Al comienzo de la presidencia de Vladimir Putin en Rusia, un intrépido millonario de internet quiso comprar un cohete. Los funcionarios se burlaron de él por excéntrico, lo llenaron de vodka y lo despidieron. Pero ya nadie se ríe de Elon Musk en Moscú.
Desde que Musk propuso un nuevo modo de transporte en el 2013 (su red de cápsulas levitantes que avanzan por tubos a vertiginosas velocidades, marca registrada como Hyperloop), Rusia ha surgido como inversionista clave de su desarrollo. Putin, que ha construido tuberías por su cuenta, se comprometió a abogar por la tecnología durante conversaciones del mes pasado en su foro anual en San Petersburgo con Shervin Pishevar, aliado de Musk y de los primeros inversionistas de Uber, que cofundó la startup estadounidense Hyperloop One.
'él ha mostrado gran interés en el proyecto y prometió apoyo gubernamental para implementarlo', ha dicho el portavoz de Putin, Dmitry Peskov, en un mensaje de texto.
Alemanes y franceses
Hyperloop One es una de por lo menos dos compañías que compiten para hacer realidad el sueño futurista de Musk de transformar la manera en que bienes y personas se mueven por la Tierra. Gran parte de los US$100 millones que ha recaudado hasta ahora vienen del magnate ruso de fletes Ziyavudin Magomedov, copropietario de puertos en el Lejano Oriente y los mares Negro y Báltico. Otros inversionistas incluyen al Fondo de Inversiones Directas Rusas del Kremlin y el operador ferroviario francés SNCF, pero no al mismo Musk.
Hyperloop One, con sede en Los ángeles, ya tiene en marcha estudios de viabilidad en Rusia y por lo menos en dos otros países europeos, así como asociaciones con diseñadores importantes como la Deutsche Bahn Engineering & Consulting. En mayo, se testeó un concepto de prueba en el desierto de Nevada, acelerando un carro sobre rieles de metal desde cero a 187 kilómetros por hora en sólo 1,1 segundo.
Costos
En su propuesta inicial abierta, Musk pronosticó que un Hyperloop de 650 kilómetros podría acortar el tiempo de viaje entre Los ángeles y San Francisco a 35 minutos y se podría construir por sólo US$6.000 millones US$15 millones cada 1,6 kilómetros.
Fuente: CNN Money
Pero los funcionarios de Moscú piensan que pueden construir uno por menos. El Ministerio de Transporte junto con Hyperloop One y Summa Group de Magomedov firmaron un acuerdo en el foro de San Petersburgo para estudiar la construcción de la conexión de 70 kilómetros entre la provincia china de Jilin y el puerto de Summa, Zarubino, en la costa del Mar del Japón, por tan solo 30.000 millones de rublos (US$460 millones) ya para el 2020.
Predicciones de Putin
'A través de nuestra inversión en el Hyperloop ayudaremos a revolucionar el transporte y la logística', ha dicho William Shor, director de Caspian Venture Capital, el brazo de inversiones de Summa Group.
En San Petersburgo, Pishevar de Hyperloop One, cofundador iraní de Sherpa Capital en Silicon Valley, también firmó acuerdos con Summa y Moscú para explorar conexiones de alta velocidad entre sus principales aeropuertos y el centro.
Luego de su reunión sobre innovación con Putin, el 16 de junio, Pishevar posteó en su página de Facebook una foto de todos los representantes e inversionistas que estaban en la sala, entre ellos los jefes de 18 fondos soberanos de inversión. El inversionista de riesgo dijo que el líder ruso terminó la sesión declarando: 'Hyperloop cambiará fundamentalmente la economía global'.
