<br /><br />Desde sus inicios, <strong>Louis Vuitton</strong> ha contado con arquitectos, pintores y dise&ntilde;adores del m&aacute;s alto nivel para reinterpretar sus iconos, desde el desaparecido Karl Lagerfeld a Frank Gehry y Yayoi Kusama, entre otros. Asimismo, y sumado a estas colaboraciones, la firma francesa cuenta con la posibilidad de que se personalicen modelos legendarios de la maison, como los bolsos Speedy y Neverfull o sus piezas de peque&ntilde;a marroquiner&iacute;a, ofreciendo m&aacute;s de 200 millones de combinaciones posibles con una amplia selecci&oacute;n de colores, letras, s&iacute;mbolos y bandas en la lona dura de la piel. El resultado: un bolso que tus hijos lucir&aacute;n con toda probabilidad tras ser usado por ti durante toda tu vida. El heritage, ahora tan en valor, se une a la tecnolog&iacute;a punta.<br /><br />Son precisamente firmas hist&oacute;ricas como esta las que demuestran que la personalizaci&oacute;n no es algo tan asociado a las nuevas generaciones, aunque sean ellas las que m&aacute;s ans&iacute;an poner su sello en lo que adquieren. Quienes se dedicaban anta&ntilde;o a fabricar ba&uacute;les de piel ya los personalizaban, puesto que el alma viajera de la nobleza de esa &eacute;poca requer&iacute;a lucir sus iniciales en sus bolsas de equipaje para que los mayordomos pudieran diferenciar a qu&eacute; miembro de la familia pertenec&iacute;an en el momento de recogerlas.<br /><br /><strong>Redes sociales</strong><br /><strong>Instagram</strong> es el gran escaparate de aspiraci&oacute;n. Muestra nuestra mejor cara, nuestra mejor ropa, los rincones m&aacute;s bonitos de nuestra casa<br />Si antes vestir distinto a tus compa&ntilde;eros de estudios o de trabajo era sin&oacute;nimo de ser se&ntilde;alado peyorativamente, ahora es lo que m&aacute;s popularidad, especialmente en formato like, conlleva. En palabras de Alba Ben&iacute;tez, tambi&eacute;n profesora en la Escuela de dise&ntilde;o ESDi, 'las redes sociales, y en especial Instagram, son escaparates de aspiraci&oacute;n. Muestran nuestra mejor cara, nuestra mejor ropa, los rincones m&aacute;s bonitos de nuestra casa… nuestra mejor vida. Tienen un componente intr&iacute;nseco de show off, lo que supone jugar en casa para el sector del lujo. Los influencers son el mejor veh&iacute;culo de las marcas, actualmente, para crear deseos, as&iacute; que no es de extra&ntilde;ar que esta tendencia de la personalizaci&oacute;n se est&eacute; canalizando tambi&eacute;n a trav&eacute;s de redes sociales'.<br /><br />En el terreno de la zapater&iacute;a de lujo, Louboutin elabora en su taller secreto y de forma personal pedidos de algunas de las hijas y sobrinas de las mujeres miembro del exclusivo c&iacute;rculo Club Haute Couture, as&iacute; como para actrices y royalty. <br />El fen&oacute;meno ha alcanzado incluso el motor de alta gama. German Lape&ntilde;a, manager en el Concesionario oficial de Rolls Royce en nuestro pa&iacute;s, explica el origen de Spirit of Speed: &quot;Estamos especializados en la customizaci&oacute;n de los cambios y la pontificaci&oacute;n mec&aacute;nica de motores, las suspensiones y frenos, as&iacute; como en el servicio individualizado de circuitos y rallyes de coches cl&aacute;sicos&quot;.<br /><br /><strong>Tecnolog&iacute;a punta</strong><br />El grupo Kering, propietario de marcas como Gucci y Balenciaga, considera que la IA es la clave para personalizar las relaciones con sus clientes m&aacute;s all&aacute; del producto<br />Stitch Fix, creada en Silicon Valley, ha hecho el &uacute;ltimo movimiento en esta mesa de ajedrez llamada exclusividad: la venta de prendas de vestir por suscripci&oacute;n empleando un algoritmo de inteligencia artificial que toma nota de nuestros gustos para recomendarnos qu&eacute; llevar, como si fuese un estilista o personal shopper de lujo. El prestigioso grupo Kering, propietario de marcas como Gucci, Balenciaga, Saint Laurent o Bottega Veneta, considera que la &quot;IA es la herramienta id&oacute;nea para personalizar las relaciones con sus clientes m&aacute;s all&aacute; del producto. Su enfoque inversor apuesta ya por esta tecnolog&iacute;a&quot;.<br /><br />La batalla entre tradici&oacute;n y modernidad, o su completa fusi&oacute;n, est&aacute; a la orden del d&iacute;a. Y de fondo suena el Di mi nombre de Rosal&iacute;a.<br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /></div>