Las 12 megaobras que componen la planta hidroeléctrica Reventazón -la más grande de Centroamérica- serán entregadas oficialmente al país este viernes por parte del Instituto Costarricense de Electricidad (ICE).
Al acto asiste el presidente de la República, Luis Guillermo Solís, así como autoridades nacionales en temas energéticos.
Dicha obra de infraestructura aportará 305,5 megavatios de potencia al Sistema Eléctrico Nacional, para abastecer de electricidad a unos 525.000 hogares del país.
La planta se ubica en el cantón de Siquirres (Limón) y tiene un área de embalse de 7 kilómetros cuadrados con capacidad de llenado de 300 millones de metros cúbicos.
Pese a las dimensiones de esta obra, valorada en US$1.400 millones, el período de construcción se extendió por apenas 6 años, desde abril del 2010 hasta setiembre de 2016.
Asimismo, la planificación, construcción y puesta en operación del Proyecto implicó una participación del sector privado de más de US$675 millones por concepto de adquisiciones y contratación de maquinaria.
Dicha obra se considera estratégica para el país en su meta de generar el 100% de su energía mediante fuentes renovables y que el país mantenga su independencia eléctrica cuando menos hasta el 2025.
Las 12 megaobras que componen la hidroeléctrica Reventazón son: la represa, obras de desvío, una cortina de impermeabilización, un vertedero de excedencias, toma de agua, descarga de fondo, un túnel de conducción, tubería forzada, un tanque de oscilación, una casa de máquinas, una central de compensación ecológica y una subestación eléctrica.
El financiamiento del proyecto se hizo mediante un fideicomiso administrado por el banco Scotiabank, con recursos de los cuatro bancos públicos (Nacional, BCR, Bancrédito y Popular), así como recursos del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Banco Mundial.
