Empresas & Management

Mayores de 50 años abren nuevos desafíos a la economía

Diversos estudios muestran que los mayores tienden a estar más comprometidos y satisfechos con sus trabajos que los jóvenes.

2019-11-19

Por Gabriela Origlia

América Latina y el Caribe envejecen más rápido que el resto del mundo. Un estudio del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) destaca que, en las próximas décadas, países como Nicaragua, México y Chile envejecerán hasta tres veces más rápido que algunos europeos. Aunque en buena parte del mundo -en especial en occidente- todo mira hacia los Millennials, los ‘perennials’ (los de más de 50 años) ganan terreno y la economía cometería un gran error si no les da protagonismo.

Así, los mayores de 50 años abren nuevos desafíos a la economía.

A nivel global se espera que el año que viene sean más de 1.000 millones las personas de más de 65 años (22% del total) y se duplique en 2050. El cálculo abre desafíos que los economistas David Bloom, David Canning y Gunter Fink describieron en su trabajo "Las implicancias del crecimiento poblacional para el crecimiento económico": aumento de los gastos en salud y jubilaciones (que deben afrontar los activos).

Paulo Saad, director del Centro Latinoamericano y Caribeño de Demografía de la División de Población de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) explica que hasta 1970 Latinoamérica y el Caribe fue una región joven pero que hacia el 2040 el porcentaje de personas de más de 60 años superará por primera vez a los menores de 15.

Foto: Estrategia y Negocios


Por la caída de las tasas de fecundidad, la proyección es que hacia 2060 la población comenzará a disminuir.

Según coinciden las consultoras de recursos humanos, la franja de edad con más dificultades para el acceso al mercado laboral es la de los mayores de 55 años.

Sin embargo el economista Tyler Cowen -quien gestiona el blog Marginal Revolution- sostiene que la preocupación hoy, más que enfatizar en el miedo a la robotización del empleo habría que concentra se en "identificar, movilizar y dotar de nuevas herramientas" a los trabajadores adultos.

Cowen advierte que en función de la prolongación de la existencia -en Latinoamérica y el Caribe la esperanza de vida al nacer es de 75,2 años por debajo de América del Norte, Europa y Oceanía- discriminar a los de más de 50 años implica "excluirlos de la mitad de su vida laboral" con costos de ineficiencia altos para toda la sociedad.

Amodo de ejemplo, indica que las empresas priorizan a los jóvenes porque generan menos costos en términos laborales. Investigaciones de diferentes consultoras y centros de estudios muestran que los mayores tienden a estar más comprometidos y satisfechos con sus trabajos que los jóvenes. Mantenerse funcionales y seguir alcanzando metas son claves en ese proceso. También están más inclinados a compartir su experiencia, tienen mayor tolerancia a la frustración y a consolidar los valores de una organización.

La revolución sénior

Sebastián Campanario, economista argentino autor del libro "Revolución senior", consigna algunas alternativas que podrían seguir las empresas para dejar de ver a la edad como un problema y aprovechar su potencial económico. La primera es practicar la "escucha activa", incorporar en sus iniciativas de recursos humanos señales de que toman nota de la existencia de empleados de más de 50 años.

Instrumentar la "semana flexible" es otra de las propuestas de Campanario.

Así como para atraer a los jóvenes ponen en marcha horarios flexibles o homeworking pensando que se trata de "nómades digitales" que trabajan mientras se mueven, las compañías deberían incluir más gradualidad para los trabajadores séniors, quienes seguramente también la valorarían.

Campanario también apunta a crear un "mix multigeneracional", es decir que convivan diferentes generaciones de empleados, lo que requiere de diseñar políticas de integración para el armado de equipos con gente de diferente edades y programas de mentoreo tanto de los mayores a los más jóvenes como en sentido inverso.

Los expertos coinciden en que cada vez más las empresas hablan de diversidad e incluyen las vinculadas con género o nacionalidad, pero olvidan que la edad también es un vector a considerar. Es una discriminación que creció en vez de retrotraerse como pasa con las otras.

