Por Entrepreneur
Los corporativos chapados a la antigua lo tienen difícil a la hora de querer conservar el talento millennial. Esta generación es de cambios. Quizá la primera que pide y merece no solo una equitativa remuneración económica sino un salario emocional que brinde calidad de vida.
En muchos casos se trata de personas que hablan al menos dos idiomas, tienen una licenciatura, maestría, experiencia... conocen el mundo, han trabajado por lo menos en tres empresas y, dominan Internet entendiéndolo como un canal global de oportunidades de empleo fijas y otras propias.
A la hora de tomar decisiones, no basan su criterio no solo en lo profesional, también en un esquema de valores personales y metas que a ambos campos atañen.
Muy a pesar de estar en posiciones senior o contar con puestos influyentes, se calcula -según estadísticas- que muchos abandonaran sus empleos actuales a más tardar en 2020 por cuestiones de mejoras en puestos de mayor liderazgo, emprendimiento o potenciar actividades no cubiertas.
Aunque para generaciones previas esto significa inestabilidad, para los millennials significa reconocimiento al talentos y de una nueva manera de trabajar y/o hacer negocios.
Esta generación no ve a su equipo de trabajo como subordinados, sino como compañeros cercanos y en muchos casos amigos.
Es por eso que quieren invertir su tiempo de manera diferente para el desarrollo profesional y de las empresas buscando el empoderamiento.
Aunque en un principio, el salario económico atrae, lo que hará que se quede y de el máximo, sin duda será el emocional. No es casualidad que precisamente por ello, las startups que brindan mayor flexibilidad en el trabajo y un modo de laborar diferente estén llenas de personas de dicha generación y que además, jugando ganar-ganar, crezcan como la espuma en la economía actual.
Este salario emocional, debería brindar tres pilares básicos:
Balance de vida: Esquema de trabajo flexible, beneficios de salud, integración de la familia y oportunidades de esparcimiento y recreación.
Bienestar psicológico: Reconocimiento, autonomía, retos profesionales y transcendencia en la comunidad.
Oportunidades de desarrollo: Capacitación, desarrollo del talento, coaching, mentoring y plan de carrera.
Aquellas empresas que tienen mucha rotación de personal, o aquellos jefes que están teniendo fugas de talentos, quizá deberían analizar cómo aumentar este tipo de salario que al final será el que nos retenga y por el cual los colaboradores se pondrán la camiseta sin chistar.
Los corporativos chapados a la antigua lo tienen difícil a la hora de querer conservar el talento millennial. Esta generación es de cambios. Quizá la primera que pide y merece no solo una equitativa remuneración económica sino un salario emocional que brinde calidad de vida.
En muchos casos se trata de personas que hablan al menos dos idiomas, tienen una licenciatura, maestría, experiencia... conocen el mundo, han trabajado por lo menos en tres empresas y, dominan Internet entendiéndolo como un canal global de oportunidades de empleo fijas y otras propias.
A la hora de tomar decisiones, no basan su criterio no solo en lo profesional, también en un esquema de valores personales y metas que a ambos campos atañen.
Muy a pesar de estar en posiciones senior o contar con puestos influyentes, se calcula -según estadísticas- que muchos abandonaran sus empleos actuales a más tardar en 2020 por cuestiones de mejoras en puestos de mayor liderazgo, emprendimiento o potenciar actividades no cubiertas.
Aunque para generaciones previas esto significa inestabilidad, para los millennials significa reconocimiento al talentos y de una nueva manera de trabajar y/o hacer negocios.
Esta generación no ve a su equipo de trabajo como subordinados, sino como compañeros cercanos y en muchos casos amigos.
Es por eso que quieren invertir su tiempo de manera diferente para el desarrollo profesional y de las empresas buscando el empoderamiento.
Aunque en un principio, el salario económico atrae, lo que hará que se quede y de el máximo, sin duda será el emocional. No es casualidad que precisamente por ello, las startups que brindan mayor flexibilidad en el trabajo y un modo de laborar diferente estén llenas de personas de dicha generación y que además, jugando ganar-ganar, crezcan como la espuma en la economía actual.
Este salario emocional, debería brindar tres pilares básicos:
Balance de vida: Esquema de trabajo flexible, beneficios de salud, integración de la familia y oportunidades de esparcimiento y recreación.
Bienestar psicológico: Reconocimiento, autonomía, retos profesionales y transcendencia en la comunidad.
Oportunidades de desarrollo: Capacitación, desarrollo del talento, coaching, mentoring y plan de carrera.
Aquellas empresas que tienen mucha rotación de personal, o aquellos jefes que están teniendo fugas de talentos, quizá deberían analizar cómo aumentar este tipo de salario que al final será el que nos retenga y por el cual los colaboradores se pondrán la camiseta sin chistar.
