Por Expansión
Anheuser-Busch InBev (AB InBev) espera llevar a cabo un ajuste de plantilla que afectará 'aproximadamente al 3% del total de la fuerza de trabajo' del grupo combinado tras la adquisición de la cervecera británica SABMiller, lo que podría suponer el recorte de alrededor de 6.000 puestos de trabajo.
'AB InBev actualmente espera una reducción de empleo potencial de aproximadamente el 3% del total de la fuerza de trabajo del grupo combinado', señala el propietario de Budweiser, que subraya que este ajuste de plantilla se implementará 'gradualmente' durante un periodo de tres años.
El consejo de administración de AB InBev señala en la nueva documentación sobre la transacción que para alcanzar los beneficios de la operación previstos y optimizar la estructura del grupo será necesaria una reestructuración y reorganización operacional y administrativa tras completarla.
'El trabajo para la integración desarrollado hasta la fecha ha confirmado el potencial para generar ahorros de costes en áreas reduciendo personal en funciones superpuestas donde podría producirse una duplicación', señala la empresa.
En este sentido, AB InBev expresa su intención de que la sede del nuevo grupo combinado siga estando en Lovaina (Bélgica), mientras mantendrá en Nueva York su oficina de gestión, lo que implicará la integración de las funciones de administración central de AB InBev y SABMiller y podría suponer pérdida de puestos de trabajo en la sede de la cervecera británica en Woking (Reino Unido) en un breve periodo tras el cierre de la transacción.
Anheuser-Busch InBev (AB InBev) espera llevar a cabo un ajuste de plantilla que afectará 'aproximadamente al 3% del total de la fuerza de trabajo' del grupo combinado tras la adquisición de la cervecera británica SABMiller, lo que podría suponer el recorte de alrededor de 6.000 puestos de trabajo.
'AB InBev actualmente espera una reducción de empleo potencial de aproximadamente el 3% del total de la fuerza de trabajo del grupo combinado', señala el propietario de Budweiser, que subraya que este ajuste de plantilla se implementará 'gradualmente' durante un periodo de tres años.
El consejo de administración de AB InBev señala en la nueva documentación sobre la transacción que para alcanzar los beneficios de la operación previstos y optimizar la estructura del grupo será necesaria una reestructuración y reorganización operacional y administrativa tras completarla.
'El trabajo para la integración desarrollado hasta la fecha ha confirmado el potencial para generar ahorros de costes en áreas reduciendo personal en funciones superpuestas donde podría producirse una duplicación', señala la empresa.
En este sentido, AB InBev expresa su intención de que la sede del nuevo grupo combinado siga estando en Lovaina (Bélgica), mientras mantendrá en Nueva York su oficina de gestión, lo que implicará la integración de las funciones de administración central de AB InBev y SABMiller y podría suponer pérdida de puestos de trabajo en la sede de la cervecera británica en Woking (Reino Unido) en un breve periodo tras el cierre de la transacción.
