Más de 2.7 millones de hondureños sin garantía de pensión al jubilarse

Datos oficiales recientes indican que de 3.6 millones de trabajadores en el país, solo 865,229 están afiliadas a seguridad social.

Foto: Héctor Edú \ LA PRENSA

Para cumplir con la pensión mensual por vejez, el asegurado debe haber cumplido entre 60 y 65 años, y haber acreditado por lo menos 180 cotizaciones mensuales.

mar 30 de abril de 2024

23 min. de lectura

San Pedro Sula, Honduras.

Más de 2.7 millones de hondureños enfrentan un futuro incierto en su vejez debido a la falta de cobertura de seguridad social. La mayoría de ellos se desempeñan en el sector informal de la economía, mientras que una minoría trabaja en el sector privado.

La ausencia de una pensión por jubilación los deja desamparados, sin una protección financiera que les permita sostenerse tras dejar de trabajar.

Según la última encuesta del Instituto Nacional de Estadística (INE), se estima que de los 3.6 millones de personas empleadas en Honduras, el 23.3% trabaja en agricultura, el 21.8% en comercio y el 13.0% en industria. Estos sectores representan el 58.1% de la fuerza laboral.

Un análisis de datos realizado por LA PRENSA Premium muestra que, en 2024, solo 865,229 personas están afiliadas al Seguro Social, mientras que la fuerza laboral asciende a 3,639,092 personas. Esto deja desprotegidas a 2,773,863 personas, que corren el riesgo de llegar a la vejez sin seguridad financiera si esta tendencia persiste.

Entre los afiliados al Seguro Social se encuentran principalmente docentes de primaria, trabajadores diversos, operarios de maquinaria, obreros y administradores; sin embargo, la cobertura sigue siendo insuficiente para la gran mayoría de la población activa.

Durante el presente año se ha desembolsado un total de 852,649,786.72 lempiras en pensiones a beneficiarios, según los registros de este medio de comunicación. En comparación, el año pasado se pagaron 2,963,149,955.58 lempiras, y hace dos años la cifra alcanzó los 2,489,739,586.54 lempiras, proporcionando así un marco de referencia temporal.

En el país, señala el INE, se estima que 696,063 personas están subempleadas debido a la insuficiencia de horas trabajadas. Además, hay 1,280,762 personas en situación de subempleo por ingresos, trabajando más horas de las deseadas, pero con ingresos inferiores al salario mínimo. A pesar de que el 71.4% de la población está en edad de trabajar, la fuerza laboral apenas representa el 39.9%.

La informalidad económica y laboral sigue siendo uno de los principales desafíos en Honduras. Desde una perspectiva económica, representa aproximadamente el 44% del Producto Interno Bruto (PIB) del país, lo que equivale a alrededor de 300,000 millones de lempiras generados al margen de la economía formal.

Efraín Rodríguez, líder de la Asociación Nacional de la Micro, Pequeña Industria de Honduras (Anmpih), lamentó que, citando sus estimaciones, el 70% del sector informal carezca en su mayoría de una protección social adecuada. Esto limita su capacidad para cumplir con los pagos establecidos por ley para acceder a beneficios, incluida la pensión.

“Necesitamos explorar alternativas que permitan la participación de colaboradores y empresarios, especialmente las micro, pequeñas y medianas empresas, así como el sector informal. Hay empresas formales que tienen la opción de inscribirse en el Seguro Social, pero carecen de capacidad para cubrir los pagos requeridos, lo que limita su acceso”, apuntó.

El dirigente propuso al menos garantizar la atención médica y la jubilación, para que en el futuro los trabajadores adultos cuenten con estos beneficios al llegar a la tercera edad. “Tenemos casos de compañeros que han trabajado durante muchos años y dependen únicamente de la pensión, o incluso algunos que ni siquiera la tienen, por ello es crucial avanzar hacia una mayor inclusión para garantizar la protección social”, enfatizó.

Transición

La jubilación marca el final de la vida laboral y el comienzo de recibir una pensión periódica. Esta pensión se construye a lo largo de la carrera profesional, y su cantidad depende de los años de servicio y las cotizaciones realizadas.

Es crucial entender y asumir la responsabilidad de fortalecer este beneficio gradualmente. De esta manera, cuando llegue el momento de jubilarse, se cuente con un fondo sólido que permita mantener un nivel de vida digno. Según la Ley Orgánica del Seguro Social, las mujeres tienen derecho a jubilarse a los 60 años y los hombres a los 65 años.

$!El goce de la pensión por vejez comenzará en la fecha cuando el asegurado, con derecho a ella, se retira del trabajo sujeto al Seguro Social.

Para acceder a este beneficio se debe contribuir al Instituto Hondureño de Seguridad Social durante al menos 15 años. La jubilación ofrece varios beneficios, que incluyen una pensión mensual y acceso a servicios de salud. Los jubilados pueden disfrutar de atención médica gratuita, descuentos en medicamentos y servicios especializados.

El cálculo de la pensión de jubilación se basa en el sueldo promedio de los últimos 36 meses multiplicado por los años de servicio acreditados y por un factor del 2.75%. Este factor refleja el porcentaje de ingresos que se recibe al dejar de trabajar debido a la edad y acceder a una pensión.

Según la perspectiva del líder sindical José Luis Baquedano, a pesar de que la seguridad social es un derecho humano fundamental, millones de trabajadores no podrán acceder a una jubilación remunerada.

