El presidente salvadoreño Salvador Sánchez Cerén será el único mandatario del triángulo norte centroamericano que no asistirá a Miami, EE.UU., para un acercamiento clave con la administración de Donald Trump.
De acuerdo con un comunicado emitido esta noche por la Secretaría de Comunicaciones de la Presidencia, Sánchez Cerén presenta un 'cuadro gripal severo' y no asistirá al encuentro 'atendiendo recomendaciones médicas'.
La inasistencia del mandatario ha comenzado a disparar nuevos rumores sobre el estado de salud, quien desde el inicio de su gestión mantiene salidas recurrentes hacia Cuba para recibir tratamientos médicos, salidas que en algunos casos han coincidido con emergencias nacionales como el enjambre sísmico que tuvo en alerta a la capital salvadoreña en abril.
El anuncio es además sorpresivo por que el presidente estuvo esta mañana en un evento público en la ciudad de San Miguel (135 km al oriente de San Salvador) donde participó de la reinauguración de un estadio.
Cuestionamientos públicos sobre la salud
En abril, el diputado del Partido de Concertación Nacional, Mario Ponce, dijo que Sánchez Cerén tiene un problema de salud grave y 'aprovechó las vacaciones (de Semana Santa) para ir a hacerse su diálisis'.Ante las declaraciones, el Gobierno negó que el mandatario -de 70 años-, padezca de una enfermedad grave. Ponce dijo que el cuadro de Sánchez Cerén 'es un problema renal' y que se realiza diálisis en los viajes que hace a Cuba.
El secretario de Comunicaciones de la Presidencia, Eugenio Chicas, dijo en esa oportunidad que Sánchez Cerén 'es un hombre sano' y que a 'sus más de 70 años debe cuidarse simplemente', como recogió la versión digital del periódico La Prensa Gráfica.
Sánchez Cerén fue durante la guerra civil (1980-1992) uno de los principales líderes del exguerrillero Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), el cual es partido político desde 1992 y se mantiene en el poder desde 2009.
Vicepresidente al frente de la delegación
La reunión del Triángulo Norte de Centroamérica (Guatemala, Honduras y El Salvador) con la administración Trump es clave para la región, en especial en momentos en los que se analiza una nueva relación de cooperación y de políticas migratorias.La Conferencia para la Prosperidad y Seguridad en Centroamérica se desarrollará en la ciudad de Miami, EE.UU. desde hoy, es vista como una gran oportunidad para que los países aclaren la forma cómo trabajarán en los próximos años con el gobierno de Trump.
La lucha contra la criminalidad generalizada (que hace del Triángulo Norte una de las regiones más violentas del mundo), retos socioeconómicas, políticas migratorias y programas de cooperación estarán sobre la mesa en una ronda en la que tamién participará México.
La Casa Blanca confirmó la presencia en la reunión del vicepresidente, Mike Pence y de los secretarios de Estado, Rex Tillerson, y de Seguridad Nacional, John Kelly, este último clave en la articulación de nuevas medidas migratorias, como la renovación o cancelación del Estatus de Protección Temporal (conocido por sus siglas en inglés como TPS), que beneficia a migrantes salvadoreños y hondureños en EE.UU. y el cual corre el riesgo de ser eliminado.
Según la Secretaría de Comunicaciones, la representación salvadoreña será encabeza por el Vicepresidente, óscar Ortiz, y el Canciller, Hugo Martínez.
'El mandatario se mantendrá en comunicación constante con la delegación para asegurar que la participación del país en esta importante conferencia sea exitosa, en el marco de las buenas relaciones que se mantienen con Estados Unidos y el desarrollo de grandes apuestas como la Alianza para la Prosperidad del Triángulo Norte', reclaca el comunicado.
