Por: AFP
Solís, quien ganó en abril las elecciones en segunda ronda con 77,8% de los votos, retiene la simpatía del 66% de los electores, según una encuesta de la empresa CID Gallup para el grupo de televisión Repretel.
No obstante, sólo el 43% de los entrevistados dio una buena nota a la gestión del mandario, quien asumió las riendas del país el 8 de mayo pasado. Un 55% consideró que el nuevo gobierno ha hecho poco o nada por cumplir sus promesas de campaña.
Según la encuesta, los ciudadanos costarricenses están particularmente preocupados por cuestiones de tipo económico que les afectan, como los aumentos en los precios de la gasolina y la tarifa eléctrica, así como por el tipo de cambio.
El sondeo, realizado en la primera semana de setiembre con una muestra de 1.228 entrevistas, tiene un margen de error del +/- 2,8% y un nivel de confianza de 95%.
Solís, quien enarboló la bandera del tipo de cambio durante su campaña electoral, asumió en mayo pasado con una huelga ya declarada en el sistema educativo por atrasos en el pago a los maestros, cuya solución concentró los esfuerzos de la nueva administración durante todo el primer mes.
El elevado déficit fiscal, un problema arrastrado del gobierno anterior, se agravó en el presupuesto elaborado por el Ministerio de Hacienda para 2015, que pasó de representar un 6% al 6,7% del Producto Interno Bruto (PIB), lo cual le ha generado fuertes críticas.
El presidente Solís ha pedido al país paciencia para tratar de ordenar el sector público, que ha definido como 'una finca encharralada (enredada, complicada)', antes de emprender acciones para mejorar la economía y reducir la pobreza, sus dos principales promesas de campaña.
Solís, quien ganó en abril las elecciones en segunda ronda con 77,8% de los votos, retiene la simpatía del 66% de los electores, según una encuesta de la empresa CID Gallup para el grupo de televisión Repretel.
No obstante, sólo el 43% de los entrevistados dio una buena nota a la gestión del mandario, quien asumió las riendas del país el 8 de mayo pasado. Un 55% consideró que el nuevo gobierno ha hecho poco o nada por cumplir sus promesas de campaña.
Según la encuesta, los ciudadanos costarricenses están particularmente preocupados por cuestiones de tipo económico que les afectan, como los aumentos en los precios de la gasolina y la tarifa eléctrica, así como por el tipo de cambio.
El sondeo, realizado en la primera semana de setiembre con una muestra de 1.228 entrevistas, tiene un margen de error del +/- 2,8% y un nivel de confianza de 95%.
Solís, quien enarboló la bandera del tipo de cambio durante su campaña electoral, asumió en mayo pasado con una huelga ya declarada en el sistema educativo por atrasos en el pago a los maestros, cuya solución concentró los esfuerzos de la nueva administración durante todo el primer mes.
El elevado déficit fiscal, un problema arrastrado del gobierno anterior, se agravó en el presupuesto elaborado por el Ministerio de Hacienda para 2015, que pasó de representar un 6% al 6,7% del Producto Interno Bruto (PIB), lo cual le ha generado fuertes críticas.
El presidente Solís ha pedido al país paciencia para tratar de ordenar el sector público, que ha definido como 'una finca encharralada (enredada, complicada)', antes de emprender acciones para mejorar la economía y reducir la pobreza, sus dos principales promesas de campaña.
