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Elecciones en Centroamérica: oportunidad para definir visiones y construir consensos

Además de elegir a sus representantes, las elecciones representan una buena oportunidad para que los centroamericanos definan su visión de país para cada una de las naciones en el mediano y largo plazo y logren establecer acuerdos sobre cómo implementar esta visión de un futuro mejor.

2018-03-01

Por Seynabou Sakho*

Este es un año de elecciones en Centroamérica. Los costarricenses están llamados a elegir a su nuevo presidente el 1 de abril, después de una primera vuelta celebrada el pasado 5 de febrero. En El Salvador, se celebrarán elecciones municipales y legislativas el próximo 4 de marzo, y en febrero del próximo año se elegirá el nuevo presidente del país. Por su parte, el próximo año en Panamá y Guatemala los ciudadanos elegirán a su próximo mandatario en mayo y junio respectivamente.

Foto: Estrategia y Negocios

Seynabou Sakho es Directora del Banco Mundial para Centroamérica.

Además de elegir a sus representantes, las elecciones representan una buena oportunidad para que los centroamericanos definan su visión de país para cada una de las naciones en el mediano y largo plazo y logren establecer acuerdos sobre cómo implementar esta visión de un futuro mejor.

La región enfrenta retos importantes. Costa Rica, si bien ha logrado tasas de crecimiento elevadas en los últimos años y una reducción de la pobreza, presenta una situación fiscal que se ha ido deteriorando en los últimos años, en parte debido a un aumento en el nivel del gasto público. Prueba de ello es que justo antes de la crisis financiera del 2008, el país tenía un ligero superávit del 0,2% del PIB mientras que en 2010 el déficit fiscal alcanzó el 5,1% del PIB y podría llegar al 6,5% si no se aprueba una reforma fiscal que permita enderezar las finanzas públicas hacia una senda sostenible.

En El Salvador se han logrado avances en términos de desarrollo humano gracias a políticas públicas que han permitido un mayor acceso a servicios básicos como educación, salud y agua y saneamiento. Sin embargo, el país sigue presentando elevadas tasas de crimen y violencia y el crecimiento está estancado desde hace años. Según datos del Banco Mundial, el crecimiento del PIB real en el país fue del 1.9% en promedio entre 2010 y 2016, una tasa por debajo de las observadas en América Latina y El Caribe.

Para atender estos retos, ambos países deberán analizar cuál es rol del Gobierno en áreas claves como las inversiones en capital humano o la mejora de la infraestructura. También tendrán que identificar qué papel debe jugar el sector privado, fundamental para la generación de empleos y, en consecuencia, para la reducción de la pobreza. Igualmente importante será definir en qué sectores quieren basar su crecimiento económico en los próximos años y cómo fomentar la transparencia para lograr instituciones más sólidas y que generen una mayor confianza de la ciudadanía.

Foto: Estrategia y Negocios

Este trabajo, sin embargo, implica sumar los esfuerzos de todos los sectores de la sociedad, incluidos los congresistas, las organizaciones civiles, la academia y el sector privado. Dicho de otra forma, será crucial que construyan consensos. En diferentes áreas y de diversas formas pero con un objetivo común: unir fuerzas para trabajar en los sectores prioritarios para el desarrollo del país. O lo que es lo mismo, embarcarse juntos en esa visión de país.

Esto es particularmente importante si tenemos en cuenta que la polarización política ha obstaculizado la aprobación de reformas significativas en el Congreso de ambos países. Sin embargo, la existencia de un contrato social implícito en Costa Rica y los acuerdos políticos alcanzados el último año en El Salvador para la aprobación de la reforma de pensiones son un ejemplo de que el consenso, no solo es posible, sino que conlleva importantes beneficios para las poblaciones más vulnerables.

En este camino, el Banco Mundial va a seguir apoyando a Centroamérica con proyectos de inversión y asistencia técnica en áreas claves para el desarrollo. Ello con el objetivo de que la región pueda lograr una reducción de la pobreza y un mayor bienestar para su población.

* Seynabou Sakho es Directora del Banco Mundial para Centroamérica

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