Por La Prensa Gráfica
Los puntos básicos de la reforma al sistema de pensiones que promueve el Ejecutivo traen consigo los mismos riesgos que hicieron fracasar al sistema anterior, que cerró sus filas en 1998, según consideran algunos expertos. La reforma completa todavía no se ha presentado y los representantes del sector privado consideran que la sociedad debe acceder a más detalles.
El titular del Ministerio de Hacienda (MH), Carlos Cáceres, ha explicado que la propuesta gira en torno a un importante cambio: el Estado volverá a administrar una parte de los ahorros de los trabajadores.
El siglo pasado, las cotizaciones de los empleados iban a un solo fondo. De ahí se sacaba para la jubilación de todos. Pero desde 1998 que se privatizó el sistema, las cotizaciones de los empleados, más el aporte de sus patronos, se coloca en una cuenta individual de ahorro. Después, este dinero se une con las cuentas del resto de trabajadores inscritos en las AFP y cuando están juntas se constituye el fondo de pensiones. Las AFP son las que cuidan este dinero, que acumula un total de US$8.222 millones hasta julio. También se encargan de invertirlo en diferentes destinos.
La propuesta de reforma que presentó el Gobierno es que las personas que ganen más de US$484 al mes cotizarán, todo lo que esté arriba de esa cantidad, en un sistema igual al de AFP. Abajo de US$484, estas personas ahorrarán en una entidad del Estado.
Este sistema se conoce como "mixto", porque combina una administración de fondos de pensiones privada con una pública. René Novellino, director de ASAFONDOS (la gremial de las AFP) dijo que esta propuesta "es reapertura del sistema público de reparto", el que había antes de 1998. Para Novellino, volver a un modelo anterior no deja de implicar algunos riesgos. "Reabrir el origen del déficit y la deuda, para hacer llegar flujos al Estado, nos parece que es una medida que en el largo plazo es contraproducente... En el largo plazo, no vamos a tener medios para pagar esas pensiones , que ahora estaríamos prometiendo pagar", manifestó el director de ASAFONDOS.
El asesor de ARENA y exfuncionario en entidades del Gabinete Económico, Rafael Lemus, también criticó la medida. "Si yo abro eso a que más gente cotice bajo esas reglas (habla del sistema de reparto), lo que estoy haciendo es no resolviendo el problema, estoy magnificando el problema". Para Lemus, el modelo de reparto acumuló dificultades para poder pagar las pensiones y los beneficios que se ofrecían.
El sistema de reparto, que funcionó desde 1969 hasta 1998, cerró con un déficit de US$24.085,19 millones. Eso es todo lo que el Gobierno necesita conseguir en dinero para cumplir sus obligaciones. La deuda acumula ya más de US$3.000 millones.
Mientras que César Villalona, economista de origen dominicano, explicó que de cualquier manera los ahorros de los trabajadores ya los ocupa el Gobierno; más que todo, para pagarle a los jubilados del sistema de reparto. "El sistema de capitalización individual no existe, eso es una ficción. Si ustedes están cotizando en una AFP, el dinero de ustedes se está utilizando para pagarle pensiones a personas jubiladas del Seguro Social y del INPEP", indicó. El Estado dispone del ahorro de los trabajadores desde 2006, a través del Fidecomiso de Obligaciones Previsionales (FOP). Ahora, ese FOP sirve para pagarle a seis de cada 100 jubilados: los del sistema de reparto.
El Gobierno espera que, con un sistema mixto, podrá recibir los flujos necesarios para transferirlos a obligaciones que se arrastran desde los tiempos del ISSS y el INPEP. Así lo confirmó ayer el secretario general del FMLN, Medardo González: "La postura del FMLN es tener un sistema mixto que garantice justicia, en donde el Estado tenga los recursos". Por ahora, esas obligaciones adquiridas se pagan con deuda.
Novellino considera que no se deben mezclar los temas. Más bien, sugiere trabajar en una corrección integral de las finanzas públicas y en una reforma de pensiones aparte. "El Estado de El Salvador tiene una responsabilidad de pago por los cotizantes que recibió del ISSS y el INPEP, y tenemos como sociedad encontrar una solución a ese problema, sí o sí. Pero eso no tendría que ser a costa de poner en riesgo el pago a futuro de las pensiones", sostuvo Novellino.
Novellino estuvo en la entrevista matutina de la radio 102nueve, mientras que Lemus y Villalona participaron en la entrevista del domingo en Canal 33.
