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John Kerry, el elegido de Biden para revivir la lucha climática de EEUU

El segundo secretario de Estado de Barack Obama fue uno de los principales impulsores del Acuerdo de París para el Clima, que el país abandonó durante el gobierno de Donald Trump.

2020-11-27

Por Expansión

Aún sin saber los resultados de las elecciones, el 4 de noviembre Estados Unidos oficialmente dejó de formar parte del Acuerdo de París para el Clima, el principal legado de la política medioambiental del republicano Donald Trump, un escéptico del cambio climático, quien desde su campaña calificó el tratado de "injusto" para su país.

En noviembre de 2016, días después del triunfo electoral de Trump, el entonces secretario de Estado, John Kerry, defendió en la COP26 de Marrakech, Marruecos el compromiso del gobierno de Barack Obama con la lucha contra el calentamiento climático global, a pesar de conocer las promesas del republicano de retirar al país de los acuerdos internacionales. 'Aunque no puedo ponerme a especular sobre qué políticas aplicará nuestro presidente electo, les diré esto: en el tiempo en que he pasado en cargos públicos, una de las cosas que aprendí es que algunos temas lucen un poco diferentes cuando se está en el gobierno en comparación a cuando se realiza la campaña', declaró Kerry, de acuerdo con la agencia Reuters. Cuatro años después, Kerry volverá al gobierno de Estados Unidos para volver a dar cauce a la lucha de Estados Unidos contra el cambio climático, después del retroceso en la materia que significó el gobierno del republicano.

'El trabajo que comenzamos con el Acuerdo de París está lejos de haber terminado. Regresaré al gobierno para que Estados Unidos vuelva a encarrilarse a abordar el mayor desafío de esta generación y las venideras', escribió el ex secretario de Estados en su cuenta de Twitter al conocerse la intención del presidente electo, Joe Biden de nombrarlo enviado presidencial para el Clima.

Senador durante tres décadas, secretario de Estado en el segundo mandato de Barack Obama (2013-2017) y aspirante a la Presidencia en 2004, Kerry, de 76 años, es una de las cabezas del Partido Demócrata más familiarizado con la llamada diplomacia del clima.

Un firmante del Acuerdo de París
Fue el propio Kerry, entonces jefe de la diplomacia del gobierno de Barack Obama, quien en 2015 firmó en nombre de Estados Unidos el Acuerdo de París, tras 20 años de negociaciones.


Durante la COP25, la cumbre climática donde se firmó el tratado, el político demócrata lanzó una alianza de personalidades contra el cambio climático a la que bautizó 'Guerra Mundial Cero".

'Ningún país hace su trabajo', sobre el clima, dijo entonces. 'Tenemos que tratar esto como una guerra', afirmó. Cada año de inacción durante la presidencia de Trump fue complicando esa guerra. El republicano desmanteló las protecciones al medioambiente y suprimió los objetivos de reducción de emisiones decididos por el gobierno de Obama.

La emisión de gases de efectos invernadero en Estados Unidos está cayendo por el creciente uso de energías renovables y por la pandemia. Sin embargo, eso no ocurre a la velocidad necesaria para lograr el objetivo proclamado por Biden: llegar en 2050 a la neutralidad absoluta de carbono.

Kerry será el encargado de revertir las políticas negacionistas de Trump desde el día uno del gobierno de Biden, como ha prometido hacer el presidente electo, y que solo han sobrevivido hasta cierto punto gracias a la negativa de gobernadores, alcaldes, empresas y ciudadanos a dar marcha atrás en la lucha contra la crisis climática.

'El cambio climático no es tan complicado de entender y si, en última instancia, no lo entiende, que siga negándolo, pero que no trate de convencer a los demás', llegó a asegurar de Trump Kerry, que es conocido por la agudeza de su sentido del humor. Nacido en 1943 en Denver, Colorado, el político de pelo blanco y un metro noventa de estatura está interesado en la lucha ecologista desde los comienzos de su carrera política, en los años 80.

Objetivos más radicales que en 2015
Cuando se firmó el Acuerdo de París en diciembre de 2015, la idea de un mundo neutro en carbono en 35 años parecía tan radical que ni figuraba en el texto. La neutralidad en carbono significa que los residuos de las emisiones de carbono son neutralizados por sistemas de absorción.

Sin embargo, en cinco años, muchos países y la Unión Europea se pusieron como objetivo alcanzar esa meta en 2050.

China anunció en septiembre que llegaría a ella en 2060 no sin criticar la inconsistencia de Estados Unidos, el segundo mayor emisor mundial de gases contaminantes.

Kerry deberá recuperar la confianza de los socios de Estados Unidos y probar que lo pactado en París, y que fue debilitado por Trump, era la correcto.

Tras su nombramiento, Kerry pidió que los objetivos sean más ambiciosos en la conferencia de la ONU que se celebrará el próximo año en Glasgow, Escocia, consciente de que el Acuerdo de París que el negoció en 2015 es insuficiente.

'Para acabar con esta crisis, todo el mundo debe unirse', dijo Kerry en una ceremonia de presentación de los primeros miembros del gabinete del nuevo gobierno demócrata en Wilmington, Delaware.

En un reconocimiento al trabajo del gobierno de Barack Obama y de Biden como vicepresidente, Kerry enalteció la negociación que llevó al Acuerdo del Clima de París para limitar el calentamiento global.

'Usted estuvo en lo correcto en unirse a París en su momento, ahora sigue en lo correcto al reconocer que París por sí solo no es suficiente', declaró el ex jefe de la diplomacia de Estados Unidos.

Biden indicó en diciembre nombrará a un cargo en la Casa Blanca para coordinar las medidas sobre el clima en Estados Unidos.

'No subestimo ni por un minuto las dificultades a la hora de cumplir con mis audaces compromisos en la lucha contra el cambio climático. Pero al mismo tiempo, nadie debería subestimar, ni por un minuto, mi determinación', afirmó Biden.

Ese acuerdo no impone medidas a los signatarios. Les pide que ellos mismos fijen sus objetivos, los respeten y eventualmente los incrementen. Esa formula poco coercitiva es, a la vez, la fuerza y la debilidad del acuerdo pues depende de la buena voluntad de cada país.

Kerry está curtido en misiones diplomáticas peligrosas. Además del clima y el acuerdo nuclear con Irán -también abandonado por el gobierno de Donald Trump-, el ex secretario de Estado negoció con Rusia un acuerdo sobre las armas químicas en Siria.

El presidente Barack Obama lo envió en 2011 a Islamabad para intentar apaciguar a los socios paquistaníes que estaban disgustados porque Washington no les informó sobre el ataque aéreo que terminó con la muerte de Osama bin Laden.

Kerry gusta de los contactos personales, los apretones de manos, las palmaditas en la espalda de sus interlocutores, gestos siempre bien recibidos en la diplomacia.

El tiempo apremia. Desde el 20 de enero, el gobierno de Biden deberá mostrar al mundo su plan sobre el clima con la mira puesta en la conferencia COP26 que la ONU celebrará en Glasgow en noviembre de 2021.

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