<strong>Mientras tanto, el impacto desproporcionado de la pandemia en las mujeres amenaza con hacer retroceder los escasos avances logrados estas &uacute;ltimas d&eacute;cadas.</strong>La proporci&oacute;n de mujeres en puestos directivos disminuy&oacute;, a veces significativamente, del cuarto trimestre de 2019 al tercer trimestre de 2020 en m&aacute;s de la mitad de los 47 pa&iacute;ses con datos disponibles. Las cifras trimestrales estaban disponibles sobre todo para los pa&iacute;ses de ingresos altos.No obstante, es probable que este patr&oacute;n se mantenga en los pa&iacute;ses de ingresos m&aacute;s bajos, donde a menudo m&aacute;s de la mitad de las mujeres directivas trabajan por cuenta propia. Las medidas de distanciamiento social, los cierres y la distorsi&oacute;n de las cadenas de suministro y los mercados han exacerbado las desigualdades estructurales y los retos que suelen impedir el rendimiento y el crecimiento de las empresas propiedad de mujeres, y han provocado el cierre de muchas de ellas.<strong>Un porcentaje cada vez mayor de mujeres j&oacute;venes que no reciben educaci&oacute;n, ocupaci&oacute;n o formaci&oacute;n</strong>En todo el mundo, la proporci&oacute;n de j&oacute;venes que no cursan estudios, ocupaci&oacute;n ni reciben formaci&oacute;n (NEET, por sus siglas en ingl&eacute;s) no ha mostrado signos significativos de mejora en m&aacute;s de una d&eacute;cada, mientras que las mujeres j&oacute;venes siguieron vi&eacute;ndose afectadas de forma desproporcionada en comparaci&oacute;n con sus hom&oacute;logos masculinos.<strong>En 2019, las mujeres j&oacute;venes ten&iacute;an m&aacute;s del doble de probabilidades que los hombres j&oacute;venes de estar desempleadas y sin educaci&oacute;n ni formaci&oacute;n.</strong>