Centroamérica & Mundo

Inversionistas ansiosos por retornar a Argentina a pesar de altos riesgos

El despegue de los envíos podría ser clave para ayudar a recomponer las reservas extranjeras que se encuentan en niveles mínimos.

2015-11-24

Por Diario Financiero

La victoria del líder opositor Mauricio Macri en el balotaje del domingo marca el punto de inflexión para Argentina que los inversionistas han estado esperando durante un largo tiempo. Catorce años después de un default histórico, el mercado mira con optimismo a una economía que durante mucho tiempo fue uno de sus destinos favoritos y que luego se convirtió en un paria a nivel global debido a un complicado sistema de tipo de cambio, la nacionalización de activos privados y la subdeclaración de la tasa de inflación que ha marcado el gobierno de los Kirchner.

El que fuera alcalde de su ciudad natal, Buenos Aires, llega con promesas de revertir rápidamente muchas de las políticas implementadas en la última década y con intención de abrir una economía que actualmente se encuentra estancada en tasas de crecimiento cercanas a cero y que se prevé que entre en recesión en 2016.

La emoción de los inversionistas es tangible, algo raro en una región que hoy en día está cayendo en desgracia. Empresas como la alemana BayWa y la brasileña BRF se preparan para expandir su presencia en el país y el mercado de valores de Buenos Aires (Merval) ha escalado 30% en los últimos tres meses en la medida que los inversionistas anticipaban la victoria del líder de la coalición Cambiemos.

'Somos optimistas', dice a Bloomberg Jody LaNasa, fundador del fondo de inversión Serengeti Asset Management y que posee valores argentinos. ' La pregunta es si esto va a ser algo como un renacimiento de Argentina u otro sueño fallido con el que la gente se emociona pero luego no pueden superar los desafíos'.

Los desafíos son importantes: las reservas de divisas extrajeras están en mínimos de nueve años, en menos de US$ 26 mil millones, con una caída de 15% en lo que va de año; el precio de las materias primas que exporta el país se ha hundido; el déficit presupuestario está en su mayor nivel en tres décadas y la inflación se eleva a un ritmo anual de más de 20%.

Recomponer las divisas

Pero la llegada del presidente electo a la Casa Rosada no será precisamente una 'luna de miel'. Cepo cambiario, dólar y reservas: son las palabras que enmarcan el acuciante problema de la falta de divisas en el mercado argentino. En campaña, Macri aseguró que como presidente atraerá la inversión extranjera al país. El cambio de gobierno abre, 'sin duda', las oportunidades para invertir en Argentina, dice a DF Mario Rappoport de Torino Capital. Pero aunque el ánimo inversionista es bueno, hasta que las operaciones se concreten, el nuevo gobierno debe afrontar la merma de las reservas del Banco Central de la República de Argentina (BRCA) arrastradas por la expectativa de las empresas y los ahorradores de que habrá una devaluación durante el inicio de la legislatura.

Precisamente, 'recomponer la posición de reservas y mejorar los flujos externos' es el desafío inminente del nuevo gobierno, explica a DF Sebastián Vargas, economista jefe para Argentina de Barclays Capital. Para el experto, hasta el cambio de gobierno, el banco central 'seguirá bajo el mando de un banquero central del gobierno de Kirchner, que sigue vendiendo dólares a una tasa de cambio muy apreciada, muy barata, lo que incrementa las posibilidades de devaluación (del peso) hacia el futuro'.

'Los agentes en Argentina toman decisiones según las señales de precio del momento. Por lo que los exportadores, hoy por hoy, no van a vender divisas o van a estar muy poco incentivados para hacerlo, y los importadores van a estar muy incentivados en estimular sus importaciones', explica Vargas. 'Es decir, todos los procesos de fuga de capitales que se puedan hacer a un dólar de 9,60 (pesos) se van a hacer en anticipo de una devaluación inminente'.

Sector agrícola

El sector agropecuario también aplaude la llegada de Macri tras años de enfrentamientos con la presidenta Fernández por sus políticas intervencionistas a las que acusan de reducir los márgenes de ganancia en uno de los principales proveedores de alimentos del mundo.

Macri asegura que eliminará los impuestos y restricciones a las exportaciones de maíz y trigo, además de la devaluación del peso que aumentaría la competitividad de los agricultores. A ambos cereales también se les aplica un impuesto a la exportación -conocido como retención-, del 20% y 23%, respectivamente. La exportación de soya está gravada con un tributo del 35%.

Los agricultores argentinos estarían listos para enviar alrededor de US$ 8.000 millones en cultivos que han retenido como protesta contra los impuestos y el complicado proceso para obtener un permiso de exportación, recogió Bloomberg. El país ha enviado US$ 17.600 millones en grano y semillas oleaginosas en lo que va de año, el menor nivel para el período desde 2009.

Con intención de levantar los dólares que el país necesita con urgencia, Macri estaría analizando suspender durante 90 días las retenciones a las exportaciones de soya para incentivar la salida de los inventarios acumulados, señalaron a Bloomberg dos fuentes familiarizadas con el asunto.

El tema está siendo evaluado por el equipo financiero de Macri ya que, si bien ayudaría a los productores y al banco central, golpearía a exportadores.

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