Los puntos básicos de la reforma al sistema de pensiones que promueve el Ejecutivo traen consigo los mismos riesgos que hicieron fracasar al sistema anterior, que cerró sus filas en 1998, según consideran algunos expertos. La reforma completa todavía no se ha presentado y los representantes del sector privado consideran que la sociedad debe acceder a más detalles.
El titular del Ministerio de Hacienda (MH), Carlos Cáceres, ha explicado que la propuesta gira en torno a un importante cambio: el Estado volverá a administrar una parte de los ahorros de los trabajadores.
El siglo pasado, las cotizaciones de los empleados iban a un solo fondo. De ahí se sacaba para la jubilación de todos. Pero desde 1998 que se privatizó el sistema, las cotizaciones de los empleados, más el aporte de sus patronos, se coloca en una cuenta individual de ahorro. Después, este dinero se une con las cuentas del resto de trabajadores inscritos en las AFP y cuando están juntas se constituye el fondo de pensiones. Las AFP son las que cuidan este dinero, que acumula un total de US$8.222 millones hasta julio. También se encargan de invertirlo en diferentes destinos.
La propuesta de reforma que presentó el Gobierno es que las personas que ganen más de US$484 al mes cotizarán, todo lo que esté arriba de esa cantidad, en un sistema igual al de AFP. Abajo de US$484, estas personas ahorrarán en una entidad del Estado.
Este sistema se conoce como "mixto", porque combina una administración de fondos de pensiones privada con una pública. René Novellino, director de ASAFONDOS (la gremial de las AFP) dijo que esta propuesta "es reapertura del sistema público de reparto", el que había antes de 1998. Para Novellino, volver a un modelo anterior no deja de implicar algunos riesgos. "Reabrir el origen del déficit y la deuda, para hacer llegar flujos al Estado, nos parece que es una medida que en el largo plazo es contraproducente... En el largo plazo, no vamos a tener medios para pagar esas pensiones , que ahora estaríamos prometiendo pagar", manifestó el director de ASAFONDOS.
El asesor de ARENA y exfuncionario en entidades del Gabinete Económico, Rafael Lemus, también criticó la medida. "Si yo abro eso a que más gente cotice bajo esas reglas (habla del sistema de reparto), lo que estoy haciendo es no resolviendo el problema, estoy magnificando el problema". Para Lemus, el modelo de reparto acumuló dificultades para poder pagar las pensiones y los beneficios que se ofrecían.
El sistema de reparto, que funcionó desde 1969 hasta 1998, cerró con un déficit de US$24.085,19 millones. Eso es todo lo que el Gobierno necesita conseguir en dinero para cumplir sus obligaciones. La deuda acumula ya más de US$3.000 millones.
Mientras que César Villalona, economista de origen dominicano, explicó que de cualquier manera los ahorros de los trabajadores ya los ocupa el Gobierno; más que todo, para pagarle a los jubilados del sistema de reparto. "El sistema de capitalización individual no existe, eso es una ficción. Si ustedes están cotizando en una AFP, el dinero de ustedes se está utilizando para pagarle pensiones a personas jubiladas del Seguro Social y del INPEP", indicó. El Estado dispone del ahorro de los trabajadores desde 2006, a través del Fidecomiso de Obligaciones Previsionales (FOP). Ahora, ese FOP sirve para pagarle a seis de cada 100 jubilados: los del sistema de reparto.
El Gobierno espera que, con un sistema mixto, podrá recibir los flujos necesarios para transferirlos a obligaciones que se arrastran desde los tiempos del ISSS y el INPEP. Así lo confirmó ayer el secretario general del FMLN, Medardo González: "La postura del FMLN es tener un sistema mixto que garantice justicia, en donde el Estado tenga los recursos". Por ahora, esas obligaciones adquiridas se pagan con deuda.
Novellino considera que no se deben mezclar los temas. Más bien, sugiere trabajar en una corrección integral de las finanzas públicas y en una reforma de pensiones aparte. "El Estado de El Salvador tiene una responsabilidad de pago por los cotizantes que recibió del ISSS y el INPEP, y tenemos como sociedad encontrar una solución a ese problema, sí o sí. Pero eso no tendría que ser a costa de poner en riesgo el pago a futuro de las pensiones", sostuvo Novellino.
Novellino estuvo en la entrevista matutina de la radio 102nueve, mientras que Lemus y Villalona participaron en la entrevista del domingo en Canal 33.
