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El Salvador: ¿Se acabará el bipartidismo en elección presidencial?

Este domingo 3 de febrero, los salvadoreños elegirán a su presidente que gobernará entre 2019 y 2024. El futuro mandatario enfrenta principales retos económicos y sociales en un país que es el que menos crece de Centroamérica, con una tasa promedio de 2% anual.

2019-01-30

Por estrategiaynegocios.net

Las opciones para elegir al próximo presidente de El Salvador se reducen a cuatro. Un candidato empresario, emigrante y sin pasado político, Josué Alvarado (VAMOS); el oficialista excanciller de El Salvador, Hugo Martínez (FMLN): el empresario del mundo retail salvadoreño, Carlos Calleja (ARENA), y el exalcalde de los municipios de Nuevo Cuscatlán y San Salvador (GANA), Nayib Bukele.

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Los electores tendrán desde hoy, un período de silencio electoral luego de casi tres meses de una intensa campaña política que aprovechó con fuerza el auge de las redes sociales, todo de cara a los comicios presidenciales que el país celebra el domingo 3 de febrero.

El próximo mandatario -que llevará las riendas del país para el período 2019-2024) recibirá un país con las finanzas públicas en deterioro, con incrementos de déficit y de deuda pública, retos en materia de seguridad previsional y atracción de inversiones y generación de empleo.

En octubre de 2018, la deuda pública alcanzó US$18.429 millones, un nivel que resta margen de maniobra. 'La deuda seguirá creciendo y puede llegar a 76,7% del PIB en 2024. Es una situación complicada considerando el vencimiento de bonos por US$2.457,7 millones en 2019-2024', señaló el Informe de Coyuntura de la Fundación Salvadoreña para el Desarrollo Económico y Social (FUSADES), en diciembre de 2018.

Tras una campaña marcada por sendos ataques verbales, fake news, discursos de cero tolerancia a la corrupción y a favor de la rendición de cuentas como estrategia electoral para cautivar votos, las fórmulas presidenciales van a comicios con el reto de frenar la migración, la inseguridad y violencia, y hacer crecer el sector productivo.

Para el Instituto Centroamerica de Estudios Fiscales (ICEFI), las promesas electorales carecen de inviabilidad financiera. 'Esta debilidad en la propuesta fiscal imposibilita visibilizar ante la ciudadanía la respuesta que los partidos darán a las frágiles finanzas públicas salvadoreñas y hace que los ofrecimientos electorales pierdan legitimidad y credibilidad', dijo la institución.

Mientras que ARENA, GANA y VAMOS impulsan los asocios público-privados, el FMLN habla de crecer la economía con 'el impulso de polos de desarrollo, incluyendo Zonas Económicas Especiales', un área donde se perfilan como protagonista a las relaciones diplomáticas que el gobierno del izquierdista Salvador Sánchez Cerén estableció con China.

Para el ICEFI, no hay costos, fuentes de financiamiento o metas que permitan determinar la viabilidad de buena parte de las propuestas de los candidatos.

Con miles de salvadoreños marchando en las Caravanas Migrantes hacia Estados Unidos de manera irregular, y una ola homicidios (189 muertes violentas entre ellas ocho policías entre el 1 de enero y el 18 de enero de este año), han marcado este mes preelectoral.

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¿Acabará el bipartidismo?

Para la Universidad Centroamerica José Simeón Cañas (UCA), 'el factor vital que decidirá esta elección no es la recuperación o caída del FMLN, sino la acumulación de cansancio y desesperanza'. De acuerdo con un editorial de dicha universidad -publicado el 23 de enero pasado- ' los planes y propuestas han pasado a un segundo plano (...) esta es la realidad en la actual coyuntura'.

En esa línea, las encuestas afirman que el candidato Bukele es el -holgadamente-el favorito para ganar las elecciones presidenciales, seguido de Carlos Calleja. En tercer lugar quedaría el candidato del oficialista (por el FMLN), el excanciller Hugo Martínez, y en cuarto lugar, Josué Alvarado.

Para la UCA, 'la amplia preferencia ciudadana por Bukele reflejada en las encuestas es imposible de explicar sin la migración de votos no solo de la izquierda, sino también de la derecha'.

Desde las elecciones generales de 1994 prevalece en El Salvador un bipartidismo dominado por ARENA y el FMLN, algo que Bukele podría romper si gana los comicios. Poco más de cinco millones de personas están convocadas a participar de los comicios, según ha detallado el presidente del Tribunal Supremo Electoral (TSE), Julio Olivo.

Polémico candidato

A lo largo de su campaña electoral presidencial, el candidato Nayob Bukele se ha dedicado a criticar y ridiculizar al partido gobernante que también lo llevó a dirigir a las municipalidades de Nuevo Cuscatlán (2012) y de San Salvador (2015).

Asimismo, se mantiene alejado de los medios tradicionales con quienes ha mantenido enfrentamientos públicos. Sus pronunciamientos generalmente son transmitidos vía Facebook Live -sin espacio a cuestionamientos-. En el último tramo de la campaña también fue acusado de plagio tras la presentación de su plan de gobierno.

El Plan Cuscatlán, que fue transmitido el mismo día que sus rivales tenían un debate televisado en directo, reúne capítulos completos de tesis universitarias y planes gubernamentales, sin embargo no se encontraban con citas a las fuentes, pero luego de la presión de entidades como el Ministerio de Salud Pública fueron consignadas.

El candidato de GANA desmintió que se tratara de un plagio y en su defensa dijo que el documento de mil páginas fue hecho por 'decenas de miles de personas', quienes están consignadas en la web donde se encuentra el proyecto.

Bukele ha ganado popularidad, principalmente tras su período como alcalde de San Salvador (la capital) donde impulsó la renovación del Centro Histórico, plan que exhibe como principal logro.

Su popularidad creció en parte por su estrategia de dirigir su comunicación casi exclusivamente en las redes sociales donde ha buscado espacios para conquistar a votantes desilucionados por los partidos tradicionales.

Pese a la popularidad de Bukele algunos escenarios vislumbran la posibilidad de que no logre el triunfo en primera vuelta. En caso de que no alcance la mitad más uno de los votos válidos, se activaría una segunda vuelta, la cual se desarrollaría un mes después.

¿Qué necesita El Salvador para crecer económicamente?

FUSADES lo resume así:

- Crear confianza en el clima de negocios e invertir fuertemente para incorporarse a la cuarta revolución industrial;

- En las finanzas públicas realizar un ajuste responsable, limitando el déficit fiscal en 2019 a 2.5% del PIB, lo cual requiere revisar el Presupuesto 2019, y aprobar el bono para honrar deuda por US$800 millones.

Para el día de los comicios, el TSE habilitará 1.595 centros de votación con 9.578 juntas receptoras de votos. En total, el padrón electoral tiene 5,2 millones de personas aptas para votar. Sin embargo, 56% reside en cuatro departamentos.

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