Las importaciones de combustibles y lubricantes al cierre de diciembre de 2016 disminuyeron en US$185,1 millones. La factura petrolera bajó de US$1.356,1 a US$1,171 millones en el período 2015-2016.
El ahorro se presentó, principalmente, por la caída en los precios internacionales, que en promedio varió 17,2%.
Es decir que si el consumo se hubiese mantenido la importación de carburantes habría disminuido en US$225,9 millones.
Consumo
A raíz del menor precio el consumo interno se elevó en 3,5% (aproximadamente 700.000 barriles más que en 2015), equivalente a US$44.3 millones.
En total se pasó de consumirse 19,9 millones a 20.6 millones de barriles al año.
Los productos que en mayor medida se importaron fueron el diésel con 38% del total y la gasolina 31.9%, totalizando US$413,9 millones y US$347,5 millones, respectivamente.
Organismos como el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) recomiendan maximizar el traslado de precios a la economía y mitigar los efectos negativos de aumentos de precios sobre agentes vulnerables de los países importadores como Honduras.