El hecho de ser la primera mujer que asume la gerencia general de Intel, punta de lanza (desde su llegada allá por 1998) de la transformación de Costa Rica en una sociedad que mira al futuro, es "un gran reto que asumo con muchas responsabilidad. Es un honor para mí representar no solo a los costarricenses, sino a las mujeres y demostrarle a la corporación que puede seguir confiando en el talento tico, y en el equipo de liderazgo local que tiene", comenta Ileana Rojas, quien asumió el cargo en octubre de 2019.
Comenzó a trabajar en la compañía en 1997, y desde entonces ha ido subiendo peldaño a peldaño. "En 22 años he tenido el apoyo de muchos de mis superiores, pero también de una red de apoyo aquí en Intel, que ha sido fundamental. Tanto amigas, que durante el tiempo en que necesitaba salir temprano, o una cobertura, me ayudaron montones; como hombres, que también lo hicieron en su momento y me ayudaron con esa flexibilidad".
Para una mujer, trabajar y también dedicarle tiempo a su casa es muy difícil, se requiere una gran red de apoyo, "y yo la valoro muchísimo". Cuando tomó el nuevo puesto, una de las primeras cosas que hizo fue "llamar a mis suegros, a mis papás, y a los señores donde viví por 12 doce años desde que llegué de Pérez Zeledón, para darles las gracias. Les dije: ‘Yo no estaría aquí si no fuera por el apoyo de ustedes’. Uno es producto de todas las personas que le ayudan en el camino", explica la máxima responsable de Intel en Costa Rica.
Un largo camino
Ileana Rojas es de Pérez Zeledón, una pequeña ciudad rural de Costa Rica, a considerable distancia de la capital, San José. Hija de educadores, estudió en escuela pública y colegio público por ello, "pude haber pensado que no iba a tener oportunidad de trabajar en tecnología; y sin embargo, sí se pudo", comenta Rojas, quien anima a las niñas "a soñar, y soñar en grande. Y no dejar que les pongan un obstáculo, y que su género no lo sea tampoco.Archivo E&N: Intel sube su apuesta por Costa Rica
'Se puede estudiar ingeniería, ser esposa, ser mamá, amiga, y ser exitosa. Sí, se puede". Salió de su localidad natal rumbo a Heredia (en la Gran área Metropolitana), a la Universidad Nacional; donde estudió Ingeniería de Sistemas, graduándose de Diplomado. "Cuando tocaba ya hacer el Bachillerato, en Costa Rica hubo una crisis presupuestaria en las universidades, y se cortaron algunas de las carreras. Bachillerato en Ingeniería de Sistemas en la Universidad Nacional se pospuso".
Entonces decidió estudiar inglés en el Centro Cultural Costarricense Norteamericano, y empezó a trabajar a los 18 años. Con 20 años entró a una universidad privada, donde terminó el Bachillerato. "Siempre me interesó la tecnología. No porque hubiera mucho acceso a ella, yo no tenía una computadora, ni había computadora en mi casa; pero en la televisión sí se veía montones el tema de la tecnología, y se veía que iba evolucionando. Siempre tuve mucha curiosidad por eso. Y como tuve esa curiosidad, sin tener el acceso, entonces para mí era un sueño poder tener el acceso a aprenderlo y ser parte del desarrollo de esa tecnología, y eso fue lo que me inspiró: yo quería ser protagonista y desarrollarla", recuerda.
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Su primera ‘compu’ no la tuvo ni siquiera en la universidad, donde tenía que hacer fila para poder acceder a las pocas máquinas que había disponibles para los alumnos, con horarios de 2 y 3 de la madrugada.
"Me acuerdo que mis papás no me dejaban ir a esas horas, ni devolverme; entonces, me iba, me ponía a estudiar y me quedaba toda la noche. Cuando amanecía, ya me podía devolver a la casa, porque no me dejaban en la noche".
Ileana Rojas apunta que es necesario potenciar en Costa Rica la educación STEM (Ciencias, Tecnología, Ingeniería, Matématicas, por sus siglas en inglés).
"Pienso que lo primero es que nosotras las mujeres, y que los niños en general, no tomen una decisión de carrera por si me gusta, o no me gusta, la matemática. Creo que eso hay que apartarlo, porque no es una razón para tomar una decisión de una carrera STEM. En el STEM tenemos también el tema de las ciencias; la cosa es por qué yo siento curiosidad, en donde me siento yo realizado. A mí me encanta solucionar problemas, y las carreras de ingeniería solucionan problemas, pero si pensamos, las científicas también, y las matemáticas también. Ese es el hilo conductor que yo le veo".
El caso de Ileana Rojas es todavía un caso excepcional en el mundo corporativo. Que una mujer sea la cabeza de una empresa de la importancia de Intel en Costa Rica debería ser más habitual. "Más allá de la cantidad, que sí, tenemos que mejorar el número de mujeres en puestos de liderazgo sobre todo, donde la pirámide o el embudo se vuelve cada vez más delgado para nosotras; además debemos retener a las mujeres que llegan a esos puestos. Eso se vuelve también un reto muy grande", finalizó.