Sin embargo, los líderes más exitosos están armados con empatía, paciencia e inteligencia. Como Satoru Iwata, antiguo CEO de Nintendo y quien muriera el pasado sábado a los 55 años de edad.
Para Ilan Mochari, especialista en temas de liderazgo y emprendimiento, el mayor logro de Iwata es la empatía, la cual aplicaba tanto en los videojuegos como en las decisiones que tomaban dentro de la firma japonesa. Y estos son los ejemplos que brinda de su liderazgo:
él era la imagen de la compañía
él, personalmente, llevó a cabo una serie de entrevistas con los colaboradores de Nintendo. Estas entrevistas aparecieron en el sitio de oficial de la empresa bajo el título de 'Iwata pregunta', donde el presidente de la compañía hablaba con los creadores de juegos para que los consumidores supieran qué pasaba "detrás de cámaras". En estos videos, además, podemos observar cómo es que sus empleados se sienten a gusto a su alrededor.
'Lo recuerdo como alguien muy interesado en todo lo que tenía que decir y siempre hablaba de los aspectos técnicos de la fabricación de juegos', dijo Dylan Cuthbert -un desarrollador que apareció en esta serie- pare el New Yorker. 'Había incluso que traducir estos conceptos a la gente sin conocimientos técnicos'.
Era el responsable de su propio desempeño
Cada vez que las ganancias de Nintendo caían, él recortaba su sueldo. Lo hizo varias veces y en ocasiones lo recortó a la mitad. Con esta medida, también evitaba despidos dentro de la compañía; pues estaba en contra de esta práctica, ya que bajaba la moral de los empleados.
Nunca olvidó que era una persona normal
A pesar de dirigir una compañía donde empezó desarrollando juegos, Iwata nunca olvidó que era una persona que disfrutaba jugar. él siempre se ponía en el papel del jugador, por lo que impulsaba los juegos fáciles de entender y que fueran divertidos.
Por otro lado, nunca usaba su conocimiento técnico o su poder en la compañía para sentirse superior a sus empleados.
'Nunca sentí que él pensaba que era más importante, más inteligente, o más poderoso que yo; a pesar de que él era todas esas cosas', dijo Martin Hollis. 'Nunca sentí que fuera mi jefe, o el jefe de mi jefe. Sentí que era un amigo que estaba tratando de ayudarme en mis proyectos. No hay otra persona como él en el mundo'.
