La NASA dio a conocer el lunes sus hallazgos más recientes en su búsqueda de exoplanetas, y en un anuncio reveló que incorporó a 219 nuevos candidatos a esa lista.
De éstos, 10 son potencialmente rocosos y situados a distancias habitables de sus estrellas que permitirían encontrar agua en estado líquido (y que podrían albergar vida).
Los descubrimientos son cortesía del telescopio espacial Kepler, pionero de la NASA y ojo de la raza humana cuando se trata de detectar planetas potencialmente habitables más allá de nuestro sistema solar.
Kepler está diseñado para encontrar planetas rocosos -no gaseosos como Júpiter- que se encuentran en zonas habitables de estrellas, donde las temperaturas son lo suficientemente templadas para albergar potencialmente la vida como la conocemos.
De particular importancia en este nuevo lote es KOI-7711, que podría ser un primo cercano de la Tierra debido a su tamaño y distancia a su estrella parecida al Sol. KOI significa Kepler Object of Interest (objeto de interés de Kepler, en español).
'Hay mucho que no sabemos sobre este planeta', reconoció Susan Mullally, investigadora del telescopio Kepler, por lo que considera aventurado afirmar que KOI-7711 es un gemelo de la Tierra con una atmósfera similar y agua líquida.
Kepler identifica posibles planetas al observar un oscurecimiento del brillo de una estrella cuando un planeta se cruza delante de ésta. 'El último catálogo de Kepler de candidatos a planeta se creó utilizando los análisis más sofisticados, produciendo la cuenta más completa y fiable de los mundos distantes a la fecha', asegura la NASA.
Hasta ahora, las misiones de Kepler han identificado más de 4,000 planetas candidatos. El último gran grupo de la misión K2 de Kepler data de julio de 2016 cuando se anunciaron más de 100 nuevos exoplanetas.
Hasta el momento, los científicos de la NASA han utilizado a Kepler para identificar alrededor de 50 planetas de tamaño terrestre en las Zonas Goldilocks de sus estrellas, donde no es demasiado caliente y tampoco demasiado frío.
Los hallazgos de Kepler han despertado esperanzas de encontrar planetas parecidos a la Tierra, pero también han echado abajo algunas expectativas. El exoplaneta Kepler-438b parecía un candidato auspicioso para albergar vida, pero en 2015 los científicos revelaron que era inhabitable debido a las llamaradas de su estrella.
Kepler fue lanzado en 2009, pero su tiempo es limitado. La NASA está trabajando en un nuevo satélite, el Transiting Exoplanet Survey Satellite (TESS), cuyo lanzamiento está previsto para 2018 en una nueva misión de búsqueda de exoplanetas.
