Esta semana, la información económica mundial hizo encender luces de alerta: la crisis minero-petrolera y su impacto en el dólar y en las principales economías latinoamericanas comenzó a ser un tema de análisis recurrente entre los expertos, quienes ya evalúan los daños colaterales que este proceso podría generar.
A eso hay que agregar la devaluación del yuan, la incierta evolución de la tasa de referencia de los Estados Unidos y "las escaramuzas" de una eventual "guerra de divisas" (como lo llama el Banco Mundial), que podría derivarse de los reacomodamientos macroeconómicos que está haciendo Pekín.
¿Y todo esto cómo impacta en Centroamérica? Difícil predecirlo con exactitud. Sin embargo, una buena medida precautoria es comprender que el contexto internacional está atravesado por estas tendencias y evitar minimizarlas.
La región está cada vez más integrada al mundo, depende de los flujos comerciales, financieros e inversores de sus socios y vecinos, y si ellos tienen problemas, es más que probable que nosotros también los tengamos.
Hagamos un repaso de los hechos y sus protagonistas:
* China. Durante décadas se expandió al 9% anual, pero en los últimos años ha bajado su ritmo al 7%. Eso ha motivado la triple devaluación de su moneda del último mes.
¿Es China, hoy, el socio prometedor que Centroamérica conoció en las sucesivas visitas que su líder Xi Jinping hizo a la región? ¿Pekín está en condiciones de cumplir con inversiones o solo necesita mercados para productos a bajo precio?
Por otro lado, ¿no será hora de que el gobierno nicaragüense revele hasta qué punto ha naufragado el sueño del Gran Canal de Nicaragua, que iba a ser financiado por una supuesta firma inversora china? Aquí es donde tapar el sol con un dedo ya no funciona. Estamos a las puertas de que muchas "medias verdades" queden en evidencia fáctica.
* Estados Unidos. La gran locomotora que tira de la demanda interna de Centroamérica, ¿tiene el horizonte despejado? El actual crecimiento que experimenta el país ya es 16 meses más largo que la media desde la Segunda Guerra Mundial.
Algunos economistas creen que la recuperación es sólida y llegó la hora de subir las tasas. Para otros, una nueva recesión mundial está a la vuelta de la esquina y eso habrá de impactar a la economía estadounidense. ¿Cuán probable es una nueva recesión?
En el segundo trimestre, además de la desaceleración china, la economía de Japón se contrajo y Europa registró un crecimiento mediocre. El punto preocupante en Estados Unidos es que si llegara una nueva tormenta recesiva mundial, con tasas de interés cercanas a cero y planes de estímulo fiscal inviables por los altos niveles de deuda pública, ¿con qué herramientas podría enfrentar un nuevo bajón económico?
* México y Colombia, Los dos vecinos cercanos, cada vez más comprometidos con sus inversiones y empresas en la región. Para ellos, la caída de la demanda de China les está significando un gran dolor de cabeza. Ocurre que China es un importante comprador de crudo de Colombia y México.
Este año, el peso colombiano ha perdido 21% de su valor frente al dólar para llegar a un mínimo histórico, mientras que el peso mexicano se han depreciado 10,11%.
Una eventual guerra de divisas pondría a estas economías y sus empresas en una situación, cuanto menos, incómoda y de repliegue de sus negocios.
Así las cosas, claramente no es tiempo para que la región se mantenga "enredada" solo en sus grandes problemas domésticos. Es hora de ponerse en acción para resolverlos y, además, preparar las salidas de emergencia ante una eventual nueva crisis mundial.
* Directora Editorial de Estrategia & Negocios
