
El proyecto se construye en el departamento de La Paz, a 10 minutos del aeropuerto internacional monseñor óscar Arnulfo Romero.