Las compañías demoran en prepararse para la gente que está más tiempo en el mercado laboral y que deben leer esa permanencia como un factor de competitividad. Claro que para que lo sea, hay que saber gestionar a esos trabajadores.

EMPRENDEDORES Y CONSUMIDORES

Como una forma de alentar a los emprendedores seniors cada vez más se repasa que Sam Walton empezó con Wal-Mart a los 44 años; Henry Ford a los 40 inició su automotriz; Ray Kroc tenía 52 años cuando arrancó con McDonads’s y Harland Coronel Sanders ya había alcanzado los 65 cuando KFC salió al mercado.

¿Las ventajas? La experiencia y los contactos además de una capacidad equilibrada entre riesgo y prudencia. El español Aitor Jiménez Villar, quien sigue estos temas en el blog Empresamientos del diario El Economista enfatiza que el segmento etáreo están "más capacitados tecnológicamente y se desenvuelven con fluidez en entornos digitales".

Los denomina la generación de SúperEmprendedores: "Tienen conocimiento, recursos económicos, contactos, experiencia acumulada y suelen asociarse con jóvenes profesionales tecnológicamente avanzados para buscar la complementariedad perfecta en un negocio. Aprenden y se adaptan pronto al entorno, tanto tecnológico como social".

Además, los ratios de éxito de los proyectos que traccionan estos emprendedores senior superan el 70%.

Otro aspecto a tener en cuenta es que los de más de 50 años son el segmento de la población que más dinero acumuló, pero aun así es el más descuidado por la inversión publicitaria.

La consultora Kantar presentó un estudio que indica que hombres y mujeres de 50 a 70 años suman 7,8 millones de consumidores potenciales, pero la pauta que le dedican las empresas es "60% menor a la dirigida a la generación Z". Las principales categorías que les hablan son la farmacéutica e higiene y belleza.

El estudio insiste en que la mayoría están activos y ávidos de nuevas experiencias. Sobre los jóvenes, consumen más principalmente en los rubros de turismo (+20%); autos (+18%); servicios financieros (+15%); productos de higiene personal, limpieza y medicamentos. Revela un factor importante, tienen un bajo uso de AdBlockers (filtrado de contenido): solo el 12% lo tiene instalado contra un 27% en la población general. Su consumo de medios es muy similar al de los más jóvenes.

Los mayores pasan en promedio cinco horas diarias conectados a un dispositivo ya sea móvil o desktop casi en igual medida. Les gusta la tecnología, poseen más PC que el resto de las audiencias, y especialmente utilizan más wearables (smartwatch y tablet).

No son tan multitasking como los más chicos. Si bien consumen más contenidos audiovisuales desde la TV tradicional, un 80% mira habitualmente videos online. Y aunque tienen un uso del medio online más básico, más del 80% se conecta para chequear e-mails, ingresar a redes sociales y leer artículos online.

La consultora GFK en su estudio global Consumer Life destaca que a ese fragmento de la población no le gusta hablar de "envejecimiento" sino de "madurar bien", entendiendo por madurar la convicción de que van a envejecer mejor que sus padres y que tienen mucha vida y tiempo por delante.

"Los boomers asumen tres pensamientos: todos nos sentimos diez años más jóvenes; la edad no importa, importa la actitud; y no hay nada malo en tu edad", explica Ileana del Río desde la firma.

Otro atributo que se desprende de la investigación es que los boomers valoran la honestidad, entendida como sinceridad, integridad y coherencia. Aplauden más esa característica que el resto de los consumidores y por eso aprecian a las empresas amigables con el medio ambiente e intentan comprar productos naturales.

En un intento de adaptación las marcas empiezan a trabajar con referentes de más edad; las mujeres fueron las que más demoraron a incorporarse a la tendencia ya que los hombres fueron los primeros buscados para publicidades.

Lo cierto es que ya hay influencers que no disimulan las canas.

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