“Esta gente no podrá sostener a sus familias, el Gobierno debe tener un plan estratégico en cuanto al acceso a seguridad social, a los derechos laborales y ver la posibilidad de una jubilación digna. Vemos en el país una gran cantidad de personas de la tercera edad que no pueden trabajar y mendigan, unos haciendo un esfuerzo vendiendo sus productos, y no es justo”, lamentó Baquedano, quien recordó además, que se llega a una edad en que las personas no tendrán la capacidad ni las fuerzas para seguir trabajando.

“No existe un sistema de protección social que proteja directamente, lo que hay es una aportación que el trabajador hace al Régimen de Aportaciones Privadas, pero eso sirve solo como seguro de desempleo. Por otro lado, las pensiones que hay, que el promedio son de entre 4,000 y 5,000 lempiras, no alcanzan siquiera para la canasta básica”, cuestionó.

Subsistencia

Datos oficiales que consideran un total de 2,483,532 hogares, el comparten también que el ingreso percápita a nivel nacional es de 4,182 lempiras al mes. Esta disparidad está fuertemente relacionada con el nivel educativo.

Aproximadamente el 64.1% de los hogares hondureños se encuentran en situación de pobreza, ya que sus ingresos están por debajo del umbral necesario para cubrir una canasta básica de consumo que incluye alimentos y otros bienes y servicios.

Aunque la pobreza extrema es más pronunciada en las áreas rurales, también afecta a más de la mitad de los hogares en áreas urbanas (64.0% en áreas urbanas y 64.1% en áreas rurales).

El Instituto Nacional de Estadística reporta que en Honduras hay alrededor de 1,300,516 personas mayores, lo que representa aproximadamente el 13% de la población actual. Las proyecciones indican que la proporción de personas mayores de 60 años aumentará del 18% en 2030 al 31% en 2050.

Aunque la edad de jubilación suele ser a los 60 años, muchas personas mayores continúan trabajando por diversas razones, como necesidades económicas y la falta de seguridad social. Los datos oficiales señalan que 435,310 personas en este grupo de edad están trabajando o buscando empleo, de las cuales el 63% son hombres y el 37% son mujeres.

$!Se debe garantizar a toda persona el derecho a la protección social bajo los principios de universalidad, solidaridad, suficiencia, sostenibilidad y equidad.

De acuerdo con un informe del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el déficit del sistema de pensiones alcanzará el 2.5% del PIB para el año 2050, lo que evidencia importantes presiones financieras en la provisión de beneficios de jubilación. A medida que más personas alcanzan la edad de jubilación, se generan crecientes presiones sobre los sistemas de seguridad social para garantizar ingresos y beneficios adecuados a las personas mayores.

Esto plantea cuestiones sobre la sostenibilidad financiera de los sistemas de pensiones, especialmente si la proporción de personas en edad de trabajar disminuye en comparación con las personas en edad de jubilarse. El equilibrio entre los ingresos y los gastos del sistema de pensiones puede verse afectado, y podría ser necesario realizar ajustes en la edad de jubilación, las tasas de contribución o los montos de los beneficios para garantizar su viabilidad a largo plazo.

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En el camino hacia una reforma integral, resulta indispensable considerar ajustes en áreas clave como la edad de jubilación y los requisitos para acceder a las pensiones. También se deben contemplar reajustes en las tasas de contribución y los montos de beneficios, además de diseñar medidas efectivas para integrar al sector informal de la economía en los sistemas de seguridad social.

Muchos en espera

Mientras crece la problemática por la consistencia de afiliación a una seguridad social, paralelamente aumenta la preocupación por las tasas de cotización que podrían fijarse para los regímenes del Seguro Social una vez que entre en vigor la Ley del Sistema Integral de Protección Social.

La propuesta, actualmente en fase de análisis por parte del Poder Ejecutivo para luego ser socializada con los diversos sectores, establece que, para el régimen de Invalidez, Vejez y Muerte (IVM), la contribución del empleador será del 3.75%, mientras que la cuota del trabajador será del 1.75%. En cuanto al Régimen de Salud, el anteproyecto no contempla cambios en la tasa de cotización; la contribución del empleador se mantendrá en un 5%, mientras que la del trabajador será del 2.5%.

En Honduras existen dos tipos de entidades encargadas de administrar pensiones para personas mayores. En primer lugar, están los Institutos Públicos de Previsión Social (IPPS), que incluyen el Instituto Nacional de Previsión del Magisterio (Inprema), el Instituto Nacional de Jubilaciones y Pensiones de los Empleados y Funcionarios del Poder Ejecutivo (Injupemp), el Instituto de Previsión Militar (IPM), el Instituto Hondureño de Seguridad Social y el Instituto de Previsión de la UNAH (Inpreunah).

El segundo tipo de entidades administradoras de pensiones son las entidades privadas conocidas como Administradoras de Fondos de Pensiones y Cesantías (AFPC), que incluyen a AFP Atlántida, AFP Ficohsa, AFP BAC, AFP Occidente y RAP.

Además, existen algunas organizaciones de la sociedad civil que promueven los derechos de las personas mayores, como la Federación Nacional de Jubilados y Pensionados de Honduras (Fenajupenh), la Asociación Nacional de Adultos Mayores de Honduras (Anamh) y la Red Nacional del Adulto Mayor (Renamh).