Claves del día

Ya es tiempo…

¿No será tiempo de invertir más en la mujer? ¿No será tiempo de construir sociedades más inclusivas y equitativas para ser más sostenibles?

2016-10-11

Por: Alexandra Kissling*

¿Y cuando hablamos de tiempo a qué nos referimos? Tiempo proviene del latín tempus, se utiliza para nombrar a una magnitud de carácter físico, empleada con el fin de realizar una medición de lo que dura algo que es susceptible de cambio. Es ese período que podemos cuantificar cuando una cosa pasa de un estado a otro.

Pero esta palabra se las trae ya que tiene una connotación objetiva medible y cuantificable; y otra absolutamente subjetiva en donde cada persona experimenta de una manera muy subjetiva ese espacio entre una cosa y otra. El tiempo experimentado con dolor se vive como si fuera una eternidad y el tiempo que discurre en momentos placenteros se pasa en un abrir y cerrar de ojos.

Gracias al tiempo, tenemos la posibilidad de organizar los hechos de manera secuencial, en un orden establecido; en un pasado, (lo que ya sucedió) presente (lo que esta sucediendo) o futuro (aquello que está por venir). Este orden nos da la capacidad de organizar nuestra vida en los diferentes ámbitos para estructurar un balance que nos permita optimizar lo que hacemos, y la forma en que lo hacemos, para obtener una mejor calidad de vida en nuestra cotidianidad.

Por lo tanto el tiempo es un referente que nos permite establecer metas, poner límites y articular nuestra vida en períodos que nos dicen si estamos logrando concretar nuestras metas, o si no estamos siendo exitosos en lo que hacemos o deseamos hacer.

Nos interesa explorar esta variable con el acento en las mujeres para comprender si en este momento, el uso de su tiempo y las metas para acceder a las oportunidades a las cuales tiene derecho le ayudan a lograr una mejor calidad de vida para ella y quienes conviven a su alrededor.

No obstante, esta no es la realidad en el caso de gran cantidad de mujeres, en donde ese balance no se ajusta a las cargas de trabajo a las que se ve sometida, tanto en lo público como en lo privado. Algunos datos compartidos por Pamela Jiménez Fontana, Investigadora del Programa Estado de la Nación y del Centro Centroamericano de Población de la UCR, muestran claramente la diferencia en el manejo del tiempo y la génesis de esas diferencias que se generan entre hombres y mujeres desde temprana edad. Esta inequidad se debe a la forma como nos hemos organizado y a la diferenciación de roles entre géneros que genera grandes desigualdades a la hora de asumir los diferentes roles.

Los siguientes gráficos muestran el uso del tiempo basado en una estadística de uso real - no en una proyección- que se hizo en Costa Rica en el 2011.

Foto: Estrategia y Negocios




La distribución del tiempo nos dice que antes de los 24 años el hombre por lo general trabaja y está dedicado a la educación, para entonces las curvas del uso del tiempo entre el hombre y la mujer están casi iguales. También es parecido la cantidad de horas de dormir y de cuidado personal. La diferencia en las mujeres comienza a partir de los 24 años, donde la cantidad de horas que el hombre contribuye a su casa va disminuyendo y aumenta su carga de trabajo fuera de la casa.

A los 40 años un hombre en general duerme bien, tiene tiempo personal y contribuye un par de horas a su casa y el resto del tiempo lo dedica a su trabajo. Por el contrario una mujer a sus 40 años ya tiene una gran carga de tareas en el hogar que la obligan en muchos casos a renunciar a su trabajo remunerado y salir fuera del mercado laboral o disminuir las horas laborales dramáticamente. Estos son patrones sociales que damos por sentados, en donde a la mujer se la responsabiliza predominantemente de la responsabilidad del hogar y del cuidado de menores y ancianos.

La mujer se priva de ciertas oportunidades para asumir responsabilidades que deberían ser compartidas, tanto en el ámbito laboral como en el cuidado de la familia.

Entonces ¿No será tiempo de cambiar estos patrones sociales?

En el mundo el 51% de la población humana es femenina. Sabemos que las mujeres toman e 85% de la decisiones de compra a nivel global y que tienen el potencial para producir 28 trillones de dólares en los próximos años, el PIB de China e India en conjunto. Tenemos estudios que nos hablan de mejores formas de administrar y mejor rendimientos financieros en aquellas empresas cuyo mando es compartido por hombres y mujeres. La diversidad en los equipos genera mucho mejores rendimientos. Invertir en la mujer es un buen negocio, es un derecho humano y mejora la calidad de vida de las personas que están a su alrededor.

La pregunta es: ¿No será tiempo de invertir más en la mujer? ¿ No será tiempo de construir sociedades más inclusivas y equitativas para ser más sostenibles?

Ya es Tiempo de modificar estructuras para abrirnos a los cambios y las nuevas exigencias de esta sociedad en la que vivimos, venga y explore cuál es el tiempo en que vivimos y cuál es su rol en hacer que las cosas sucedan.

El tiempo, el manejo del tiempo, y otra serie de temas serán explorados el próximo 28 de octubre del 2016 en el TED X MUJER, que organiza Voces Vitales Costa Rica.

Le esperamos porque ya es tiempo de…

*Presidenta de Voces Vitales Costa Rica

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