Por AFP
La renuncia del presidente de Air France-KLM, Jean-Marc Janaillac, abre un período de gran incertidumbre para el grupo en momentos de una feroz competencia en el cielo europeo, donde cualquier debilidad puede costar muy caro.
"Es un tsunami para Air France, es una catástrofe para esta compañía haber llegado a este nivel de bloqueo", opina Marc Rochet, veterano experto del transporte aéreo y directivo de las compañías Air Caraïbes y French Bee.
En plena huelga de los pilotos de Air France, el presidente convocó un referéndum sobre una propuesta salarial y puso su cargo a disposición en caso de derrota: el viernes, 55% de los empleados votaron contra su plan, con una participación del 80%. Un duro revés para Janaillac, que presentará su dimisión, y un balón de oxígeno para los sindicatos.
Janaillac llegó a la presidencia del grupo en 2016, con la misión de luchar contra la feroz competencia de las compañías del Golfo y las de bajo costo.
Air France debe asimismo competir con los dos pesos pesados europeos, IAG -matriz de las compañías españolas Iberia y Vueling, la británica British Airways e irlandesa Aer Lingus- y el alemán Lufthansa.
"El gigante (Air France-KLM) está en situación de debilidad, y los demás van a acelerar, eso es evidente", comenta Alain Battisti, presidente de la Federación Nacional de Aviación Mercante (FNAM), quien representa más del 95% de la flota y de las actividades del transporte aéreo francés.
Desde hace una década, el 90% del crecimiento del número de pasajeros transportados fue captado por actores extranjeros, mientras que la cuota de mercado de las compañías francesas cae un punto por año desde hace 20, según esta organización.
Aunque la historia de Air France sea una sucesión de crisis y huelgas, la situación de hoy no es la misma.
"La competencia es mucho más dura, Air France ya no controla un mercado como lo hacía hace 10 años", afirma Battisti.
"Hay competidores más poderosos, más ágiles, y como Francia es el segundo mercado (...) de Europa, lógicamente es muy codiciado", agrega. Para los observadores, Air France necesita un nuevo plan de desarrollo para salir de su situación de vulnerabilidad.
Air France, con una pérdida de 178 millones de euros (US$212 millones) en el primer trimestre, "estará en una situación critica en cuanto haya un alza del precio del carburante o baje el volumen de pasajeros", comenta otro experto, que requiere el anonimato.
El riesgo, según Rochet, es el de un "progresivo declive". Y cita como ejemplo a Alitalia, puesta bajo tutela en mayo de 2017, después de que sus trabajadores rechazaran un plan de reestructuración.
La renuncia del presidente de Air France-KLM, Jean-Marc Janaillac, abre un período de gran incertidumbre para el grupo en momentos de una feroz competencia en el cielo europeo, donde cualquier debilidad puede costar muy caro.
"Es un tsunami para Air France, es una catástrofe para esta compañía haber llegado a este nivel de bloqueo", opina Marc Rochet, veterano experto del transporte aéreo y directivo de las compañías Air Caraïbes y French Bee.
En plena huelga de los pilotos de Air France, el presidente convocó un referéndum sobre una propuesta salarial y puso su cargo a disposición en caso de derrota: el viernes, 55% de los empleados votaron contra su plan, con una participación del 80%. Un duro revés para Janaillac, que presentará su dimisión, y un balón de oxígeno para los sindicatos.
Janaillac llegó a la presidencia del grupo en 2016, con la misión de luchar contra la feroz competencia de las compañías del Golfo y las de bajo costo.
Air France debe asimismo competir con los dos pesos pesados europeos, IAG -matriz de las compañías españolas Iberia y Vueling, la británica British Airways e irlandesa Aer Lingus- y el alemán Lufthansa.
"El gigante (Air France-KLM) está en situación de debilidad, y los demás van a acelerar, eso es evidente", comenta Alain Battisti, presidente de la Federación Nacional de Aviación Mercante (FNAM), quien representa más del 95% de la flota y de las actividades del transporte aéreo francés.
Desde hace una década, el 90% del crecimiento del número de pasajeros transportados fue captado por actores extranjeros, mientras que la cuota de mercado de las compañías francesas cae un punto por año desde hace 20, según esta organización.
Aunque la historia de Air France sea una sucesión de crisis y huelgas, la situación de hoy no es la misma.
"La competencia es mucho más dura, Air France ya no controla un mercado como lo hacía hace 10 años", afirma Battisti.
"Hay competidores más poderosos, más ágiles, y como Francia es el segundo mercado (...) de Europa, lógicamente es muy codiciado", agrega. Para los observadores, Air France necesita un nuevo plan de desarrollo para salir de su situación de vulnerabilidad.
Air France, con una pérdida de 178 millones de euros (US$212 millones) en el primer trimestre, "estará en una situación critica en cuanto haya un alza del precio del carburante o baje el volumen de pasajeros", comenta otro experto, que requiere el anonimato.
El riesgo, según Rochet, es el de un "progresivo declive". Y cita como ejemplo a Alitalia, puesta bajo tutela en mayo de 2017, después de que sus trabajadores rechazaran un plan de reestructuración.
