El expresidente de El Salvador (2004-20079), Elías Antonio Saca, habría recibido hasta US$60,000 en concepto de salarios durante su mandato, dinero que -según la investigación de la Fiscalía- provenía de sus empresas, las que a su vez fueron alimentadas con fondos públicos.
De acuerdo con el Ministerio Público, la transferencia de fondos de Casa Presidencial a sus empresas fue un mecanismo que utilizó para hacerse llegar el dinero que él sustrajo ilegalmente mientras era Presidente de la República.
Saca está en el banquillo de los acusados y se perfila como el primer mandatario que será conenado por corrupción, tras su aceptar su culpabilidad en los casos de peculado y lavado de dinero por los que es juzgado.
Este jueves se llevará a cabo una tercera jornada del juicio por el desvío de US$301 millones del Estado contra el exmandatario y otros seis imputados, entre ellos exsecretarios y exempleados de la Presidencia.
Se prevé que los señalados den su declaración ante el juez, donde ratificarán su culpabilidad por los delitos que se le imputan, lavado de dinero y peculado.
Según la investigación fiscal, cuando Saca llegó a la Presidencia en junio de 2004, tenía un salario de US$5.000, pero un año más tarde este aumentó a US$14.000, lo cual consideró que no era posible porque ya fungía como funcionario público las 24 horas del día y así no podía trabajar en las cinco sociedades de las cuales era accionista.
Entre 2007 y 2008, señaló el fiscal, hubo un aumento "paulatino" hasta los US$27.000, pero no se detuvo y habría alcanzadolos US$60,000, y se mantuvo así hasta 2012 o 2013, pese a que las sociedades de Saca habían reportado pérdidas desde 2010.
"¿Cómo es posible que empiecen a reportar pérdidas, a tener menos ingresos, pero empieza a pagar mayor salario al señor Elías Antonio Saca?", cuestionó el fiscal, para quien resulta razonable que luego el salario del imputado se hubiera reducido a US$10.000 y US$11.000 por "la inflación" y el "incremento de gastos de vida".
Durante el juicio, la Fiscalía explicó ante el Tribunal Segundo de Sentencia de San Salvador las formas en las que presuntamente Saca y los exfuncionarios desviaron millones del Estado.
Una de ellas, dijo, fue la creación de 16 cuentas particulares a nombre del exsecretario privado de la Presidencia, Elmer Charlaix; del exjefe de la Unidad Financiera de la Presidencia, Francisco Rodríguez Arteaga; y Pablo Gómez, excontador Charlaix, quienes presuntamente giraron cheques para las agencias de publicidad América Publicidad, ANLE y Funes y Asociados, y la empresa comunicacional Marketing and Services.
Estas, según la Fiscalía, ayudaron a Saca al desvío de dinero hacia sus sociedades y la de su esposa, Ana Ligia Mixco de Saca, también procesada en otro juzgado por lavado de dinero y activos.
De esa forma, el Grupo Radial Samix, la Promotora de Comunicaciones, Radio Difusión de El Salvador, Radio Difusión Usuluteca y Stereo 94.1, de acuerdo con la investigación, recibieron el 80 % del dinero triangulado.
"El lavado de dinero tenía un costo, una comisión", explicó la Fiscalía, al referirse a que las sociedades que ayudaron a lavar el dinero se quedaban con el 20 % del monto que recibían, a excepción de Marketing and Services que se habría quedado con el 15 % o el 16.4 %.
En la administración Saca, por ejemplo, el Ministerio Público detalló que América Publicidad y Funes y Asociados fueron las dos sociedades que más dinero triangularon para las cuentas de las empresas del expresidente.
La primera habría recibido US$$7.069.712, pero de estos emitió a favor de las empresas vinculadas al exfuncionario US$5.659.514. Mientras que la segunda recibió US$7.279.552, pero desvió US$6.412.522.
En total, sostuvo el fiscal del caso, en el primer año de la gestión Saca, las tres agencias y la empresa comunicacional recibieron mensualmente US$100.000 para triangularlos, pero el monto aumentó a US$125.000.
Saca y otros exfuncionarios están en priión preventiva en el penal salvadoreño La Esperanza, conocido como 'Mariona', desde hace casi dos años.
La Fiscalía ha solicitado para el exmandatario y su entonces secretario Charlaix 10 años de prisión por los delitos. De llegar a concretarse la sentencia, se le deberán restar los días que ya estuvieron encarcelados.
Con información de elsalvador.com