El Presidente de la República, Carlos Alvarado, asumirá la responsabilidad "política" en caso de que el país no logre desarrollar las pruebas para la detección del COVID-19.
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Esa fue la reacción del mandatario al ser cuestionado sobre el prematuro anuncio de que el país creará sus propias pruebas, puesto que el CENIBiot reconoció tener altas probabilidades de concretar ese proyecto, pero no la certeza de que el proceso se complete.
Randall Loaiza, director del laboratorio del Centro Nacional de Alta Tecnología (CENIBiot) dijo en programa Matices, de Radio Monumental, que "tenemos una alta probabilidad de poder tener protocolos alternativos a los cuales recurrir, tenemos una altísima probabilidad. Hay varias alternativas de protocolos disponibles mundialmente que nosotros podemos probar, hay varias alternativas; es posible que algunos de esos funcionen bien en Costa Rica o que podamos adaptar para que funcionen perfectamente bien y que los materiales estén disponibles para poderlo hacer localmente. Hay una alta probabilidad, hay una absoluta certeza… no", dijo en la entrevista.
Alvarado indicó que tiene un "remordimiento" por haber expuesto al científico a la crítica de la opinión pública. Que no se maneja con las reglas del juego de la ciencia. Pero, precisamente el científico Loaiza, dijo que por "rigor científico", están más acostumbrados a hacer anuncios cuando se haya concluido el periodo de pruebas.
"Si hay algo que tengo, podría decir, es un remordimiento de haber expuesto, probablemente, a una persona de la calidad científica de don Randall (Loaiza) a nuestra opinión pública, que se maneja con otras reglas del juego que no son las de la ciencia", dijo el Presidente de la República.
El mandatario confía profundamente en los científicos costarricenses que ya han probado sus capacidades en medio de esta y otras emergencias.
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"En términos generales, la detección del virus por medio de RT-PCR consiste en 3 pasos que son: la extracción de material genético viral, retrotranscripción y detección. Técnicamente es posible sustituir componentes, reactivos o tecnologías para esos pasos, por otros que tienen una menor presión de demanda en el mercado mundial y presumiblemente de más fácil acceso.
El gran reto está en lograr que la sensibilidad y especificidad clínica de un protocolo alternativo, sea comparable con la de los kits comerciales. Hemos conformado un equipo de trabajo y una red de apoyo logístico grande que nos permitirá acelerar el proceso de prototipado y prueba para poner los resultados al servicio de las autoridades competentes lo antes posible" indicó Randall Loaiza Montoya, director del Centro Nacional de Innovaciones Biotecnológicas (CENIBiot).
