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Videojuegos usados, la opción para los ‘gamers’ en Panamá

La industria de los videojuegos que hoy día se estima mueve unos US$93.000 millones a nivel mundial continúa creciendo; sin embargo, los altos precios en Panamá de los títulos para jugar en estas consolas ha causado una disminución en el mercado de importación de videojuegos de hasta 8%.

2015-05-17

Por Panamá América

La nueva opción que han encontrado los gamers (videojugadores), es la compra y venta de juegos usados, que logra reducir hasta en un 42% el precio del título en comparación con un juego nuevo.
Por ejemplo, los juegos de la saga Call Of Duty o Fifa, nuevos pueden llegar a costar hasta US$80, mientras que usados se pueden adquirir en hasta US$56, según información recabada por este diario.

Esta podría ser la raíz de una baja en las importaciones de videojuegos en Panamá que disminuyó 8% al pasar de US$2.175.000 en importados en el 2013, a US$1.993.000 en el año 2014, según cifras de la Autoridad de Aduanas de Panamá.

"Los juegos se pasan una sola vez, al menos que sea el caso de juegos multijugador que puedes seguir jugando con tus amigos, por lo que a veces los pasamos y los dejamos ahí cogiendo polvo. Es preferible venderlos", explicó Diego Royo, un gamer panameño que comercializa juegos usados.

Royo aseguró que esta es una opción más económica para el comprador, ya que usualmente los juegos están en muy buen estado, y una entrada de dinero para quienes los venden.

Inclusive, en Panamá se encuentran cadenas de tiendas que comercializan juegos nuevos que han comenzado a vender títulos usados y donde aunque estos no están a la vista, si te acercas a la recepción y preguntas por "los usados", te muestran una serie de videojuegos disponibles más económicos.

Cuando este diario se comunicó con estas tiendas, no se obtuvo respuesta sobre cómo esto podría afectar a la industria fabricante de videojuegos.

No obstante, Héctor Gólcher, quien también comercializa juegos usados, informó que el mercado tiene "sus pro y sus contra" y no debilita el mercado de juegos nuevos.

Según el fanático de los videojuegos, los títulos más nuevos no se encuentran en el mercado de usados, ya que quien los adquiere los empieza a vender meses después y "lo más usual es que los fanáticos los quieran al momento de su estreno, lo que los obliga a comprarlos de primera mano".

Otra herramienta por la que muchos usuarios han optado para también comprar juegos usados o inclusive nuevos, pero más económicos, son las compras por internet, donde se pueden ahorrar unos cuantos dólares.

La gerente de país de la compañía de servicios de compras por internet Aeropost, Ereyla Gálvez, aseguró que uno de los artículos más comprados a través de esta vía son los videojuegos, ocupando el primer lugar desde Panamá.

De acuerdo con Gálvez, las fechas en que las ventas de videojuegos se disparan coinciden con las fiestas navideñas o el Black Friday (Viernes Negro). Asimismo, fechas de estrenos de videojuegos también son muy movidas para la compra en línea, ya que se pueden hasta "pre ordenar" con un porcentaje del pago.

Por otro lado, este submercado es una práctica que los grandes fabricantes de videojuegos pretendieron erradicar, aunque la medida no funcionó al verse más perjudicados los fabricantes que los gamers.

Los fabricantes como Sony y Microsoft, creadores de las consolas más famosas, PlayStation y Xbox, respectivamente, intentaron crear equipos que no permitieran si quiera el canje de videojuegos entre usuarios.

En el año 2013 Microsoft anunció, en vísperas del lanzamiento de la última generación de su consola, la Xbox One, que los títulos se codificarían con una consola y al momento de introducirlos en otra, esta no funcionaría.

Posteriormente Sony, creador de PlayStation, que también estaba por lanzar la cuarta versión del equipo, tras el rechazo que generó el anuncio de Microsoft, informó que con su consola sí se podrían hacer cambios, lo que obligó a Microsoft a retroceder en su decisión, ya que los usuarios desistieron de adquirir aquel equipo si no se podían canjear y revender los juegos.

Esto también buscaba eliminar las posibles piraterías en la industria, aunque la solución para este delito se aplicó con la no lectura de los videojuegos copiados que posee el equipo. Un golpe duro para el mercado pirata panameño que en los últimos años ha presentado un 72% del software instalado en equipos electrónicos, de acuerdo con las cifras de la Alianza de Software BSA.

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