Costa Rica tiene un endeudamiento mayor al 47,6% del Producto Interno Bruto (PIB), lo cual es riesgoso, y en 2015 será del 47,1%, según un estudio de la Academia de Centroamérica, el cual enfatiza que estos índices ponen en vilo la estabilidad económica del país.
Según los datos de la Academia de Centroamérica, de no tomar prontas medidas de contención, la posibilidad de incumplir los pagos se vuelve muy alto.
Los datos del estudio, que demuestran la carga de la deuda están basados en tres factores: la tasa de interés real, el crecimiento de la economía y el balance primario (los gastos del Gobierno, sin incluir intereses, menos los ingresos totales).
Si el Gobierno tiene un déficit primario, implica que pide prestado no solo para pagar los intereses de deudas anteriores, sino también para cancelar el gasto ordinario y, por eso, este faltante eleva la deuda pública.
El estudio explica que la deuda pública no es mala por sí misma; no obstante, cuando es excesiva, le quita recursos al sector privado para producir, presiona al alza las tasas de interés, puede afectar la competitividad del país y su inflación, así como generar incertidumbre.
Para evitar que la deuda sobrepase ese límite, el informe considera que el Gobierno requiere recursos por un monto equivalente a entre 4,5% y 6,4% de la producción interna, lo que provendría de bajar gastos y subir ingresos, publicó el diario La Nación.
La propuesta que impulsa el Ejecutivo, la cual se compone de nueve proyectos de ley y medidas administrativas, generaría recursos equivalentes al 3,7% de la producción, según el compromiso con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Por su parte, Edna Camacho, presidenta de la Academia, explicó que el ajuste se puede realizar en un plazo determinado, mientras que economistas y sindicalistas consultados coinciden en la gravedad de la situación, pero difieren en la solución.
Por ejemplo, Thelmo Vargas, exministro de Hacienda, consideró que lo que país debe hacer es adoptar políticas que estimulen el crecimiento económico, medidas de recorte y control permanente de la expansión del gasto corriente y, si aun así algo de impuestos faltara, podría pensarse en modificar el tributo de ventas.
Por su parte, Carlos Cabezas, secretario general de la Central General de Trabajadores, señala como culpables de la situación el Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos y Centroamérica y la evasión fiscal.
