Claves del día

México y Nicaragua chocan en la OEA por bloqueo a opositores de Ortega

El embajador mexicano Luis Alfonso De Alba dijo que su país estaba preocupado por el 'impacto que estas medidas tienen al debilitar y prácticamente neutralizar a la oposición'. Sin embargo, el representante nicaragüense tildó los comentarios de 'conducta intervencionista'.

2016-08-11


Por AFP

Las delegaciones de Nicaragua y México protagonizaron este jueves un choque retórico en el Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA) sobre las decisiones que bloquearon las aspiraciones políticas de detractores del presidente Daniel Ortega.

El embajador mexicano Luis Alfonso De Alba dijo que su país estaba preocupado por el 'impacto que estas medidas tienen al debilitar y prácticamente neutralizar a la oposición en un momento en que el país está inmerso en un proceso electoral muy importante'.

De Alba llamó la atención sobre la destitución a finales de julio de 28 diputados opositores que se negaron a reconocer un fallo del máximo tribunal judicial, el cual dejó fuera de las próximas elecciones presidenciales a una coalición opositora.

Pero la declaración rápidamente provocó una aireada reacción de la representación nicaragüense.

'El gobierno de Nicaragua rechaza la conducta intervencionista de la delegación de México', dijo su representante alterno en la OEA, Luis Ezequiel Alvarado.

Al denunciar una 'inadmisible conducta injerencista', Alvarado retó a De Alba a responder por los reportes de desapariciones, torturas y delincuencia en México, cuestionando la 'autoridad moral' del diplomático mexicano para dar lecciones a otros países.

'Demuestra que México está siendo utilizado por las fuerzas intervencionistas del gobierno de Estados Unidos', dijo Alvarado.

El debate, que no fue parte del orden del día de la sesión del Consejo Permanente y solo fue presentado por México en los últimos puntos de la sesión, constituyó la primera vez que la OEA discute las recientes decisiones contra la oposición en Nicaragua.

Esas maniobras dejaron al presidente Daniel Ortega sin oposición real, cuando busca ganar el 6 de noviembre su tercer mandato sucesivo y cuarto desde la revolución sandinista que encabezó de 1979 a 1990.

Aunque los demás países se mantuvieron al margen, el tema generó un tenso intercambio entre De Alba y Alvarado, a quienes la distribución por orden alfabético de los asientos en la OEA colocó uno al lado del otro.

De Alba recalcó que quería evitar 'profundizar en una controversia con mi colega y vecino', pero rechazó las acusaciones de Alvarado.

'No consideramos que se trate de un acto injerencista como tampoco lo fue el apoyo que México le dio a la revolución sandinista en su momento', dijo.

'La lucha revolucionaria la realizamos los nicaragüenses', replicó Alvarado.

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