Cuando tomo vacaciones, no me pagan. Como empresario independiente, no hay manera de evitarlo. Si no trabajo, no tengo ingresos. Pero no tengo problemas con eso, escribe Bill Florin en su artículo publicado por LinkedIn.
Se me ocurrió hace dos veranos cuando mi familia y yo alquilamos una maravillosa casa rústica en Bar Harbor, Maine. En esa oportunidad disfrutamos salir a caminar, andar en bicicleta, ir de compras, nadar y pasar el rato. Casi nos ‘desenchufamos’ por completo, y ¡fue genial! Tenemos prevista otra escapada intencional este verano, y mi expectativa sobre estos días lejos de la rutina es mucho mayor que mi preocupación por una semana con cero ventas.
Se ha escrito mucho sobre las personas que no toman sus vacaciones. Nos sentimos culpables, indispensables e incluso vulnerables (¿acaso mostramos debilidad por tomarnos un tiempo para descansar?) cuando nos alejamos por unos días del trabajo.
En lugar de reiterar este tema cubierto extensamente, en lugar de convencerlo a irse de vacaciones, voy a ofrecer algunos consejos sobre cómo lograr las mejores vacaciones posibles. Usted sabe que las necesita. Aquí cómo hacerlo.
Planifique y comprométase.
Para tomar vacaciones, es necesario planificarlas. He descubierto que si se planean con mayor antelación, se vuelven más valiosas. Tener esas fechas establecidas y saber que hay un lugar a donde ir lejos de una oficina con computadoras, siempre motiva a seguir en los días difíciles. A veces la espera es tan buena como la experiencia en sí, así que aproveche en planificarlas lo más pronto posible. Sepa a dónde ir, cuándo, y lo que quieres hacer cuando esté allí. Consiga algunas fotos y decore su oficina. Ponga algunas en el refrigerador de su casa. Entusiásmese con ellas.
La planificación es importante también porque sus colegas, socios comerciales y clientes saben qué esperar. Trabaje para anticipar lo que hay que hacer mientras usted esté fuera, determine quién puede hacerlo, y delegue cuando sea necesario. Si puede terminar el trabajo antes de irse, hágalo. Despeje su escritorio antes de irse.
En mi negocio, tengo muchos proyectos que se ejecutan simultáneamente. Un mes antes de mis vacaciones, dejo que todos los clientes con proyectos actuales sepan cuándo me voy y qué esperar. Algunos tomarán la oportunidad para terminar sus proyectos de forma rápida; otros decidirán que pueden esperar. Todos aprecian el aviso.
Encienda su campo de fuerza.
La tecnología es una parte importante del proceso. Utilizo el correo de voz y una respuesta de correo automática para que los clientes actuales y los potenciales sepan que estoy lejos y cuándo pueden esperar una respuesta. Bromeo con mi esposa que este es mi campo de fuerza electrónica, manteniendo las preocupaciones empresariales lejos mientras disfrutamos de nuestro tiempo. Si alguien está cubriéndolo en caso de emergencia, asegúrese de comunicarle la información.
Usted también debe pensar en cómo va a controlar ese supervisor electrónico: el smartphone. Es fácil configurar un saludo de correo de voz, apagar su computadora y salir a la carretera. No es tan fácil ignorar los mensajes cuando su teléfono zumba o timbra a cada minuto. ¿Cuál será su estrategia para esto? Si tiene que estar conectado, si es absolutamente necesario saber qué está pasando, considere reservar un poco de tiempo cada día para revisar los mensajes. Pero mejor aún, no lo haga.
Pienso en el dilema de esta manera: Si he terminado todos los proyectos y he resuelto todo lo demás lo más rápido posible antes de mis vacaciones, y si me he comunicado con eficacia y frecuencia con mis clientes y otras personas, he hecho todo lo que se debe y merezco desconectarme. Es una sensación liberadora. Trate de apagar el teléfono durante un día para ver si lo extraña.
Dése una charla de motivación. "Estas son mis vacaciones. Le he dicho a todos lo que necesitan saber y he hecho todo lo posible para prepararme. Ese asunto -sea lo que sea- puede esperar".
Disfrute.
¡Haga sus cosas! Disfrute de la vida fuera de la oficina. Vuelva a conectarse con sus familiares, amigos y aficiones. Basta de charla; usted lo sabe.
Al volver.
Una vez escuché un muy buen consejo: No se mate en su primer día de vuelta al trabajo. Claro, llegue un poco antes para limpiar su correo electrónico y planear su día. Pero no trabaje 14 horas el lunes para compensar por estar de vacaciones. No tiene nada de que sentirse culpable. Usted se ganó su tiempo, lo disfrutó, y tiene el derecho de recordarlo sin pagar la penitencia de agotarse el primer día de su regreso.
Sugerencia: ¡Empiece a planear sus próximas vacaciones!
Si usted es como yo, se dará cuenta que las vacaciones son una de las cosas más productivas que uno puede hacer. Disfrute el verano y el tiempo fuera. Se lo ha ganado.
