Cuando las cosas en la oficina salen mal, es inevitable que muchos se frustren. Cada uno reacciona de un modo diferente, pero lo importante es no dejarse hundir.
Si uno tiene pensamientos negativos, puede escribirlos. Al menos eso es lo que recomienda una revista alemana en base a un estudio realizado en la Universidad de Bonn.
El artículo dice que apuntar esos malhumores resulta incluso más efectivo que hacer una pausa o distraerse con otra cuestión.
Los investigadores pusieron a prueba a 237 personas con un juego bastante insólito: formaron grupos y en cada uno designaron un 'dictador'. Su tarea era repartir un monto de dinero.
El 'dictador' podía repartir todo en partes iguales o quedarse con un monto más importante. Cuando se quedaba con una cuantiosa suma y les daba minucias a los demás, los participantes se frustraban mucho.
Acto seguido, se ponían a prueba distintas estrategias para librarse de esas emociones negativas.
Los participantes tenían que tomarse una pausa de unos minutos, distraerse y describir una imagen abstracta neutral. Luego, debían escribirle un mail al 'dictador'. A algunos se les decía que el correo sería enviado a su destinatario, a otros no.
El resultado fue que todos se sintieron aliviados después de poner 'en papel' las sensaciones negativas que les había generado el líder del grupo.
Todos lograron librarse de una parte importante de esa carga psíquica, independientemente de si el correo fue enviado o no.
