En Centroamérica, Guatemala crecerá un 4 % este año y un 3,9 % en 2017; El Salvador, un 2,5 % y 2,6 %, respectivamente; Honduras, un 3,5 % y un 3,7 %;Nicaragua 4,5 % y 4,2%;Costa Rica, un 4,2 % en 2016 y lo mismo en 2017; y Panamá, un 6,1 % y un 6,4 %.
En el Caribe, el crecimiento de la República Dominicana en 2016 será del 5,4 % y en 2017 del 4,5 %; y Haití 2,3 % y 3,3 %, respectivamente.
Afectados de manera disímil por el entorno, las perspectivas de crecimiento de los países de la región se han separado: mientras México, Centroamérica y el Caribe se benefician de la recuperación de Estados Unidos, y en algunos casos de la caída de los precios energéticos, Suramérica se mantiene 'fuertemente afectada' por los bajos precios de las materias primas.
El global de América Latina y el Caribe, arrastrada por Brasil y Venezuela, registrará en 2016 un segundo año de decrecimiento económico antes de rebotar a terreno positivo en 2017, estimó este martes el Fondo Monetario Internacional (FMI), más pesimista que en enero.
En un escenario mundial débil y propenso a empeorar, el FMI estimó que el PIB regional decrecerá -0,5 % este año, una caída mayor a la de -0,3 % publicada por el organismo en enero.
Aún más lejos quedó el moderado optimismo de octubre, cuando la institución proyectaba un 0,8% de crecimiento de la economía latinoamericana y caribeño, una región afectada de manera distinta por los grandes shocks mundiales, como la caída de los commodities y la desaceleración de China.
Este año, el desempeño económico en la región será además peor que en 2015, cuando los países de la región se contrajeron 0,1%, indicó la institución, que celebra en Washington su reunión anual esta semana.
De concretarse las estimaciones del Fondo para 2016, América Latina y el Caribe habrá tenido dos años seguidos de recesión, algo inédito desde 1982-1983, cuando la crisis de la deuda desencadenó la llamada 'década perdida' para la región.
La caída se detendría en 2017: el FMI espera un fortalecimiento de la actividad económica en todos los países, con un crecimiento regional de 1,5%.
En un contexto de estancamiento de los precios, la debilidad de los exportadores latinoamericanos de petróleo y de otros commodities, unido a una desaceleración de China, influenciará en el modesto crecimiento de los países emergentes en 2016.