El 1 de junio de 2007 China ganaba para su causa a Costa Rica, que al tiempo que reconocía la República Popular, y su política de una sola China, dejaba de lado 63 años de vínculos históricos con Taiwán, considerada como una provincia rebelde por Beijing.
De este modo China rompía la homogeneidad en la política centroamericana de reconocimiento hacia Taiwán. Así, China se sirve del prestigio de Costa Rica en la región para asentarse en ella, principalmente en el plano político.
Diez años después, China ha colmado de regalos a su socio en el Istmo, desde el Estadio Nacional (una obra de unos US$83 millones), más de 200 carros patrulla para la policía, la donación de aviones, o una moderna Escuela Nacional para la formación de policías, que está a punto de ser terminada.
En 2012 entraba en vigor el Tratado de Libre Comercio entre ambos países, que a tenor de las cifras observadas no ha sido del todo positivo para Costa Rica. Eso sí, es el segundo gran socio comercial del país, tan solo superado por EE.UU.
Las exportaciones al gigante asiático, pese a la apertura de relaciones y la firma de un Tratado de Libre Comercio han mermado considerablemente, pasando de US$613 millones en 2008, a tan apenas US$62 millones en 2016. La razón es clara, Intel cerró su manufactura en Costa Rica, que suponía más del 90 % de las exportaciones ticas hacia China.
Mientras, las importaciones pasaron de US$865 millones en 2008, a cerca de US$2.200 millones, en 2016.
Pero ahora hay buenas noticias. Hoy mismo han salido los primeros contenedores de piña costarricense hacia China, un total de 15.120 cajas de las empresas Upala Agrícola, Productos Agropecuarios Visa, Agromonte y Acón. El crecimiento de las importaciones de piña por parte de China, a nivel global, fue del 64 % en 2015.
Costa Rica es el primer exportador de piña en el mundo. En el 2016, representó el 45% de las exportaciones totales en valor y 55% en peso.
Estas exportaciones son la culminación del proceso de obtención de los permisos fitosanitarios, en un proceso que inició desde 2011.
China y la infraestructura
El ex ministro de Comercio Exterior tico (2006 -2010), y antiguo embajador en China (2010 - 2014), Marco Vinicio Ruiz, apuntó a la necesidad de que Costa Rica "abra los ojos" en materia de cooperación de infraestructura con China, ante el déficit histórico del país centroamericano en este aspecto.
El otrora embajador en Beijing habló sobre la posibilidad de que empresas chinas participen en el proyecto nuevo aeropuerto internacional de Orotina, y que la tan comentada Zona Económica Especial (ZEE, una suerte de Zona Franca, un gran parque industrial, rodeado de todos los servicios que requieren las compañías) pudiera ubicarse en sus alrededores.
"Debemos volver los ojos hacia Asia - comentó Ruiz-, y buscar Alianzas Público Privadas con China para desarrollar el aeropuerto. Sería beneficioso para el país, para hacerlo rápido y eficiente".
Isabel Yung, presidenta de la Asociación Colonia China en Costa Rica cree que el retraso en la creación de una ZEE, y la escasa presencia de inversión China en el país centroamericano viene dado por la necesidad de contar con leyes más claras, y una menor burocracia: "No tenemos una política clara sobre qué debe hacer un inversionista para venir a Costa Rica".
Ruiz ejemplificó el interés de las autoridades chinas en materia de infraestructura con el I Foro de la Franja y la Ruta, realizado hace unas semanas, alianza que busca construir una red de infraestructuras y comunicaciones y crear una plataforma de cooperación económica que conecte a decenas países de Asia, Europa y áfrica reeditando las antiguas vías comerciales de la Ruta de la Seda. Esta franja suma el 63 % de la población mundial.
