Centroamérica & Mundo

Volkswagen se puede quedar 'a pie”

Las grandes e históricas empresas también pueden caer. Este sería el refrán más adecuado para entender la caótica situación en la que está pasando la empresa automotriz Volkswagen, con sede en Wolfsburgo, Alemania.

2015-11-10

Por: Daniel Suchar Zomer*

Los germanos no han podido salir de una situación para entrar a otra. Primero, la primer ministro Angela Merkel tratando de salvar la crisis de Grecia, que afecta directamente a la Eurozona, y por ende, al país teutón. Luego, los inmigrantes y/o refugiados Sirios que han traído dolores de cabeza para la región del viejo continente, y ahora, de manera implosiva, una de las marcas más emblemáticas de aquel país, se ve involucrado en un escándalo de grandes magnitudes.

Todo empieza con una pequeña "mentira blanca" para engañar a reguladores y usuarios sobre las emisiones contaminantes de sus vehículos diesel. Nada más y nada menos, que la empresa comercializó más de 11 millones de carros en todo el mundo que podrían estar equipados con el programa trampa. Con esto, las regulaciones de muchos países donde han sido vendidos estos carros no permiten que sus emisiones de gases sean alterados. Por lo tanto, ya existen temas legales por el cual, Volkswagen tendrá que afrontar en un corto plazo.

Seguidamente, el escándalo de las emisiones ha hecho que Volkswagen registre sus primeras pérdidas trimestrales en más de 20 años. Imaginar que este año se había hecho con el primer lugar de las ventas mundiales de coches, sufrió entre julio y septiembre un resultado negativo antes de intereses e impuestos de €3.480 MM. Después de estos, los números rojos se quedan en €1.700MM, mientras que en el mismo período del 2014 la utilidad neta alcanzó €2.800MM.

El mayor fabricante europeo de automóviles admitió de haber manipulado algunos motores diesel para falsear los resultados de gases contaminantes. Volkswagen, que afrontará costos altísimos por las reparaciones de los vehículos afectados, las sanciones y las demandas; ya ha asumido una reserva de €7.300MM para cubrir parte de los costes del escándalo, así como 'otros esfuerzos para ganar de nuevo la confianza de sus consumidores'. Aunque también la compañía ha admitido que puede ser aun mayor el precio que haya que pagar para subsanar este problema.

Para tener una idea de las consecuencias de la pequeña "mentirilla blanca"; solo en Estados Unidos, la multa por cada carro vendido llegaría a US$37.500, lo que se puede totalizar en un valor total de la multa de US$18.000 millones (solo en EE.UU.). Pero este proceso será largo pues se dividirá en dos bloques bien definidos: Europa por un lado, y Estados Unidos por el otro.

La caída de los precios de la acción, desde que se destapo todo este escándalo, ya registran un -65% en el valor de estas. Las pérdidas trimestrales ya superan los US$29.000 millones y aún falta lo parte más difícil: ¿Como frenar esta caída tan estrepitosa?

Para esto, se debe recordar que no es primera vez que una automotriz pasa por esta situación. Otros grandes han caído como Goliat y se han sabido levantar. Claro, el proceso es muy duro y debe existir un buen manejo gerencial de toda la cadena de valor, incluyendo los empleados que se ven afectados directamente.

En Estados Unidos ha mostrado contundencia ante negligencias de otros fabricantes de automóviles, si bien es habitual que recurra a acuerdos extrajudiciales. En el 2014, la legendaria General Motors saldó un problema con el sistema de arranque que costó la vida a 124 personas con una multa de casi US$1.000 millones y Toyota pagó US$1.200 millones por un fallo en el acelerador con el que se relacionan 34 fallecidas. Esta ultima la mayor multa pagada nunca por un fabricante de automóviles.

La gran diferencia que tiene Volkswagen en estos momentos se basa en dos pilares fundamentales: En primer lugar, enhorabuena ningún carro ha reportado problemas letales contra conductores. Lo que quiere decir, que todos los carros de esta marca están aptos para circular; lo cual es un buen punto a la hora de defenderse frente a los tribunales. En segundo lugar, es que los altos mandatarios de la automotriz germana han asumido el problema desde el primer momento. A diferencia de lo que pudo suceder con Toyota, quienes dieron "largas al asunto", para luego tener que pedir el perdón correspondiente.

Aquí el gran problema es que las emisiones de gases de dióxido de carbono, están emitiendo entre 10 a 40 veces más, de lo que está permitido en la Ley de Circulación en la mayoría de los países. Lo que conlleva a que la solución más inmediata que puede tener Volkswagen es la de retirar todos los carros y devolver el dinero. Viéndolo desde otro punto de vista, los usuarios podrán reclamar que se les regrese el dinero de su vehículo, pues no fue lo que compraron originalmente.

Seguramente las demandas judiciales estarán a la orden del día a partir de este momento. Volkswagen tendrá irremediablemente que sanar este problema a como lo hicieron sus competidores más cercanos: Pagando multas, retirando carros de circulación y devolviendo el dinero.

El gran problema no es lo económico. Es lo subjetivo y el valor de la marca. A partir de este momento, el deterioro de la marca es muy difícil de curar. Los usuarios no quieren saber nada de esta empresa. La credibilidad de los autos que salgan al mercado en este momento deberán ser compensados con grandes inversiones en mercadeo y por supuesto, precios muchos más razonables y atractivos, para cautivar al futuro comprador de Volkswagen.

En buena teoría, las marcas regresan a su pedestal luego de un proceso y período de desintoxicación; pero que conlleva a una pérdida de nivel de ingresos y utilidades. Las primeras cosas que se estará viendo son las infinitas decisiones que estarán tomando desde los altos ejecutivos de Volkswagen como el Gobierno del país germano. La imagen de Alemania pierde fuerza y esta situación, de haber realizado una "mentirilla blanca", podría traer más consecuencias a dicho país. El librito de administración siempre recomienda recortar gastos administrativos; pero cabe recordar que el Grupo Volkswagen cuenta con más de 572.800 empleados alrededor del mundo. Hay que estar preparado para las decisiones que se hagan, pues sino, los mismos que fabrican carros, se quedarán "a pie".

*Analista Económico. Profesor Universitario.

12 ejemplares al año por $75

SUSCRIBIRSE