Para poder sacar las mercancías, los exportadores, principalmente agroindustriales, han tenido que utilizar vías alternas a la ruta 32, la que principal vía que une San José con el Caribe costarricense, lo que, según cálculos de empresarios agrícolas, les ha supuesto un costo extra de US$1,5 millones, informa el diario costarricense La Nación.
Esta misma mañana pudo reabrirse la vía, tras cuatro días de cierre y una semana de cortes intermitentes.
Los costos extra son cálculos basados tan solo en el transporte, puesto que los daños a los cultivos todavía no se han podido cuantificar.
Al cierre de la ruta 32, se suman los graves daños en las vías que llevan a las principales áreas productoras de piña de la zona norte y Limón.
"La situación es muchísimo más seria de lo que uno podría pensar; la ruta 32 es el enlace con el Caribe donde entra y sale el 80% de lo que se importa y exporta", manifestó óscar Sánchez, presidente de la Cámara de Exportadores de Costa Rica.
Luis Felipe Arauz, ministro de Agricultura, confirmó que hay 4.000 contenedores, de piña y banano, que no se han podido exportar por problemas en vías.
"La situación es grave. Lo fundamental es restablecer las vías de comunicación", manifestó anoche Arauz, a la salida de la reunión entre productores y el presidente Luis Guillermo Solís.
"En ganado habrá pérdidas porque cuando el agua baje el pasto se va a podrir y los animales no tendrán alimento. Causará grandes pérdidas", dijo Lizano.
Reparar las vías
La reparación de 36 rutas que sufrieron daños por las lluvias por unos US$13,5 millones, calculan autoridades
La cifra podría aumentar conforme el mal tiempo ceda y comience la inspección del estado de otras carreteras y puentes que podrían estar afectados.
Luis Guillermo Solís aseguró que el Gobierno cuenta con recursos suficientes para atender esta situación, aunque tampoco descartó decretar emergencia nacional para agilizar la reconstrucción de la infraestructura, lo que le daría acceso directo a una línea de crédito del Banco Mundial por US$31 millones.
Esta línea del BM existe desde 2008, para atender emergencias por desastres naturales.
