La Comisión Europea ha anunciado hoy una multa histórica de 997,4 millones de euros (US$1.225 millones) a Qualcomm, el fabricante estadounidense de chips para teléfonos inteligentes, por prácticas anticompetitivas contra sus rivales.
El Ejecutivo comunitario asegura que el acuerdo de exclusividad que la compañía firmó con Apple es ilegal. Qualcomm pagó miles de millones de dólares al fabricante del iPhone para que esta no adquiriese un determinado tipo de chip a sus competidores por un plazo de cinco años. Entre los perjudicados estuvo Intel, otra compañía estadounidense.
Se trata de la cuarta mayor multa jamás impuesta por Bruselas a una sola compañía, por detrás de los 2.400 millones reclamados a Google, los 1.008 millones a Daimler y los 1.006 millones a Intel.
'Estos pagos no fueron solo rebajas de precio. Se hicieron con la condición de que Apple compraría exclusivamente los chips de banda de base para todos sus iPhones y iPads. Esto significó que ningún competidor pudo desafiar de forma efectiva a Qualcomm en este mercado, sin importar lo buenos que fuesen sus productos', ha afirmado hoy Margrette Vestager, comisaria europea de Competencia en un comunicado.
Los chips en cuestión se utilizan en móviles y tabletas. Su función es conectar el dispositivo con las redes de telecomunicaciones y así poder transmitir tanto voz como datos.
El acuerdo que la Comisión considera ilegal se firmó en 2011, se renovó en 2013 y estuvo vigente hasta 2016. Durante la mayor parte de la duración del contrato estuvo en vigor una cláusula por la que Apple tendría que devolver lo abonado por Qualcomm si en algún momento utilizaba a otros proveedores.
El fabricante de chips estadounidenses tiene una posición dominante en el tipo de chips en cuestión, con cuotas de mercado del 90%. Según la Comisión Europea, esto hace que sus acciones sean consideradas un 'abuso de posición dominante'.
La doctrina de Bruselas en este aspecto es que la posición dominante en un mercado no es algo ilegal, pero sí lo es aprovechar esa posición para restringir la competencia. La multa es recurrible ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea.
