Finanzas

La diferencia de ser una empresa sensual

La gira de la “empresa sensual” cerró su gira centroamericana en El Salvador. Tres conferencias nos enseñaron la importancia de poner a las personas en el centro.

2014-09-29

Por: estrategiaynegocios.net

Jesús Vega de la Falla le propuso al dueño de Zara hacer una encuesta para conocer cómo se sentían los empleados. El dueño lo miró, le preguntó si era casado, y como él dijo que sí, le preguntó si cada tanto le hacía una encuesta a su mujer para conocer su nivel de satisfacción en la pareja. ¿Es mejor llevarla a cenar, verdad?

No todos contestan eso, pero no todos son empresas sensuales como las llama Jesús a las empresas que piensan con el corazón, en la gente, como Zara.

El viernes, ante más de un 50% de público que alguna vez se había enamorado -lo primero que quiso saber- Jesús expuso qué son las empresas sensuales y por qué la lógica indica que es mejor ser una de ellas.

Después de saber cuántos enamorados había pregunto ¿qué se siente estar así? y escuchó seguridad, motivación, confianza, pasión y sacó sus conclusiones.

"Hay empresas que están generando unos sentimientos, unas sensaciones y unas emociones con sus clientes y con sus empleados muy parecidos a los que se experimentan en una relación amorosa y haciéndolo están teniendo unas cuentas de resultados buenísimos - dijo- son empresas que están más allá del producto, que han internalizado sus comportamientos en su estructura empresarial: algo que yo llamo pensar con el corazón".

Jesús Vega de la Falla es español y autor del concepto "la empresa sensual", responsable de la expansión en más de 60 países del Grupo Inditex, uno de los mayores grupos de diseño, fabricación y distribución de moda con marcas como Zara, Pull & Bear, Massimo Dutti, Bershka, Stradivarius, Oysho y Zara Home.

Explicó que las empresas que hacen las cosas con el corazón son las que admiramos y que la diferencia está ahí, porque en realidad todas las personas tomamos las decisiones importantes con el corazón.

Y dio ejemplos.

Un estudio demuestra que por cada vez que un hombre va de compras, la mujer va nueve. Y la razón de esa gran diferencia, la teoría de Jesús, es que las mujeres van de compras para encontrarse con ellas mismas en un escenario de placer, para relajarse, para olvidarse de los problemas, ordenar la cabeza: la mujer no siempre termina comprando, va, pasea, se prueba, entra en otra tienda. Todas las mujeres del público le dieron la razón.

Zara entendió esto: sus tiendas tienen la estética de tiendas cara: son luminosas, acogedoras, da gusto recorrerlas. No son tiendas son un espacio de placer.

"Una se siente Paris Hilton pero no paga lo que ella paga", dice Jesús.

Starbucks es un café muy caro, pero ahí quiere estar la gente: te llaman por el nombre, te hacen sentir único.

"Las empresas sensuales fundamentalmente se fijan en las cosas que nos motivan a las personas, que nos hacen felices. Y a partir de ahí se hace una construcción de la empresa en la que todo el mundo trabaja con la finalidad de cumplir eso", dice Jesús.

Y vuelve a poner el corazón diario en el ejemplo. Explica que en la vida personal a uno le gusta rodearse de gente que da, que no solo piensa en ella.

En la vida profesional uno espera lo mismo. Las empresas tradicionales no pueden seguir siempre pensando en el beneficio propio.

Las más lindas

¿Se puede nacer siendo una empresa tradicional y pasar a ser una empresa sensual? Se puede.

Según Jesús, las empresas sensuales tienen tres atributos: imagen, inteligencia y personalidad.

La imagen aplica para la imagen personal y para los espacios de trabajo. Steve Jobs se presentaba elegante e informal y en sus discursos pedía que la gente hiciera lo que ama.

Crear entornos de trabajo agradables también es imagen. También hace una diferencia. No es lo mismo trabajar en Google que parece un parque de diversiones por la frescura y los juegos y el ambiente pensado para sus empleados que hacerlo en un cubículo con luz blanca y sin ventana.

La imagen es una tarjeta de presentación hacia los clientes.

El otro atributo es la inteligencia, cómo se dirigen las empresas, qué actitudes deben tener los líderes para convertirse en sensuales, tener una vocación de seducción, de atracción.

"He llegado a la conclusión que la sensualidad en una empresa comienza cuando desaparece el miedo", dice Jesús porque cualquier placer es contrario a la idea de miedo.

Y eso lo entendió Zara. La marca tiene una política de devolución de prendas muy agresiva: la gente puede devolver la ropa comprada sin tanta explicación y llevarse su dinero.

El criterio intelectual ante esto es se pierde plata, la gente abusa, complica el inventario. El criterio del corazón es que justo esa tranquilidad quita el miedo de comprar.

"A nivel interno pasa igual-dice Jesús- si damos miedo no generamos confianza".

El tercer atributo es la personalidad. Para Jesús está conformada por cinco factores culturales: la jovialidad: "el buen rollo, las simpatías, las buenas sensaciones, porque las características humanas son contagiosas", explica. Si uno va por la calle y se encuentra con alguien que le cuenta cantidad de problemas a uno le cambia el ánimo.

Humildad: estar dispuestos a aprender, a aceptar sugerencias, sobre todo en este mundo en que los consumidores no solamente consumen, sino que quieren opinar.

Confianza: creer, porque según Jesús, lo único que nos impide lograr las cosas somos nosotros.

La pasión. Indudable.

Y participación: todos piensan, no solo el equipo directivo.

Cuando entró a Zara, Jesús venía de un banco: su entrenamiento fue atender una tienda bajo las órdenes de una jefa muy joven y llena de piercings. Según él su mejor entrenamiento.

Hay pasos, hay cosas que se pueden hacer para ser una empresa sensual, para que la gente, clientes y proveedores, los elija…pero quizás hay dos que podrían ser un buen punto de partida.

"¿Cuál es la forma más barata de ser empresa sensual? Comunicar bien un proyecto apasionante porque a la gente le encantan los proyectos y cuando la gente se involucra lo da todo", dice Jesús.

Otra es tener una política de puertas abiertas.

El dueño de Zara comparte escritorio con su secretaria y almuerza donde almuerzan todos.

Ser empresa sensual es generar deseo y mantener la pasión, crear un vínculo a largo plazo.

Estas empresas son las que pueden atraer a la Generación Y, que no está acostumbrada al autoritarismo.

Fueron dos horas de charla en la que se habló de amor, corazón, pasión y deseo unido a éxitos financieros. Apple es un claro ejemplo de empresa sensual.

Jesús terminó pidiendo que mañana entre todos los correos que hay que contestar y los números y las reuniones, todos los presentes reflexionen cinco minutos sobre lo hablado para ver si algo puede ser puesto en práctica.

Y se despidió deseando "mucha sensualidad y amor en la vida profesional y personal".

12 ejemplares al año por $75

SUSCRIBIRSE